Yo estaba en el bar haciendo que leía
Y vos pasaste simulando no mirarme
Eso pensé
En realidad no me viste ni un poquito
Por suerte el pie asomado funcionó
Y caíste sobre mí
Me manchaste de café
leche y tostadas
Con manteca que asomaba
Por tus labios
Sólo el agua se salvó
Esa que tiraste luego sin querer
Sobre el libro
Que fingía estar leyendo
Y no leía
12 comentarios:
Eso sí que es una táctica.... jaja
Desayuné.
Café y letras.
Faltas vos.
Pero estás en la carta.
En los especiales del día.
Que escena tan romántica, lástima que sólo lo fuera para uno de los dos.
Lectura fingida y accidente fingido… después decimos que son las mujeres las que fingen los placeres.
Un abrazo virtual, que no fingido.
D.
¡Ay, qué pillín eres mi Marcelito querido! No me extraña que ligues mucho y tengas minas haciendo cola para pasar un rato contigo tomando... café..., bueno, en tu caso, mate... Besotes, M.
Yo desayuno avena.
:)
Me encantó, Marcelus!
Sigo Marcelo con mis deformaciones deportivas. Seguramente al hacerle "el foul" a la mina, pensaste en la más reciente infracción a David Ramírez. Pero esta no produjo tiro libre.
Debe haber sido Simona, sino mirà:
http://gotasdelluviasobremipiel.blogspot.com/2011/11/un-nuevo-desayuno.html
Bs....
De ahber sido yo la chica, el pie no me hubiera hecho falta. Soy tan torpe que llevando todo eso conmigo, me habría caído seguro. Sobre quién? Si yo te contara...Son muchos tropezones en mi vida.
Un abrazo.
Nada debe haber más lindo que tropezar con esa clase de piedras, aunque nadie quiera :)
Un beso, Marcelo.
SIL
¡Qué lindo tropiezo! ¡Y qué maravillosa manera de decirlo!
Lo voy a tener en cuenta ;)
Besos
me gustó, fingir que se lee es un buen recurso
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