martes, 19 de junio de 2012
La vida abajo
Ella o yo, David y Goliat hermanados por el miedo. La chica
se queda helada al verme, tengo una oportunidad para alcanzar el bajo de la
biblioteca. Sobrepuesta, cambia terror por repulsión. Una rabia asesina se
apodera de su pie y eleva el implacable mocasín. Si acierta, seré apenas una
asquerosidad aplastada. Del otro lado del salón, milagrosa, luciferina, se
cruza una rata tan negra como un cuervo. Es demasiado para la chica, un grito
ahogado le congela las piernas y alcanzo
la base del viejo Flaubert. Mi refugio hasta que vuelva la bendita oscuridad, dueña
definitiva de esta nada de papel.
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9 comentarios:
Tu palabra da vuelta al cuerpo para hallar espacio donde florecer. Bello escrito Marcelo. Capaz de abrir la transparente oscuridad del cuerpo.
Porno y sutil.
Víctimas y victimarios se mezclan maravillosamente. Tanto que no sabemos quien es quien.
Soy yo la única que se ha identificado con la cucaracha???
Ummm voy a tener que hacérmelo mirar!!!
Las vidas que la vida ignora y rechaza...los miedos de lo que se ignora.
Abrazo.
Blas me dio una interesante manito.
¿Vale que te den una manito?
Yo también me he identificado con la cucaracha...
=(
Un beso, Marce.
SIL
me acordé de Kafka
oscuridad bendita...(tremendo) que alumbra el alma y justifica estar muchas veces abajo de todo. (agrego).me encanto !Muy bien diez!!! saludos!!!
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