jueves, 3 de diciembre de 2009

La chica del bar

Harta de borrachos que le hablan
de amor
Para tener sexo
La chica del bar
(la camarera)
Se inmunizó
Incluso contra chicas
Que le hablan de sexo
Para tener amor.

Son las cinco, ya termina
En lo único que piensa es que
su chico
No la espere despierto
en la cama.

21 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

Qué triste pero qué real... Bello. Me ha recordado a un cuadro de Picasso de su época azul donde se ve la espalda de dos mujeres apoyadas en la barra de un bar. ¡Eres fantástico mi querido Marcelo! Besotes nostálgicos (igual que la canción que has puesto), M.

SIL dijo...

Tu poesía imperfecta raya con lo sublime.
En ésta , pintaste un cuadro sólo como vos podrías.
En el final, se te estruja el alma.
Me puse sensiblera, lo siento.


Te admiro, Marce, mi loco lindo adorado.

Susana Peiró dijo...

Hablar de amor para tener sexo. Sexo para tener amor. Un péndulo que oscila desde que el mundo es mundo, en medio de la historia. ¿La acción gravitatoria? Nuestra propia humanidad.
Bonitas letras.

Gala dijo...

Tristes corazones que mendigan sexo.
Y ella solo quiere descanso.
Muy bueno.

Un beso

Mónica dijo...

Bueno... rescatemos que de alguna u otra manera, le hablan de amor...

Beso

YoSolo dijo...

Que feo cuando uno llega al punto de que no tiene ni ganas de sexo.
Mas que feo triste diria.
un abrazo

Cristina dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cristina dijo...

Por presión del sindicato, en el bar de la esquina de mi casa colocaron enormes carteles en el frente, prohibiendo terminantemente ofrecer amor por sexo o sexo por amor a las camareras.Por unos días dejaron de molestarlas , y ellas se sintieron aliviadas. Regresaban a sus casas con ganas, y despertaban a sus chicos, o a sus chicas. Pero duró poco: sólo hasta que aparecieron los delegados gremiales a cobrar su exitosa gestión,exigiendo sexo mensual junto al aporte sindical que les descuentan del sueldo todos los meses. Esta semana las chicas retiraron los carteles: los borrachos les resultan más amigables, y hasta entendibles.
Sus entradas son como las puertitas del Sr. López, que nos transportan a mundos fantásticos y distintos: ayer con Poe en su cocina, y hoy con la chica del bar. Gracias!

Chipi dijo...

Te veo en Ostende.

Siempre rogaré que el objeto de mis afectos me espere despierto, hormigueante.

Besos de mientras...

maracuyá dijo...

Ahhh...qué triste inmunización. Cuántas conozco que para sobrevivir se pusieron esa vacuna, y ahora no pueden revertir el efecto.

No sólo desean que su chico esté dormido, sino que el otro chico que hicieron con el chico, tampoco esté despierto.

Besitos, Marce.

Isabel Estercita Lew dijo...

Puedo ver a esa chica, lo que no es poco en pocas letras.
Aplausos cronista
Besos

Estercita

Laura dijo...

Ohhh, vaya...

Bueno la poesía imperfecta es como la vida y nos encanta leerla por eso.

Saludos

Camille Stein dijo...

las chicas de los bares, testigos privilegiados de la mendicidad, de la soledad que busca redención en una sola noche...

un abrazo

Soledad Sánchez Mulas dijo...

La figura del camarero-confesor... perfectamente adaptada a los tiempos que corren.

Una dura inmunización... y como ya sabes, tu poesía, de imprefecta, NADA.

Un besazo.

S.

Merche Pallarés dijo...

He leido tu escrito de al lado y ¡ahora me entero de que León es candidata a ser ciudad del libro! Primera noticia. Lo más probable es que se lo lleve Dublin... Tiene un escritor en cada esquina, esa ciudad... Más literaria no podría ser. Ahora, que un año ¿ganó IOWA? ¿QUÉ ciudad es esa? porque por lo que yo sé es un estado... Besotes literarios, M.

BLUEKITTY dijo...

MMmm es una mierda cuando el cansancio y el trabajo mediante rutina nos baja la lívido...

Luis dijo...

Hola Marcelo:
Buen trabajo!, feliz fin de semana,
Luis

América dijo...

Hola Marcelo me me gusta como paseas tu estilo por diferentes matices,se desgasta el cuerpo y con él,el corazón...
Un abrazo....

Jenn Díaz dijo...

Siento ternura y pena de ese final. Que no quiera que la espere despierto, porque verá tantas cosas.
Un abrazo.

Richard dijo...

Se siente en tu poesía, el frío y el desencanto de la vida de esa muchacha y el de tantas que la indiferencia destruye... pero al final la espera un poco de luz en la existencia de ese hijo... y mañana secarse los ojos y volver a empezar...

Saludos

Juan Duque Oliva dijo...

Que lástima, se fue secando, espero que la lluvia de invierno haga algo

BEsos

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