martes, 31 de enero de 2012

Un dios cruel y atemorizante

Vemos en Génesis 22, que Dios pone a prueba la fe de Abraham ordenándole que tome a su hijo Isaac y lo sacrifique. Presto a cumplir con el mandato divino, un ángel llama a Abraham y le indica que no le haga ningún daño al muchacho, porque con su obediencia había demostrado su temor a Dios.

Hay quienes justifican esta conducta en que en aquel entonces, en Canaán el rito del holocausto del primogénito era habitual, pero desde el judaísmo se sostiene que este sacrificio era meramente simbólico. De modo que Abraham estaba dispuesto a matar a su hijo sabiendo que iba contra la naturaleza de las cosas, pero sólo por cumplir con el mandato de Dios.

Lo que me parece fantástico de este pasaje bíblico es que si uno en lugar de poner “Dios” coloca el nombre de su enemigo, la primera parte de la historia parece ajustarse mejor, ya que allí imperan el temor y la crueldad.

Hermes Trimegisto es un personaje mítico que asocia sincréticamente al dios egipcio Tot con el dios griego Hermes. Pero hay pensadores que creen que Hermes Trimegisto fue contemporáneo de Abraham, y otros consideran incluso que Hermes y Abraham fueron la misma persona. Me resulta curiosa esta asociación por esto que se le atribuye a Hermes Trimegisto: “Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse” (Kybalion)

Esta última idea no me desagrada: Un Abraham que primero acepta sin dudar el mandato divino pero que luego, puesto a reflexionar, aprovechando sus casi dos siglos de vida, se haya planteado alguna vez, acaso como duda metódica, si al fin y al cabo, Dios y el Diablo no serían idénticos por naturaleza pero diferentes en grado.

Hermes Trimegisto

viernes, 27 de enero de 2012

Casi haikus

Miope y senil

El ojo del amo

perdió su ganado

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Pos rata: regar

el caniche; pasear

el malvón

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¡No durmamos!

Sueño con chinos

cochinos
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miércoles, 25 de enero de 2012

Una visita al Barrio Chino. El misterio de los portadragones

El fin de semana pasado comenzó un Nuevo Año Chino, y un equipo de La Menor Idea se presentó en el teatro de operaciones, el Barrio Chino de la Ciudad de Buenos Aires. El cronista No Tsé XXIII y la joven fotógrafa Li llegaron con hambre al evento así que de inmediato, abriéndose paso a fuerza de codazos entre la multitud, lograron meterse en un restaurante de nombre, cocina y dueños chinos. Eran las tres de la tarde y había una hora de espera. Cuando el turno de los reporteros llegó, un mozo de aspecto chino les tomó el pedido: pollo con almendras, una coca y una Stella Artois. El mozo entró como en una especie de trance y finalmente gritó: ¡¡¡¡NATURAAAAALLLLL!!!!

- Qué? Dijo perplejo No Tsé XXIII

- Cerveza en botella NATURAAAALLLLL!!!! No queda pan, no queda hielo. Cerveza fría solo en chopp

El periodista pidió entonces un chopp, el mozo lo trajo. No estaba natural. Estaba hirviendo. Comenzó una áspera refriega entre el mozo “natural” y No Tsé, hasta que llegó otro mozo más joven, quien con paciencia oriental le explicó al cronista que por la multitudinaria demanda se habían visto rebalsados. Efectivamente al restaurante entraba y salía gente de todo el mundo. Incluso una familia hindú con ropas típicas, una pareja de españoles que a los gritos exigían mesa y así sucesivamente. No Tsé le pidió al joven mozo que trajera cualquier bebida fría y éste le consiguió un agua tónica y un Paso de los Toros Pomelo, razonablemente fríos.

Con el estómago lleno y la fotógrafa ya con ganas de volverse a su casa, el Cuarto Poder dio una vuelta por el lugar. Varios dragones típicos hacían las delicias de los niños. El único problema era que los portadragones no eran chinos. Podían llegar a ser, con suerte, de la Formosa argentina. Conclusión: LA MENOR IDEA NO TOMO FOTOS DEL DRAGON

El equipo se dirigió hacia el pequeño escenario montado en la calle Mendoza. Allí, un cuarteto de bailarines hacían las delicias de miles de espectadores, comandados por un señor canoso, pero no chino. Ninguno de los cuatro lo eran. Conclusión: LA MENOR IDEA NO TOMO FOTOS DEL BAILE CHINO. No Tsé se preguntó por qué, siendo que entre todas las colectividades del lejano oriente en la Argentina suman unas cien mil personas, los organizadores no consiguieron ocho chinos para hacer los números vivos (cuatro portadragones y cuatro bailarines de esos que se apoyan en un solo pie y extienden los brazos como un ave que vuela) lacónicamente el cronista se auto respondió: “No sé”, y comenzó a extrañar a su amigo Natural, quien si no era chino a lo sumo era coreano. El informe terminó abruptamente en este punto.

Como muestra de que La Menor Idea sí estuvo en el inicio del Año del Dragón en Buenos Aires, aquí lo vemos a No Tsé XXIII en las puertas del Barrio Chino, retratado por la joven fotógrafa Li, que a esa altura ya estaba harta, con hambre y con sueño. Seguiremos informando.

lunes, 23 de enero de 2012

Robinsonaden

Leyendo a Claudio Magris he descubierto que en Alemania existe un género literario conocido como “Robinsonaden”, novelas que imitan la saga de Robinson Crusoe sin ningún prurito. Hay más de doscientas versiones del náufrago de la isla perdida. En una de ellas, la madre del protagonista se une a un gran mono y le da hijos. Superada la primera impresión, llegué a las siguientes conclusiones: a) No creo que el mono sepa de la mujer y de los hijos muchas menos cosas de las que sabemos nosotros, los hombres b) El mono, antes, durante o después del acto amoroso puede despiojar a la mujer y acicalarle el cabello, servicios que no deberíamos menospreciar. Los problemas que tiene esta extraña unión no los comento porque son obvios, así que agrego uno solo, no menos importante. Si la mujer quisiera incorporar una banana a modo de juguete sexual el resultado sería frustrante: porque el mono banana que ve, banana que come. Enseguida.

domingo, 22 de enero de 2012

El día perfecto

El día perfecto para empezar

cualquier cosa

O terminarla

Para suicidarse

Enamorarse

Reciclarse

Readaptarse

Decía que el día perfecto

Para escribir una Odisea

Para vivir

Para soñar

Para gozar

(me disculpen

los proactivos)

Es mañana

miércoles, 18 de enero de 2012

Números

50. Encontré un billete de cincuenta en la calle

20. Jugué veinte al diecisiete en la quiniela

17. Fui a esperar el sorteo al bar

30. Me pedí un whisky de treinta

17. Salió el diecisiete

20. (pero a los premios)

35. Cobré treinta y cinco

00. Al salir de la agencia

10. Le di diez a un mendigo

01. Compré un libro viejo

15. Me quedaron quince

69. Pensé en invitarte a tomar café

NO! (pero no pude)

01. Porque cada café

10. Cuesta diez

Django Reinhardt

sábado, 14 de enero de 2012

Reencarnación de aquella sombra

Cansada de mí

La sombra

Zafó en aquella esquina

Y se perdió

Por Soler, Salguero, Salvador.

Suerte para ella

Buenos Aires

Ya no surte

Tranvías ni Oliverios

“Al llegar a una esquina, mi sombra se separa de mí, y de pronto, se arroja en las ruedas de un tranvía” (Apunte callejero, del gran Oliverio Girondo)

domingo, 8 de enero de 2012

Toses

Hay toses que ocultan risas

Otras que llaman a silencio

Hay toses falsas

Expectoradas

Ruidosas

Contenidas

De fumador

Irritativas

Contagiosas

Mortales

Hay toses de ancianos

Y de niños

Que no dejan dormir

Esta tos de mierda

Que me sigue

Como una viuda enloquecida

No sé cual es





sábado, 7 de enero de 2012

Yo no hice nada








No quise cruzarme en tu camino
Ni que te fijaras en mí
No pretendí llamar tu atención
Tosiendo a propósito
Pensando en voz alta
Hablando en voz baja
No quise que cayeras rendida
A brazos ni pies
Por eso cruzo la calle
Cuando te veo venir
Porque yo no hice nada
Para enamorarme de ti.

martes, 3 de enero de 2012

No apoyar nada sobre el piano


No apoyar una guitarra

Una trompeta

Un contrabajo

//

No apoyar a Michelle Pfeiffer

Susurrando canciones

En rojo

//

No apoyar un cadáver sobre el piano

Un gato

O un reloj de arena

//

Pero por sobre todas las cosas

Se ruega especialmente

No apoyar

Ni una

Ni dos

Ni diez

Frágiles, pálidas

Sapientísimas

Yemas dactilares en las teclas

//

Aunque Ud. sea una Martha Argerich

Tocando a Chopin

Por ejemplo.


Poesía dedicada al piano y al cartel del café librería “Clásica y Moderna” de la avenida Callao.

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