jueves, 15 de septiembre de 2011

Sueño con caniches

Sueño con caniches. Me rodean perritos lanudos y con sus chillidos (porque todos sabemos que los caniches no ladran, sino que chillan) no me dejan dormir. Son blanquitos y encantadores, tal como yo los detesto. Y con sus ojitos histéricos parecen decirme que ellos tienen más pedigree que yo, lo cual es cierto. Quisiera estrangularlos lentamente pero el problema es que si no mato una mosca, mucho menos podré con un caniche chillón (mosquitos y cucarachas sí mato, y como carne de animales asesinados, pero no es lo mismo)
En el sueño los caniches me rodean y apoyan sus patitas delanteras (protegidas por un encantador calzado de color fucsia) en mi cama. Y me chillan al oído. Consigo atrapar a uno del cuellito y sonrío mientras lo sofoco, pero enseguida decenas de pares de caninos se clavan en mis piernas. Son los dientes de sus hermanos caniches, defendiéndolo.
Quisiera aclarar que en la vigilia no los mato de bueno sino porque soy un cobarde. Imagino que mientras estoy apretando el cuello los ojitos se van apagando lentamente y así, de la histeria, pasarían a la lenta y postrera sorpresa. Y eso me angustia.
Para colmo (en este caso colmillo) me preocupa el lado vudú del asunto. ¿Y si la histeria del caniche estrangulado me traspasa y a partir de ahí, ando por la vida dando chillidos histéricos y con una especie de tela fucsia encantadora protegiéndome las patas?




16 comentarios:

miralunas dijo...

probó si no es el barrio?... no sé qué decirle. es decir, si: qué suerte que usté es perro callejero!

Reina dijo...

Yo por las dudas permanecería despierta toda la noche... y la siguiente noche... y la siguiente... a ver si es una pesadilla como las de Freddy Kruguer.....!!!
Marchen litros y litros de caféeeee.....!!!!

SIL dijo...

En los sueños nos damos esas sublimes licencias que la vigilia, la moral, las buenas costumbres y las sociedades protectoras de caniches no nos permiten.


Beso grande, Marcelo


SIL

Maga h dijo...

Si, como dice Sil permitase la licencia de que esas caniches suban a su cama, posiblemente allí dejen de ladrar...y si no, pruebe con la perra de mi foto que es bien callejaera, pero mire bien, andan diciendo que es perro...que se yo...´por lo visto tenemos dia perruno...pasa, pasa...mañana será otro dia.

Ana dijo...

Ay!!!
Y yo que vine encantada en cuanto vi la foto del perrito en mi blog!!!

Merche Pallarés dijo...

Te entiendo. Odio a los caniches, perros histéricos y ridículos donde los haya. Besotes, M.

Aina Rotger Vives dijo...

marcelo,no temas al vudú, tú no podrías convertirte en un caniche, más bien un pastor belga. Y en cuanto a esa rata peluda...déjalo mudo.

m.eugènia creus-piqué dijo...

Marcelo, vaya sueños que tienes, son una monada, lo que no me gusta es que les corten el pelo de aquella manera ridícula y los vistan de rosa.Tengo dos caniches preciosos y peludos, son mis compañeros de vida y quizás tambien de muerte.
Suerte que solo era un sueño !!!!
Aunque se que eres incapaz como tu dices, de matar una mosca, bueno, una mosca, si.
Un abrazo fuerte.

Alelí dijo...

irónicamente un placer leer tus sueños y a vos.

me encantó.
(pobres caniches)

besos

M dijo...

Jajajaja, yo también los odio, los suelo llamar felpudos de baño. Pero matarlos no, soy super bichera.

Besos

Meli

PD: esa foto que tenés de Ernesto, si ves la estatua que está detrás tiene toda una história. Sino la sabés te la cuento.

Malena dijo...

Hay una raza que me genera aún más espanto (si es que eso es posible)que los caniches: los pincher. Son feos, son malos, son ruidosos y muerden. Y mi hijo quiere uno.

Iraide dijo...

JAjajaja...pobrecitos caniches...

¿y si contratas un sicario?...

Daniel Os dijo...

Uno de los problemas que he descubierto en los caniches, es que pertenecen a una comunidad extensa y en crecimiento. Si bien la tortura seguida de muerte de uno o más integrantes de esa especie no significa considerable merma en la población, es recomendable apartar ese instinto hacia el área del inconsciente, exclusivamente… nadie quiere que una señora de rulitos apretados, teñidos de rubia de Hollywood, envuelta en un saquito de tejido fucsia, se gane el derecho de clavarnos su mirada de ojitos histéricos y nos dedique sus estruendosos chillidos.

Considere contratar un rotweiller amante serial que les modifique la raza.

Un abrazo,
D.

Laura dijo...

Pobrecitos caniches, Marcelo. Pero claro, estoy yo extrapolando tu escrito a otros bichos y le veo algo más de sentido al asunto, mira tú.

Un chillido, digo, un saludo.

CeciliaG. dijo...

Ahhh no puede ser lo que me reí con todo el blog. Esto sí que levantó mi lunes!

BLAS dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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