jueves, 26 de junio de 2014
El Hombre Maravilla
¿Dónde andarás
Maravilla, el campeón de la rodilla destrozada?
Para mucha gente, pasaste sin escalas de boxeador dotado a ladrón de la última
gran bolsa de tu vida. Debés tener algunos amigos menos, Maravilla. Ya no debe
ser tan bueno tenerte de imagen publicitaria. Anduviste penando por el ring,
Maravilla, blanco fácil de los golpes porque no podías moverte. Vos sabías que en el boxeo lo que más importa
son las piernas. No es tan bueno tener una mandíbula de acero o las manos
pesadas. Importa el equilibrio, poder salir de cualquier situación, tener
piernas para sobrar, para mostrarse, para escurrirse. El gran Sugar Robinson
había dicho: “me retiro del boxeo porque
mis piernas ya no pegan como antes” y vos lo sabías, Maravilla. Pero
subiste igual.
No pasó un mes del combate más triste del mundo y ya nadie
nombra al Campeón. Nadie pregunta por sus golpes ni por su rodilla rota. No
debiste pedirle disculpas a la gente que te fue a ver, Maravilla, debiste mandarlos a la mierda. ¡Ojalá
tengas familia, Maravilla! Ellos serán tu verdadero público, la leonera no tiene
memoria cuando las luces del estadio
apagan los ojos. O cuando saluda al próximo campeón. Ese que es pibe todavía, y
promete estilo de rodillas impecables.
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16 comentarios:
Me surge de leer esto... "Es fácil hacer leña del árbol caído."
Siempre que entro a leerte me encanta tu musica. Gracias!
A sabiendas subió; a cambiar la pesada realidad por el mito. Heroica manera de ser.
Muchas gracias por tu comentario y me gusta que te guste la música, Cami. Trato de vincularla a lo que escribo siempre que me guste.
Un abrazo!
Qué placer, Cristina! Hay escritores que se sienten cercanos al box. Su Cortázar (recuerdo su lectura de "Torito" para el documental de Bauer. Si no me equivocó ahí aprendí del error de pensar que un boxeador aprieta la mano fuerte para saludar. Al contrario, la dan suavemente, su mano dolorida de entrenar ya no soporta más castigo) Lo tenemos al bravucón Hemingway y a Soriano.
Yo le agradezco que tenga al opúsculo a modo de salvavidas ocasional (y algo pinchado) y mire lo que acabo de encontrar de Maravilla. Ojalá lo haga!
http://www.diariopopular.com.ar/notas/134730-maravilla-martinez-quiere-ser-escritor-cuando-deje-el-boxeo-
A sabiendas subió, Ferragus. No tengo dudas.
Un abrazo!
Buenos días Marcelo:
Entre Maravilla Martínez, la cálida música de fondo y el agradecimiento por tus buenos anhelos para el Brasil-Chile de hoy que expresas en mi blog, saludo este sábado tan frío de Santiago.
Abrazo.
Maravilla olvidó que en el ring, tanto como en la vida, lo que nos sostiene es lo más importante. No sin razón es la metáfora de los pies de barro. Las fantasías son buenas para colorear, entretener ¡vender un producto! No mucho más.
Un mundo extraño el nuestro, estimado amigo. Lo falseado, inflado, impostor, circula junto con lo auténtico y con el mismo valor. Creo que el boxeador se enteró algo tarde que comprar lo que se vende, no siempre es buen negocio.
Saludazo.
Un abrazo Esteban. Mis opiniones sobre el dramático partido de esta tarde te las dejé en tu blog.
Durísima, Susana! Pero uno nunca sabe lo que es buen negocio para el otro, sólo sabemos lo que es buen negocio para nosotros.Y esto último, con suerte.
Saludazo amiga!
Ay, Dios... ya me liaste, que yo no sé quien es Maravilla, ni me interesa el boxeo y ya me veo buscando noticias a diestro y siniestro... si es que siempre me acabas liando. A ver si la maravilla para enredarme vas a ser tú. Besos
Anabel! Maravilla Martínez es un buen boxeador que llegó tarde al éxito y aquí generó una idolatría instantánea. Pero a sus casi 40 años está muy maltrecho, aceptó pelear en mala condición física y perdió. Instantáneamente ya no se habla de él.
Marcelo he intentado comentar. Voy a intentarlo de nuevo.
Cualquier deporte mueve muchos intereses, pero el boxeo -pienso- es el más ingrato de todos. Muchas manos acarician su espalda, mucha gente a su alrededor con la mano abierta. Cuando llega el ocaso se queda solo, su soledad no es precisamente "puede" la falta de compañía, sino esas luces que se apagaron para él en el ring. Muchas secuelas dejaron cada golpe recibido.
Nunca me ha gustado que apuesten por nadie, menos por una persona que se deja su sangre en un pavimento por golpear o ser golpeado.
Un saludo
Lindo
Duro
Jodido
Lindo
Duro
Jodido
Me gustó el relato, besos.
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