sábado, 10 de agosto de 2013

Anfitrión

Parece que Alcmena era bellísima y que además tenía su carácter, porque le dijo a Anfitrión, su esposo y rey, que mientras no vengase a sus hermanos no podría poseerla. Allí fue Su Alteza Anfitrión a vengar y guerrear, a guerrear y vengar, presuroso por volver a casa y consumar el matrimonio con su hermosa mujer. Pero el pícaro Zeus tenía otros planes: transformándose en una copia exacta de Anfitrión, engañó a  Alcmena y la hizo suya.
Humildes mortales, a no ofendernos tanto si el Padre de los Dioses y los Hombres se fija en nuestra esposa y se nos adelanta en lo único que anhelamos mientras matamos por ahí. Es que tiene el poder y tiene la malicia para hacerlo. Sólo susurro una pequeña queja, ¡Oh magnífico Zeus! ¿era necesario que le ordenaras al Sol no salir por tres días para gozar largamente de los favores de la bella? Cuando al rato llegó el verdadero Anfitrión, se podrán imaginar lo que pasó: Alcmena le soltó un insípido ¡que hacés! y siguió durmiendo, para pesar y furia del pobre rey, que finalmente tuvo lo que buscaba pero que debe haber quedado lejos, muy lejos de lo que tantas noches imaginó. Es que después de yacer Zeus, los que venimos detrás, por más malabares que propongamos y cariños que prodiguemos, somos humildísimos mortales. De esa noche atroz nacieron salomónicamente Hércules (hijo de Zeus) e Ificles (hijo de Anfitrión)

Pero esa es otra historia. A modo de consejo para los lectores de este informe, si alguna noche la contingencia los encuentra escondidos en un armario que fatalmente es abierto por un esposo de pésimo carácter, prueben a decirle ¡SOY ZEUS! ¡SOY ZEUS! Con un poco de suerte y si gusta de la mitología, el atribulado consorte dudará y ustedes salvarán sus vidas si se dan a la fuga de inmediato.






Tentativa del rey Anfitrión de matar a Alcmena representada en una cerámica del S. IV a.C. Alcmena aparece subida en lo alto. Abajo se los ve a Anfitrión y a su esclavo Sosías intentando encender con antorchas una gran pila de troncos. En el cielo a la izquierda se ve a Zeus que ha aparecido para provocar una lluvia y salvarla. Alcema, más que tratar de explicarle al esposo parece pedirle ayuda a Zeus. Las nubes son representadas con forma de mujeres con cántaros que arrojan agua sobre la pira.

12 comentarios:

Jo dijo...


La distancia y la imposibilidad siempre son cosa de los dioses... en esos tiempos creo que nosotros los mortales podriamos ser victimas de ellos directa y ridiculamente...

ahora soy atea
ni creo en milagros
y la infidelidad parece que en estos tiempos ya no es un fenomeno que sorprenda

¨(


ame ese tango que sigue

mikelbruno dijo...

¡Por Zeus, qué jodidos son los dioses! Eso le pasó por ser un buen Anfitrión ;-)

camino roque dijo...

estoy con Jo, ser fiel es lo que sorprende.
a ver cuándo nos lavan de nuevo el cerebro para tachar definitivamente lo de emparejarse.

TORO SALVAJE dijo...

Qué buena idea!!!

Me la apunto.

Beatrice dijo...

Marcelo, tu música está muy buena. Bessie me transportó a los "años locos" y ese Oblivion....y para que nombrar Paris de nuevo.

¿por qué será que en la historia nos suena más Hércules que el pobre Ificles? cosas del poder.

Ahora suena "sunny" mmm

esteban lob dijo...

Pienso que hay miles de Hércules dando vueltas por el mundo, mientras que me extrañaría que hubiese al menos un Ificles.En esta historia no hub, al paso de los siglos, la tan mentada "Justicia divina".

Marcelo dijo...

Gracias a todos por sus comentarios! Y un agradecimiento especial a María García Esperón, que desenredó el lío que hice con el nombre de Alcmena. Recurriré de nuevo hoy a Don Borges, quien decía que la creación es una mezcla de olvido y recuerdos de lo que hemos leído. En el caso de Alcmena, ha privado más mi olvido, María! Muchas gracias de nuevo.

SIL dijo...

Ojo, que muchos tienen cuernos eternos y no se los puso Zeus, precisamente.


Yo diría que es un privilegio el del ¨buen¨ Anfitrión, si se lo compara con otros casos.


Besos, Marcelo.




SIL






María Moliner dijo...

Alta mira! (en el glosario de insultos tumberos, aplíquese a aquella facción progresista a quien la izquierda le piantó unos cuantos votos en las últimas P.A.S.O).

miralunas dijo...

ahora entendí lo de ser anfitrión!
mucho más clara Alcmena que su marido, para explicar el concepto, me pareció.

abrazo!

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Me imagino la explicación de emulas de Almecna. Y la respuesta podría ser más vale que tu hijo sea valiente como un semidios o ya vas a ver.
¿Almecna creyó que era Anfitrión o sospechó algo? Debe haber notado lo de las noches de tres días. Porque al diferencia de los mortales, que fueron dormidos por Hypnos (otro complice), estaba despierta.
Me llama atención del epidodio de Anquises, visitado por Afrodita. No pudo ser discreto. ¿Alaguien podría serlo despues de una historia con Afrodita?

Maga h dijo...

Pero che!!! no haber leído antes. Le hubiera venido bien a una amiga.

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