domingo, 8 de febrero de 2009

Veinticuatro horas en la vida de una mujer

Ella había decidido tomarse en soledad un sábado sabático, porque a sus cincuenta y cinco excelentemente llevados tenía ese derecho. Por la mañana paseó por Recoleta, almorzó en la Munich y luego fue hasta el Malba. Tenía tiempo y decidió tomar algo en la cafetería del museo. De allí volvería a casa a descansar un rato, darse un baño, arreglarse e ir al Colón. "La carrera de un libertino", su ópera favorita, no se la perdería por nada del mundo.

Se sorprendió con ese joven leyendo "Veinticuatro horas en la vida de una mujer" ¿cómo conocía a Zweig? Nunca supo si se le escapó la idea en voz alta, o lo hizo a propósito.


- Porque estudio letras- contestó él.


Primero hablaron tímidamente, de mesa a mesa. Pero cuando ella le comentó su gusto por Miller, Bukowski y D.H. Lawrence, y él la sorprendió otra vez con los exquisitos autores de su preferencia (Flaubert, Camille Stein, Bioy Casares) ya estaban en la misma mesa...

El tiempo parecía volar, y ella volaba con él. Le propuso delicadamente otra ronda de cafés, pero él le dijo algo acerca de cierta suma de dinero por pasar la noche juntos.

Ella se dio cuenta que se le hacía tarde. Si no se apuraba, no llegaría a tiempo al teatro. Es que los artistas no esperan al público. Generalmente sucede al revés.

31 comentarios:

Susana Peiró dijo...

Como a la Sra. “C”, el estudiante la confundió con una cocotte! ¿También sería un jugador?(Dura la life para los estudiantes de letras, de 1930 y de ahora!)
“…veinticuatro horas eran más que suficientes
para decidir la suerte de una mujer…”
Stefan Zweig

Muy buen trabajo y asociación!
Saludos!

Susana Peiró dijo...

Corrección (me acordé)el estudiante de Zweig creo que estudiaba diplomacia.

Patty dijo...

Ella tendría que haberse quedado con el joven.
¿Es verdad lo que dice Susana? En mi opinión, la vida de quienes estudian letras debe ser maravillosa.

Lena yau dijo...

Yo estudié Letras.

No me estraña que el chico mirase empleos alternativos...

Cariños!

Martine dijo...

Los "Gigolos" cada vez tienen más estudios, o eso parece...
Buenísima historia, Marcelo y bien Narrada como nos tienes acostumbrados...
Un beso, tempranero en mi mañana, Marcelo.

Merche Pallarés dijo...

Eso de introducir a Camille Stein entre Flaubert y Bioy Casares... muy bueno. Lo del estudiante de letras pues de algo tiene que vivir y si las mujeres maduritas están dispuestas a darse una alegría al body--pagando--¡qué disfruten los dos! Ahora si eso me pasara a mi, me daría un disgusto y un soponcio de mucho cuidado... Me quedaría sumida en la depresión para los restos... Besotes, M.

Merche Pallarés dijo...

¡Preciosa la canción de Norah Jones! Besotes, M.

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Un delicioso relato, Marcelo. Me encantó ese libro (Veinticuatro horas...) y volveré a releerlo gracias a tu post.
También a mi me gusta Camille Stein... y estudié letras.
Y seguramente, a todos, se nos ha hecho muy tarde alguna vez...

Un beso.

Soledad.

Camille Stein dijo...

quizá él fuera el mismísimo Tom Rakewell, inducido al libertinaje y a la locura por Nick Shadow

y ella, Anne Trulove, la que al final salve el alma de su amado, aunque no su cordura, refugiándose después en la música de Stravinski

... quizá para olvidar


él tiene un gusto exquisito en cuestión de letras (!?)

un abrazo, Marcelo

Ana dijo...

Cuando te leo en prosa siento que nos retas a través de tus textos, que son en realidad un juego de palabras excelente e inteligente...

¿Era la auténtica Ann Trulove?

¿Buscaba el amor verdadero (true love) cuando encontró que alguien usaba las hojas de la literatura para envolver negocios de amor...?

Quizás sólo buscaba aquel café y algo de paz... sin "sombras".

marichuy dijo...

Marcelo

Y una que anhela que en lugar de toparse con badulaques adictos al iPod y al peor cine hollywoodense, la vida la sorprenda con un sensible amante de la buena literatura y la conversación interesante… y mira con los éstos pueden salirte. Carajo a dónde nos ha llevado el capitalismo salvaje¡! jaja

Un beso.

xxxxxxxx xxxxxx dijo...

Interesante historia, muy bien narrada.
Triste historia la de este chico, por unas monedas vender su cuerpo....tal vez su alma.

xxxxxxxx xxxxxx dijo...

Y la música maravillosa.

esteban lob dijo...

Hola Marcelo:

Me cuesta seguirle el ritmo a tu profusión de entradas, todas bien escritas, imaginativas y generalmente muy profundas.

Por tanto opino de una vez que la mujer aquella debió haberse sentido decepcionada porque su ocasional colega de libros fuera en realidad un gigoló. Habría sido lo lógico, aunque en estas cosas pudiera no haber lógica.

También opino que la suerte de los perros no va ligada muchas veces a su pedigree. Yo tuve por años una "quiltra" (así llamamos en Chile a los perros que no son de raza), super inteligente y querendona,la reina de la casa...hasta que la mató un auto.

Un abrazo.

gloria dijo...

Estoy buscando la cartera... ¿cuánto dices que cobraba?

Resignación y al teatro, pero con el recuerdo de una conversación irrepetible.

Besos.

Laura dijo...

Después de tanto andar y tanto conocer a la especie humana no me sorprende el final de la historia ni tu exquisita manera de decir, de contar...

Gracias! Un abrazo calido.

BEATRIZ dijo...

Hola Marcelo,

Ha sido un placer este relato, este intercambio de lecturas sugeridas por las que dos seres se encontraron, aunque no por ello ella se perdería la función de teatro...

Saludos desde Hampton Virginia

olhodopombo dijo...

Oi,Marcelo,
que beleza................

Marcelo dijo...

Susana: bien por la lectora de Zweig! El hombre, un maestro...Y respecto del joven de nuestra pequeña historia, podía ser jugador, pero diplomático, no creo. El suyo es un trabajo que no tiene mucho tiempo para perder, y se debe ir al grano...
Gracias
Un beso!

Patty: no sé si es verdad lo que dice Susana. Y sí debe ser maravillosa la vida del estudiante de letras. Aunque algo apretada de dinero...

Lena: eso es lo que acabo de decirle a Patty. Anque hay empleos un poco más...como decirlo? no digo más honestos. Por lo menos más elegantes!
Un cariño

Hola Selma! Parece que se está haciendo más común junto con el estudio de una carrera, verdad? En ese caso, creo que un estudiante de letras le lleva ventaja al de otras carreras. En principio, debería tener una charla más interesante!
Un beso

Marcelo dijo...

Merche: gracias. El que no está convencido es Camille, pero yo sí creo que tiene un estilo exquisito, le guste o no. Y en esta casa, mal que le pese, mando yo (me refiero al blog, porque en mi otra casa...) Y es cierto que de afuera la transacción no parece tan complicada como cuando hay que ponerse en la situación de quien paga!
Un beso

Hola Soledad! Casi hacés bingo! sólo te faltó la ópera...Y definitivamente concordamos. A quién no se le hizo tarde alguna vez?
Un beso!

Hola Camille! Tus perspicaces "quizás" son respondidos con otros quizás. De lo que no tengo ninguna duda (como tampoco Merche y Soledad) es que el joven tenía unos gustos exquisitos. Lo siento, seré inflexible con eso.
Un abrazo

Marcelo dijo...

Ana: muchas gracias por tus palabras! E inmerecidas también. Tus quizás, como los de Camille, son perspicaces...
Un beso!

Marichuy: poniéndose en el lugar de nuestra protagonistas, yo creo que es mejor encontrarse con un exquisito estudiante de letras que ofrece cariño rentado, que un badulaque adicto al Ipod y al peor cine holliwoodense...
Un beso!

Hola Fran, tanto tiempo! A lo mejor sólo los alquilaba. Aunque un alquiler reiterado se transforma con el tiempo en una venta.
Me alegro que te haya gustado la música!

Marcelo dijo...

Esteban: no te preocupes! primero que aquí quedarán y segundo que con venir de vez en cuando alcanza...Yo opino lo mismo que vos.
Respecto de los perros, coincidimos también, como habrás visto en la entrada. Cuando me tocó tenerlos, siempre fueron raza "calle". Y he visto callejeando -especialmente en las zonas de veraneo, donde padres inescrupulosos los compran para que sus hijos se diviertan y luego los dejan abandonados- canes de gran pedigree. Y el cruce en las calles, todavía lo recuerdo con angustia, cuando se me escapaba y echaba a correr. Así que te entiendo perfectamente.
Un abrazo

Gloria: la verdad es que no lo sé. Pero el museo Malba lo conozco, podría acercarme a preguntarle. Pero me temo que interprete mal la pregunta. Si fuera así, creo que el precio va a aumentar considerablemente...
Besos

Gracias Laura! Y respecto de esos finales abruptos, a quien no le ocurrió o supo de alguien que le ocurrió?
Un abrazo cálido para vos también

Hola Beatriz! Te agradezco mucho. Podemos compartir lecturas con alguien y disfrutarlo...pero hay veces en que es mejor irse. El teatro no espera!
Muchas gracias por pasar por aquí!

Gracias Fátima!
bjs

Anónimo dijo...

Me encanta ese hombre. Estas navidades H. me regaló dos libros suyos: Carta de una desconocida y Veinticuatro horas en la vida de una mujer.

Es fabuloso cómo explica historias aparentemente sencillas. Y qué delicadeza. Qué sensibilidad. Pienso (pensamos) que podría confundirse fácilmente con la literatura y la mirada de una mujer.

Un beso, M.

Helena dijo...

Todos somos actores en el gran teatro del mundo. Improvisamos muchas veces, unos estamos mas dotados para la comedia y otros para el drama, somos publico y actor al mismo tiempo. ..y lo que realmete no espera es el drama de la vida.
...Y cada uno que eliga su papel...Besazos.

copperhead dijo...

pero que popular eres siempre marcelo!!! jajajaja,
y yo desaparecida.... anda que... bueno, regresé, tomé aire turco, de estambul y la capadocia.
Ahora a escribir más y mejor!

Patty dijo...

Por el asunto monetario fue que no estudié letras (aunque pienso hacerlo apenas pueda).
¿El joven estaba vendiendo su cuerpo? Ah... si, ahora me doy cuenta. No lo había entendido, jeje. Pobre...

Anónimo dijo...

Hizo bien en marcharse al teatro. Aunque también tuviera que pagar.
Me gustó el relato, amigo

jjulia cofasso dijo...

veo 2 posibilidades, o la mujer se hizo valer como tal y no acepto poner precio a la compañia de alguien desconocido, o se apuro porque se le hacia tarde para pasar la noche con el joven y tambien ir al teatro.
un placer leer sus obras señor..
saludinn

jjuli.-
http://www.cofasso.blogspot.com
http://www.poetadecarton.blogspot.com

Marcelo dijo...

Fusa: debe haberse producido algún tipo de transmisión de pensamiento desde el regalo de H. hasta este relato. No es raro?
Un beso!

Helena: es verdad, el drama de la vida no espera! Y cada uno tiene su papel...y el tuyo cual es?
Un beso

Copperhead: bienvenida! cuanto tiempo sin pasar por aquí! Esperaré tus historias...
Un beso

Patty: espero que puedas estudiar pronto! Y es un clásico: generalmente lo estudiantes de letras tienen poco dinero...
Un beso!

Gracias Cecilia: en realidad uno paga casi en todos lados...el asunto es elegir qué pagamos!
un beso

Cualquiera de las dos son posibles Julia! (o ambas) un placer que pases por aquí!

Camino del sur Pilar Obreque B dijo...

Uyy que decepcionante!!!

pero como relato muy bueno, con ese misterio que lleva al equívoco.

manu dijo...

porq no me pasan esas cosas!!! siempre estoy esperando alguna sorpresa. q aburrida es mi vida.

Bitacoras.com