viernes, 18 de febrero de 2011

La mosca resfriada


Una mosca se metió en mi congelador mientras sacaba un poco de hielo, y se quedó unos minutos hasta que devolví la cubetera. Salió como pudo –sus alitas estaban medio congeladas- pero no pudo evitar el estornudo porque se resfrió. Y así fue que con un poco de hilo de coser improvisó una bufanda para su cuello, mientras se la pasaba haciendo ¡atchís! Pero eso no le preocupaba porque lo decía tan bajito que ninguno la escuchaba.
La que se enojó con ella fue su mamá, al verla llegar con la bufanda de hilo de coser y las alitas cristalizadas.
-Maruca, chiquita… ¿cuándo te vas a cuidar?

Esta historia le conté muy serio a mi hija, pero no me la creyó. Y nos reímos los dos.
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Coguionista, ilustradora y musicalizadora: Macarena

15 comentarios:

Arancha dijo...

Linda!!

Me encantó. Pero esta vez el mérito no es tuyo, Marcelo, sino de la co-guionista, ilustradora y musicalizadora, Macarena.
Pídele permiso de mi parte para poderlo imprimir y contárselo a mi gordi, a quien le encantará no solo la historia, sino el detalle de la bufanda que le pone la mama para abrigarle el cuellecito.
Además el dibujo es perfecto para ilustrarla y él también se volverá loco con el retrato de la pobre mosquita bebé con sus alitas congeladas.

Muchas gracias!!
Dale a Macarena muchos besos tanto de mi parte, como de Luisito.
A tí, un abrazo.

Cecy dijo...

Y los dos me hicieron reír a mi.
¡atchís!

Besos a Macarena.
A usted un cuack y no pida mas.

SIL dijo...

Ha sido una magnífica co-producción.

Esos locos bajitos se nos parecen, verdad, Poeta Imperfecto...?

Beso inmenso

SIL

Euphorbia dijo...

La mosca, un animal que sale poco en los cuentos. Se merece un relato tan tierno. Me encantó.
Con tu permiso se lo contaré a mi hijo.
Un beso, Marcelo

Ana dijo...

Pues debe ser así con las moscas, no sé si resfriado, tampoco sé si percibirán los cambios de temperatura por la garganta o son los pelitos esos... pero al menos hubo hilo en tu casa para salvarla.
Ahora le queda la vida por delante para contarlo...
¡Qué rojos se le pusieron los ojos! Creo que tuvo hasta fiebre.
Bien, Macarena, por ver tan claro cada detalle.

Daniel Os dijo...

De ser el padre de la mosca también me habría enojado… ¿salir a esas temperaturas con un abriguito de hilo?

Muy tierno el cuento,
D.

Mariela Torres dijo...

Estos cambios de temperatura tan abruptos resfrían a cualquiera.
Preciosas la ilustración y la canción.

Besos.

BLUEKITTY dijo...

Pues yo creo que es una linda historia. Y hasta podría creerla si me siento un poco a imaginarla ;)

saludos

Reina dijo...

Ya tomo nota para contársela a mis alumitos el primer día de clase... creo que será un buen comienzo... :)
Me encantó...!!!

Isabel Estercita Lew dijo...

Coproductores de ternura, una grossa la fierita che!

Cuak

Estercita

Alelí dijo...

qué ternura!

hago lo mismo con mi hija! que delicia...

besos

MaLena Ezcurra dijo...

Pedacito de ternura.



M.

Merche Pallarés dijo...

Muy tierno relato. Perdona que no te haga muchos comentarios querido Marcelo pero como sabes estoy en Ibiza y no paro... Pero quiero que sepas que te leo... Muchos besotes, M.

Pame Recetas dijo...

Hermosa historia de un padre y una hija. Besitos para los dos y saludos a la mosca

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

la imaginé perfecto con la bufanda! jajajajja

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