sábado, 5 de septiembre de 2009
Una casa en Garay
“Nuestra mente es porosa para el olvido” Jorge Luis Borges
Pedro Menárdez estaba en el subsuelo de la Oficina Municipal de Catastro siguiendo una corazonada: tal vez encontrase alguna antigua propiedad de la calle Garay, a nombre de Zunino y Zungri. Pero no existían tales condóminos, y se fue. Volvió sobre sus pasos con otro pálpito:
- Y por Viterbo? Aparece algo?
Esta vez sí. En Garay había una casa con un propietario de ese apellido. La finca tendría unos setenta años, con lo cual Menárdez sintió que debía tratarse de la que buscaba.
Un cartel de “En venta” reveló que estaba desocupada. Fingiendo interés en comprarla ingresó con el vendedor, que con cansado profesionalismo exaltó bondades y ocultó errores y decrepitudes de la construcción.
- ¿Tiene sótano la casa?
- Sí, uno muy pequeño, pero está clausurado. Pertenecía a la edificación anterior.
Volvió Menárdez por la noche, inexorablemente. Con una herramienta consiguió abrir la tapa sellada que la humedad había ablandado. Linterna en mano descendió los escalones empinados. En el fondo del negro pozo, unos trastos irreconocibles eran el único mobiliario. Se tiró en el piso helado y empezó a contar diecinueve escalones. Luego se quedó a oscuras. Cerró los ojos, y al abrirlos allí, al costado del décimo noveno escalón, estaba la esfera pequeña y luminosa, “el punto del espacio que contiene todos los puntos”: el Aleph. Simultáneamente vio un tigre y todos los tigres, un noruego en Río Grande do Sul, un poniente en Querétaro, un vendedor de biblias antiguas en la avenida Belgrano, un laberinto roto en una isla, una pelea de gauchos en el Sur, un espejo, una diversa Andalucía, un Cristo en la cruz, un libro de arena, un inmortal, dos amigos riéndose, un poeta en la calle Honduras, una tumba en Ginebra, una mujer en York, un anciano conversando con un joven junto al río Charles, un ciego en una biblioteca recitando versos.
Era de día cuando Menárdez corrió a ver al agente inmobiliario. Pero ya era tarde, la casa estaba vendida. Le preguntó quien la había comprado.
- Una empresa. La va a demoler para hacer una torre.
Menárdez comprendió que una vez más desaparecería “el lugar donde están, sin confundirse, todos los lugares del orbe, visto desde todos los ángulos”
Pero él, como su maestro, lo había visto.
-"Cambiará el universo, pero yo no” dijo Menárdez, a sabiendas de que eso es imposible.
Todas las palabras en cursiva pertenecen al cuento “El Aleph” de Jorge Luis Borges
La imagen es sobre el trabajo de Mati Klarwein "Aleph Sanctuary"
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19 comentarios:
Maravilloso, Marcelo, esta vez Menárdez me ha dejado sin palabras y me he estremecido con él contemplando ese punto único del espacio. Ha sido tan real que aún dudo si realmente no fue...
no quiero que Menárdez cambie...
Un beso enorme.
Creo que ese punto y ese lugar, de las cursivas que de excelente manera, insertaste en tu relato, no pueden despararecer nunca Marce. Ya están creados magistralmente, y aunque una torre se yerga sobre el sótano de la casa de Garay, siempre alguien rondará por ellos.
Felicitaciones!!!
Un beso.
Exquisito, Divi.
La prosa rueda armónica.
Eres mucha cosa, tú.
1000 x 1000!
"Tendrás entonces todo cuanto hay de grande en la Tierra y en el Sol.
(existen además millones de soles más allá)
y nada tomarás ya nunca de segunda ni de tercera mano,
ni mirarás más por los ojos de los muertos,
ni te nutrirás con el espectro de los libros.
Tampoco contemplarás el mundo con mis ojos
ni tomarás las cosas con mis manos.
Aprenderás a escuchar en todas direcciones
y dejarás que la esencia del Universo se filtre por tu Ser"
(Walt Whitman)
Cuando se ha visto, ya no hay dónde volver, ni dónde quedarse, sólo queda el horizonte que marca el sino de un nuevo Ser; naciendo cada día, cada vez más parecido a lo mejor de sí.
Una historia para leer peldaño a peldaño, hasta llegar, hasta ver, hasta seguir.
Muy buena Marcelo!!!
Me parece que lo empiezo a mirar con otros ojos.
:)
Besos.
saludos amigo, que estes de lo mejor.
te espero por mi blog.
te debo visitas!!!
este verano de locura no da tregua :D espero ese restaurante de NYC
besos
"...Cada cosa ... era infinitas cosas, porque yo claramente las veía desde todos los puntos del universo..."
Creo que cada lector imagina que el escritor, escribe para él...debo confesarte que me apropio impunemente de tus relatos de Menardez.
Cada vez que entro a tu universo, también veo infinitas cosas.
Besos.
¡Qué lindo es pasear por el "Planeta J.L.B." de la mano de Marcelo!
Salu2.
Antón.
Después de El Aleph nada fue lo mismo para mí. Maravilloso y demoledor enganche el de Menárdez.
Gracias Marcelo!
El Aleph y Menardez caminando los dos juntos entre tus dedos y un teclado de ordenador...sorteando los precipicios que se abren entre las letras hasta llegar aquí....Ha mi me ha gustado mucho Marcelo. Un besotes de domingo.
¿Te cuento un secreto?
Amo a Menárdez, que me lo imagino como Indiana Jones...
Pero...¿dejará que los de la inmobiliaria se salgan con la suya? Creo que Menárdez tendría que aliarse con Justiniano...(Pídele a Toro que te lo presente y preste :-P)
Un beso Marcelo!
Me ha hecho gracia el comentario de MALVADA BRUJA DEL NORTE. Yo tambien creo que Justi--maravilloso personaje de mi querido y admirado TORO SALVAJE--haría buenas migas con Menárdez y NO consentiría que esa casa se vendiese, por lo menos se llevarían El Aleph... Besotes, M.
Me huele el Aleph como ese momento vivido que te evoca todo, cuando un sinfín de imágenes se pasean en un instante, simultáneamente, aunque sólo sepamos expresarlo como una fila de acontecimientos... y, de nuevo, se desdibujan, se borran, se zarandean los recuerdos, se rompen, se olvidan, se pierden, se conservan o se transforman en otros... porque cambia el universo y nosotros también...
Besos tautológicos!!!
Menárdez es un tipo único.
Saludos Marcelo.
Buen blog buen blog, lo empezaré a frecuentar.
Saludo de nuevo.
Me alegra qeu te halla gustado mi humildisimo agradecimiento del otro lado del rio. Me encantaron las definiciones del mundo blog. ¡¡Todas son ciertas!!
No tiene nada qeu ver con lo que dice la entrada, pero el titulo me hizo recordar a un pedacito de algo qeu cantaba mi abuela que no sé de que es:
"por ahi cantaba Garay, lo que cantaba no sé..."
¡DIGRESIÓN!
Besos
HE COMETIDO EL PEOR DE LOS PECADOS...
No descubrí tu blog antes, querido.
Me perdonás esta tautología borgiana ?
Seeeeee. Perdoname. Cuesta Poco.
Maravilloso el post, canejo, y lo dije!!!
ABRAZO.
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