domingo, 15 de febrero de 2009
Regalo de San Valentín
Ella desconfiaba del amor de él. El no sabía que más hacer para demostrárselo.
Juramentos sobre biblias, poesías; flores y bombones. Pero nada le bastaba a ella, recelosa.
Entonces él consiguió un detector de mentiras y se lo regaló para el día de los enamorados. No era un regalo romántico, pero sí eficaz. Ambos se sintieron dichosos, él por poder demostrarle su amor a ella, y ella por poder comprobarlo.
Al cabo de unos minutos de preguntas insustanciales, llegó la verdadera:
-¿me amas? Preguntó ella
- ¡sí! Contestó él sin dudar. Su presión arterial, su ritmo cardíaco y su respiración no sufrieron alteraciones.
Felices ambos, bebieron champagne e hicieron el amor como nunca lo habían hecho, en el día de San Valentín. Fue a él a quien se le ocurrió ingenuamente, pero no porque su noble corazón albergase alguna duda. En realidad fue pensando en el dinero que había gastado para algo que usaron diez minutos.
- ¿Lo probamos contigo?
Ella primero le dijo que no, porque había un montón de críticos que decían que se trataba de una prueba tramposa y poco fiable…Pero finalmente tuvo que acceder, ante las risas y arrumacos de su enamorado.
Entre las sábanas todavía húmedas, en aquella noche gloriosa de San Valentín, sonó la dulce voz de él, despreocupada por la respuesta de ella.
-¿me amas?
Ella tragó saliva y respondió.
Juramentos sobre biblias, poesías; flores y bombones. Pero nada le bastaba a ella, recelosa.
Entonces él consiguió un detector de mentiras y se lo regaló para el día de los enamorados. No era un regalo romántico, pero sí eficaz. Ambos se sintieron dichosos, él por poder demostrarle su amor a ella, y ella por poder comprobarlo.
Al cabo de unos minutos de preguntas insustanciales, llegó la verdadera:
-¿me amas? Preguntó ella
- ¡sí! Contestó él sin dudar. Su presión arterial, su ritmo cardíaco y su respiración no sufrieron alteraciones.
Felices ambos, bebieron champagne e hicieron el amor como nunca lo habían hecho, en el día de San Valentín. Fue a él a quien se le ocurrió ingenuamente, pero no porque su noble corazón albergase alguna duda. En realidad fue pensando en el dinero que había gastado para algo que usaron diez minutos.
- ¿Lo probamos contigo?
Ella primero le dijo que no, porque había un montón de críticos que decían que se trataba de una prueba tramposa y poco fiable…Pero finalmente tuvo que acceder, ante las risas y arrumacos de su enamorado.
Entre las sábanas todavía húmedas, en aquella noche gloriosa de San Valentín, sonó la dulce voz de él, despreocupada por la respuesta de ella.
-¿me amas?
Ella tragó saliva y respondió.
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43 comentarios:
;-). Un beso Marcelo.
Ahá... tan real como la vida este San Valentín de este relato tuyo.
¿Qué ocurrió, Marcelo? ¿Cuál fue su respuesta en San Valentín? Si fuera realista me esperaría cualquier cosa, pero no lo soy, no soy realista, soy una romántica empedernida y tengo la seguridad de que, diga lo que diga el detector, ella le ama en esa gloriosa noche y en todas las que vendrán.
Un beso.
Sí, ¡¡¿¿QUÉ RESPONDIÓ??!! Besotes, M.
Que buen relato!!!!!!!!
Un abrazo
que bueno! un cortometraje de impacto! Felicidades
No es de recibo que nos dejes a esta altura del relato...este suspense... Apuesto que si respondió que no, la máquina que no se equivoca dijo que mentía...
Besitos, Marce.
JAJAJAJAJAJAJA!
Y es que lo que es bueno para el pato es bueno para la pata!
jajaja
Buenísimo!
Besos que superan la prueba detectorica!
jajaja
aish, esa respuesta de ella..
como la vida misma.
un abrazo
Cha cha cha chan!!!!!
su respuesta un SI,
y que dirá el detector?
Saludos
Marcelo: el año 81 compré Bomarzo en Mendoza. No he podido avanzar más que unas páginas en él, yo que presumo de ser una buena lectora.
He de intentarlo de nuevo.
¿algún consejo?
Beatriz
¿qué dirá el detector?
Otro, Helena!
Fusa: muchas gracias. Aunque a veces el realismo y San Valentín no se llevan bien...
Gloria: estoy seguro que si te pusieran el detector mientras dices eso, no habría alteración alguna. Pero ella tragó saliva...
Un beso!
Merche: yo no sé que respondió, pero como dije recién, la previa a la respuesta no empezó bien!
Un beso (a prueba de detectores)
Gracias Mi vida! Otro para vos
Me alegro que te haya gustado Elbia!
Un saludo
Selma: yo creo que ella debió invitarlo a almorzar y relajarse, porque si empezó tragando saliva la cosa venía mal...Pero, la verdad es que yo tampoco sé que sucedió!
Un beso
Hola Lena! me gustó el dicho de la familia patil. Decía recién algo parecido a lo que vos me decís. Te imaginás un detector de besos mentirosos? Lo patentamos?
Un beso y un abrazo al yerno.
Hola David: me temo lo mismo que vos, es la vida la que responde ahí, no?
Un abrazo
Camino del sur. Coincido con tu afirmación y tu interrogante...cuál será la respuesta?
Beatriz: no sé qué dirá el detector...
Respecto de lo que me contás Bomarzo, a veces también me sucede con un libro que me resulta hostil. Y si eso perdura con el correr de las páginas, considero legítimo el abandono. Pero en tu caso ha pasado un buen tiempo desde aquella vez, y estoy seguro que tanto vos como el libro no son iguales a los que fueron en aquel entonces. Yo apenas leí unas sesenta páginas, y de verdad me tiene atrapado. Y si tirás los dados una vez más?
Marcelo, por favor, ella que le respondió... Me imagino que nos lo contarás en otra entrada...Feliz tarde de domingo.Un abrazo.Angela
Ummmm! Mal tema cuando tragas saliva y tienes que pensar la respuesta, ¿no crees?
Besos, Marcelo
¡¡No me creo que ella no le quiera!!
La saliva la tragó sólo por añadir misterio...No es bueno que estéis tan seguros...Mejor crear cierta duda...
Ella sabe mentir al polígrafo, seguro, todas sabemos por jugar al amor jajaja
Mañana voy a por uno!!
Respondió que sí, pero lo que dijo el polígrafo... mejor que cada uno lo suponga.
o silencio, eia a sua resposta!
Creo que estas máquinas infernales las carga el diablo y luego pasa lo que pasa...Lo mejor es contestar con otra pregunta, al estilo gallego... jajajaja.
Besitos
Cuántas veces no sucede eso, ¿ah? Exigir lo que no somos capaces de dar.
Me encanta tu blog...tanto que ahora mismo debería estar estudiando para mi último examen de la carrera en vez de estar leyendo tu blog y oyendo la maravillosa música que le pones ;)
Besos Marcelo!
:) pero que picarón estás hecho
ah, que gloria entrar...por la música, ya sabes, menuda versión!
siloam
Ouch.
Estupendo relato del amor egoísta. ¿Ama de versa el celoso patológico?.
Uy.
Un beso.
Soledad.
Maravilloso, me encanto!
Besos!
Me gustó el final de la historia. Cada uno puede suponer la respuesta de la dama y lo que dijo el polígrafo. Sólo él sabe lo que verdaderamente sucedió. Esa es la mejor parte.
¿Que pasaría si tuvieran que usar obligatoriamente detectores de mentiras políticos y abogados?.
También unos cuantos técnicos a domicilio que aseguran visita "mañana a las 11" para reparar algún artefacto casero.
Hay varios que tragarían saliva. No solamente la protagonista de esta historia Marcelo.
Saludos.
No hace falta respuesta. Sólo con tener que pensar la respuesta, respondió.
Un saludo
En el amor, a veces hace más faltqa un detector de verdades.
Un abrazo
Rafa
¿Y no haría falta otro aparatejo que detectara si el detector detecta correctamente? ¿Y no haría falta un tercer aparatejo para comprobar la seguridad del segundo aparatejo? ¿Quién vigila a los vigilantes? Un saludo, Marcelo. Me encantó el relato. El final es fantástico.
Hola Angela! Me temo que termina ahí...será cuestión de revisar el asunto, tal vez así podamos hacernos una idea!
Un beso
Reina: totalmente de acuerdo, hay respuestas que no requieren ser verbalizadas!
Un beso
Ana: si no me conozco a mí mismo, no puedo conocer cabalmente a los demás...Tal vez tenés razón! Te imaginás si todos tuviéramos un polígrafo en casa o en el trabajo? respetaríamos mucho más el valor de una mentira, piadosa o no...asegura la convivencia!
Un abrazo (sincero)
Cecilia, es lo único que me atrevo a revelar: yo también creo que contestó que sí. Luego, no lo sé...
Fátima: no sé si el silencio total, pero esa demora en responder...yo creo que el silencio era una mejor respuesta.
Un beso!
Gata: tenés razón, uno termina embarullándose y peleándose con todo el mundo. A quien se le ocurre ir por la vida diciéndose todo el tiempo la verdad? No habría institución que aguante...
Un beso
Xili: de veras? es lo máximo a lo que uno puede aspirar. A robarle el tiempo a una estudiante cabal....gracias!
Un beso
Siloam: estoy con ganas de poner la versión de Hendrix, pero temo espantar a los visitantes...Ya veremos!Un beso
Soledad: muy buen interrogante. Yo, opino que no. Y vos? Un beso
Gilda: el sábado vi Gilda de trasnoche...No me acordaba que la escena transcurría en Buenos Aires!
Caro: te dije feliz cumpleaños el sábado? y que te quiero mucho? aprovecho ahora para decirte ambas cosas.
Un beso
Patty: los abogados dicen que nunca es bueno preguntarle a un testigo algo cuya respuesta ignoramos. Tal vez, en el amor sea igual...
Esteban: los políticos, abogados y trabajadores a domicilio son tan mentirosos que con ponerles una lata con una aguja que se mueva, creerían que los atrapamos.
Un abrazo
PD: surgió algo inesperado con la entrada del sábado. Y fue que amigos tuyos vinieron para aquí, y amigos míos para allá. Si alguna vez venís de vuelta a Buenos Aires, me avisás?
Un abrazo
Laura: blanco total. Así es.
Un beso
Rafa: te puse el detector de verdades el sábado. Y dijiste la verdad, de aquí a Gijón.
Un abrazo y te felicito por tan genuina y emocionante demostración de amor. Y además -nos pierden esos detalles- bien escrita.
Un abrazo
Gracias H! Yo sé quien vigila a los vigilantes: el Gran Hermano (pero el de 1984) y quien vigila al Gran Hermano?
Un abrazo
uhhh como lo estafaron al pobre muchacho. tantas quejas sufridas de la quejosa...y la quejosa tenía todas TODAS esas quejas. tremendo. quiero quejarme. queja!
saludos
pd: sepa disculpar mi ausencia prolongada, las vacaciones...son algo extrañas, a veces, el relax genera eso, vio?
pd: no se altere si lee una maratón de comentarios de mi parte.
pd: atte.
pd: manuel
Llego saltando de casa de Gloria, que hoy te había recomendado...
Y me encuentro con un relato tremendo... Me has hecho reír, y pensar en un novio que tuve, muy digno me soltó: -que nunca te vea mirandome el móvil-, desde aquel día supe que:
A la menor ocasión él miraría el mío, no confiaba en mí, y lo más inquietante...algo me ocultaba.
¡Quien a hierro mata a hierro muere!. Ufff, eso le pasa por desconfiada.
Besitos
Marcelo
Regalo no solo poco romántico, sino de mal fario: suena a policía y crimen.
Lo mejor del amor, es creer en él.
Y dicen, que si uno tiene miedo de la respuesta… mejor ni preguntar
Un beso tardío
hermoso relato!
San Valentin, en que aprietos nos pone el bendito san valentin!!
saludos!
Que excelente narración! me ha impresionado la facilidad y el ritmo que lleva de principio a fin, y sin decir nada de el suspenso final...
aunque redunde: excelente!
Que agradable Blog que bien que nos cyber topamos!!!! Y esta historia està genial.
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