lunes, 29 de marzo de 2010

El pájaro

El amor es un pájaro
Que se posa en nuestra ventana
una mañana de otoño
Primero no lo vemos
O pensamos que volará de inmediato
Sin embargo se queda
todas las mañanas de ese otoño tibio

Y nos hace felices
como nunca imaginamos
Lo alimentamos
Y él canta

Pero luego dejamos
de asomarnos a la ventana
Porque su canto llega
hasta adentro de la casa
Y a veces nos olvidamos de alimentarlo
O tal vez al pájaro
ya no le gusta nuestra comida

Y un buen día se echa a volar
No nos damos cuenta enseguida
Porque ya es primavera
y muchos pájaros cantan
Entonces corremos hasta nuestra ventana
Y tan misteriosamente como llegó
En aquel otoño, ahora mítico
Se va
Y esta primavera se nos vuelve fría

No es culpa de nadie
Así es la naturaleza de cambiante
Tal vez si tenemos suerte
Algún día
Escuchemos otro canto
En nuestra ventana.

Pero ahora no podemos pensar en eso
Ahora sólo podemos pensar
En aquel otoño tibio
En que el pájaro frágil y sonriente
Se posó en nuestra ventana
Por primera vez.

19 comentarios:

Daniel Os dijo...

Llegué hasta estos confines empujado por los vientos del blog de Magah. Ha sido una interesante sorpresa ver en ritmo de poesía y con mejor lucidez que la mía una idea de cuento que intenté hace unos meses.

Me quedo curioseando por acá un poquito, si no es molestia. Un gusto,
D.

Merche Pallarés dijo...

Bella alegoría del amor. Así es, un dia llega a nuestra ventana y otro dia se va... Besotes, M.

Anabel Rodríguez dijo...

Lo suyo estaba en agarrar al pajarito (en sentido castellano puro, no practiquemos la zoofilia) y convencerlo para quedarse la mayor parte del tiempo posible. Además, a lo largo de la vida hay tantos pájaros que conviven en la nuestra que mejor resulta no apurarse.

Helena dijo...

los pajaros como el amor son libres, a veces se sienten tentados por una flor, una nube o un rayo de sol, pero siempre necesitan una superficie segura donde apoyar sus cuerpecitos ...¿que tal de segura es tu ventana? Un beso Marcelo

Anónimo dijo...

Esta poesía es dulce y tibia como ese otoño.

Miriam dijo...

Anónimo tiene razón, y yo le agregaría también triste... siempre hay un sabor amargo y la nostalgia perenne cuando creemos que el amor se va...
Yo solo creo que cambia... que no se va,porque si es amor queda en nosotros por siempre, allí en algun rinconcito.
También es posible que solo sea un tiempo en el que solo migra para encontrar alimento y calor, para luego volver renovado para posarse otra vez en tu ventana... solo que quizá el de la ventana ya no esté... o si...
Nada es definitivo, eso creo yo, y los cambios siempre son positivos aque a veces cuesten.
Reciclar, retroalimentar, resurgir,mutar, aprender, aprender a volar tiene todas estas cosas...

SIL dijo...

Misteriosamente como llega,
se va...

Tan dulces los versos, que aunque no curan, mitigan el dolor de algunas heridas
(como el azúcar, vio?)
:)

Un poema -perfecto-.


Beso inmenso.


SIL

Gala dijo...

Es muy triste verles echar el vuelo.
Bonito poema

Isabel Estercita Lew dijo...

A veces también sucede que el pájaro se enjaula a si mismo en casa y canta todo el tiempo y canta tanto que para no matarlo nos echamos a volar


Hermoso lo tuyo :)
Besos

Estercita

Mariela Torres dijo...

Los amores de otoño son mejores que los de primavera, no nos engañan, sabemos que ese pájaro sólo cantó para nosotros.

Saludos.

Susana Peiró dijo...

So sweet!
Thank`s for sharing.
Kissssssssss

Blackberry dijo...

Preciosa la poesía, como siempre...
Y qué razón tiene también Isabel Estercita Lew.
Yo esta primavera me asomo a la ventana, pero aún no han llegado los pájaros...

Un abrazo

BLUEKITTY dijo...

Qué lindo =)

Maga h dijo...

Lindo, como dice el maestro Os yo le pondría a esta terrible poesía un ritmo de cuento!

Genial!

Saludos!

El sereno de los faros dijo...

me trajo una frase de Santana. El amor es un pájaro dorado que vuela dentro del corazón del que escucha su canto.

habrá nuevas formas de esscucharlo.

abrazo,

Cat B Girl dijo...

Está allí.
Siempre.
Tiene el trino mudo.
Pero está.

ana. dijo...

...y tambien, a veces, nos presta alas

Camino del sur Pilar Obreque B dijo...

Marcelo, gracias por acercarmeéste poema, me estaba pediendo una joyita, y como otras veces, estamos con el tema en sincronía. Lo sgte contesté en mi blog: Preciosa esa metàfora del amor que compusiste, tiene un todo envuelto en seda nostálgica que lo hace real e irreal.

Cariños y gracias por compartírmelo.


Pilar

BLAS dijo...

Yo creo que el problema está en que nos acostumbramos a la presencia del pájaro en nuestra ventana cantando, nos confiamos en que siempre permanecerá allí y de ese modo ni lo miramos, incluso descuidamos darle de comer...
Así que el pájaro decide volar antes de morir de hambre y soledad.

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