sábado, 17 de diciembre de 2011
Nobody
La lluvia estaba ensañada con el detective. Cada vez que salía del bar caían sobre él océanos enteros, y cuando entraba de nuevo a tomar otro café, por poco no salía el sol. Los cigarrillos estaban más mojados que él. De todos modos ya no se puede fumar en ningún sitio. Sólo en los cementerios, pero eso hasta que se queje algún huésped. Nadie en las calles, nadie en el bar. Nadie a quien seguir, nadie a quien investigar, nadie al volver a casa. Nadie. Decidió pasar por el cementerio. Tal vez encontrara gente allí. Incluso, viva. Y si tampoco hubiera nadie, al menos podría intentar encender el último cigarrillo. Ese que al tacto no luce tan mojado. Jugó con el encendedor húmedo y apuró el paso. Ya se sentía mejor.
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14 comentarios:
El detective necesita que amanezca soleado.
No hay lluvia que dure cien años.
Beso, Marce.
SIL
Tanta es la soledad que le rodea que hasta los muertos le resultan compañía.
El cementerio es el mejor sitio para sentirse abrigado de la soledad y seguir utilizando las tecnicas interpretativas como detective...
Mi querido Marcelo, gracias por dejar unas letras en uno de mis jardines en estas fechas, donde la paz y el amor hace que la unidad y la amistad teja trenza de colores...
La música sigue estando elejida con un gusto y tacto magistral.
¡¡Felices fiestas para ti y familia!!
Un abrazo desde las islas afortunas!!
María del Carmen
Hola Marcelo:
Leyendo a mi antecesora en los justificados comentarios que ha generado este post, me terminé imaginando al infortunado detective fumando en el cementerio, rodeado de gatas coquetas o no, de gatos libidinosos, de conejos intrusos...pero el ladrido de un perro de súbito quebró el encanto y el policía miraba para todos lados, al sentirse culpable y al imaginar que él mismo sería el próximo en ser trasladado a prisión.Fumar era un delito demasiado grav, que iba contra la salud de los animales del grupo y la paz de los muertos.
Un abrazo.
Suscribo las palabras de Aina. Me da pena este hombre...¡Jooo...!
No obstante cuando no se mueve el mundo ni para tu detective arden, por el contrario, los teléfonos. Mejor café en el bar que la tediosa escucha.
Cuando llegó al cementerio encontró las verjas cerradas. Nadie había acudido a abrir en aquel día lluvioso. Fastidiado esperó al autobús en la marquesina vacía de al lado; así estuvo un rato y cuando por fín vió al autobús que llegaba, casi temió encontrárselo sin nadie al volante.
No fue el caso, afortunadamente.
El conductor, el único ocupante, levantó apenas sus cejas en señal de saludo y a él le dio por dejar escapar de su boca, un ruidito ridículo que no pudo controlar, seguramente por haber pasado todo el día en silencio... por haber vagado sin rumbo fijo en aquella ciudad vacía, donde la persistente lluvia calaba hasta el alma.
Pues nada... que me apetecía, estos días estoy de lo más "prolífica" en palabras.... espero que no le moleste, maestro...
Un saludo. ;-)
(aquí sí que llueve, y hace frío y hace viento... vamos con las orejas pegadas a los hombros)
"Ya no quedan desiertos. Ya no quedan islas.
Y sin embargo, se siente su deseo.
Para comprender el mundo a veces es necesario apartarse de él;
para sentir mejor a los hombres,
mantenerlos a distancia un momento"
Albert Camus
ésto es justo lo que andaba necesitando. le robo el pié. jap jap
le dejo un beso
¿Habrán incluido en el Arca de Noé dos cigarrillos de cada especie?
Un abrazo,
D.
Creo que volveré a fumar...no deja de ser una buena compañia.
En el cementerio no hay cabrones vivos.
Saludos.
¡¡Feliz Navidad para ti!!
Que vives el amor familiar
A la lumbre de los sueños
Alimentando la paz interior.
Dándote gracias estoy,
Por poner a mí alcance
La fortuna de haberte conocido
Y acompañarme estos días
Donde la magia navideña
Nos atrapa el corazón
Y nos regala la ternura
En cada trozo de papel escrito…
Un abrazo te dejare,
A los pies del nuevo año
Regado con la savia del afecto.
María del Carmen
también que con ese clima difícil.
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