viernes, 29 de abril de 2011
Pobre perro viejo
Te perdiste ya de grande
No tenés adónde ir
La gente no te mira
Vos buscás entre las piernas
Una mano que te quiera
Que proteja
Que alimente
No sabés cruzar las calles
Eso es mortal
Un nene te acaricia y vos
Lo festejás
Pero la madre teme que los sigas
y enfila a cualquier parte
Hasta perderte
¡Pobre perro viejo!
Dejame curarte las heridas
Que te cuide
Porque yo estoy tan perdido
Como vos
No tenés adónde ir
La gente no te mira
Vos buscás entre las piernas
Una mano que te quiera
Que proteja
Que alimente
No sabés cruzar las calles
Eso es mortal
Un nene te acaricia y vos
Lo festejás
Pero la madre teme que los sigas
y enfila a cualquier parte
Hasta perderte
¡Pobre perro viejo!
Dejame curarte las heridas
Que te cuide
Porque yo estoy tan perdido
Como vos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
16 comentarios:
Los viejos siempre terminamos perdidos...:(
Pero de muchas formas ese perro viejo es un suertudo, mira que no saber cruzar las calles y mantenerse vivo e inspirar las caricias inocentes de un niño son dos bendiciones que hay que agradecer y el colmo de la felicidad: encontrar a alguien dipuesto a cuidarle.
Un abrazo.
Yo me hago verso
y me incluyo.
Saludos.
Hola Marcelo:
Hace poco observé asombrado a un perro de la calle subirse al Metro. Cuando me bajé quedé con una mezcla de emociones, entre alegrarme por el jolgorio de los niños que lo trataban con cariño y las dudas acerca de lo que le esperaba al can cuando "decidiera" bajarse.
Saludos.
Y para el mundo de las medidas la conclusión es: ¡Qué pobre humanidad que somos cuando despreciamos el afecto de un perro, solo por ser perro y porque "no nos queda cómodo"!
http://enfugayremolino.blogspot.com
Las heridas se curan más rápido así.
Beso, Poeta Imperfecto
SIL
Yo soy de las que mima a los perros y mis hijos me retan. :S
Precioso y triste poema. ¡Ojalá! un alma caritativa lo adopte. Besotes, M.
Porque no es necesario ni ser viejo, ni ser perro para sentirse perdido, para buscar que nos queiran, nos cuiden y nos alimenten. Para que nos digan cuándo debemos cruzar.
Un saludo
Hola Marcelo:
Ese perro podría muy bien ser un Juan, un Luis, un Enrique...y que arrastra su soledad por esta selva urbana que oculta a veces el sol...
Muy edificante tu relato.
Un cordial saludo,
Luis
Precioso poema Marcelo. Muchos podríamos identificarnos con ese perro casi abandonado. Besos.
Pobre perro viejo, ya me lo hubiera llevado a mi casa.Un abrazo.
En repetidas ocasiones me he encontrado perros solitarios en la calle. En seguida ves que están solos, que necesitan compañía. Alguna vez, por la prisa, los he espantado, las más he dejado que me acompañen porque es difícil sustraerse a esa mirada lastimera que te pide ayuda.
Pero te cuento que tuvieron final feliz Marcelo, todos volvieron a sus casas o acabaron con compañía.
Hay esperanza.
Enseguida enseguida enseguida... copiar cien veces enseguida en el encerado
los perros viejos no saben cruzar la calles, es verdad! qué honda tristeza tanguera tienen estos versos! me dió como una cosa acá.
caracho!
abrazo
Publicar un comentario