sábado, 8 de septiembre de 2012
El cartero responsable
Es un cartero muy responsable. Nada de andar revoleando
misivas por puertas y zaguanes, eso sí que no. El cartero responsable entrega la carta
en manos de cada destinatario. Pero eso tampoco lo deja tranquilo. Hasta que la
persona en cuestión no abre el sobre y lee la carta en su presencia, el cartero
responsable no se va. No es que obligue a la gente a leer su correo en voz
alta, claro que no. Es respetuoso y le
basta con escrutar las caras. Enseguida sabe si se trata de un final o de un
comienzo: un despido del trabajo o un amor que se termina. El aviso al ganador de
un sorteo. O simplemente la apertura del sobre, un vistazo y la carta a la basura.
Entonces, el cartero da media vuelta y se va a buscar al próximo destinatario.
Una vez una señora le cerró la puerta en la cara. El cartero se trepó responsablemente
a un árbol (incluso con el bolso pletórico de cartas) y hasta que no vio la
cara de alegría de la viejita por la pensión que llegaba de Italia, no se
descolgó. Los peores momentos de su trabajo los pasó en tiempos de la guerra, no hacía falta ser muy
perspicaz para saber qué decían ciertos sobres que entregaba.
Al cartero responsable nadie le escribe jamás, y eso lo
tiene muy preocupado. No porque quiera hacerse de un amigo o de una novia, eso
sí que no. Ansía recibir una carta para ver qué tal trabaja el cartero de su
barrio.
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7 comentarios:
¨El cartero no tiene quién le escriba...¨
Beso, Marcelo.
SIL
O sea, estimado Marcelo, que se trata de un cartero con la más arraigada deformación profesional.
MUY dedicado ese cartero, ja,ja... Besotes, M.
Alguien que se toma enserio su trabajo, con amor y entrega.
Un tesoro a conservar.
Adoro la música de tu blog.
Un beso, Marcelo!
qué espera tan , tan..., no sé, pobre cartero!
un abrazo
Jajajajaja...
Me encantó, sobre todo el giro final.
Delicada voz del cartero. Delicada ternura la tuya que le escribe su primera carta, esa que ansía recibir, aunque tú no seas el cartero de su barrio. O tal vez sí, lo eres, y él, cartero del tuyo, aún no se haya dado cuenta de eso.
Besos
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