viernes, 1 de noviembre de 2013
Esperando la tormenta
En todos lados advierten que esta noche caerá una tormenta
horrorosa. Y es posible, porque el sábado me habían invitado al Tigre, de modo que
lloverá hasta el fin.
Esta noche caerá una tormenta horrorosa y me siento culpable
de sentirme feliz, porque seguro que mañana habrá una lista de inundados sin
hogar.
Pero es que me gustan las tormentas desde antes que pasaran
esas cosas, cuando llovía y ya.
Dejaré la ventana abierta; me meteré en la cama; pondré ojos
de gato; abriré todos mis sentidos, porque me gusta mucho, pero mucho mucho,
cuando se huele en el aire cierta electricidad, cuando se puede tocar la
quietud que nos advierte que cualquier cosa puede ocurrir; todo me despierta
cuando estoy
Esperando la
tormenta.
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8 comentarios:
Desde anoche y durante el día de hoy se abre un umbral dicen, donde es más fácil acceder a otros mundos. Quizá la lluvia ésta sea un poco mágica, pero todo en la vida lo es, aunque luego haya catástrofes. Es parte de la vida, van de la mano.
El dulce vértigo de la víspera.
Eso siento cuando las tormentas se acercan.
Lo otro, la nada,se debe parecer bastante a la muerte.
Le mando un beso.
¡Feliz Cumpleaños!
Un abrazo.
Gracias por los comntarios, Bluekitty y Sil, y por el saludo, Susana!
Creo que no hay que sentirse culpable por sentirse feliz, porque es un estado esquivo. Que no dura-
¿Fue tu cumpleaños? Feliz cumpleaños.
Te deje un premio en mi blog.
siempre he sido un animal domesticado y la naturaleza en su estado salvaje me da miedo
Tal vez esa tormenta, terrible para muchos, fue un regalo de cumpleaños para ti. Es la ley de la vida.
Felicidades, aunque tardías, Marcelo.
gracias Demiurgo, Camino y Esteban! Que siga habiendo personas que visitan blogs en esta etapa de retraimiento bloggero, es un milagro que tenemos que agradecer.
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