martes, 25 de diciembre de 2012
Fantasmas de Navidad
Quizás los fantasmas también se juntan esta noche, y celebran
Navidad en alguna casa vieja. Quizás encienden cohetes y se ríen recordando
viejos tiempos. Quizás haya niños espectro esperando que se hagan las doce para
abrir regalos. Quizás brinden y algún espíritu borracho desafíe a pelear a un
cuñado detestable. Quizás sean todos pacíficos. O tal vez malvados y crueles
con los humanos. El quizá que más me
preocupa es que estos fantasmas estén reunidos en mi casa y, ahora que me voy a
dormir y escucho una especie de silbido que suena a risa apagada, me estremezco.
Quizás esa pequeña luz que entra por la ventana y se marca en la pared, es el
ojo de un pérfido fantasma que espera a que me duerma, para hacerme no sé qué maldades de ultratumba.
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6 comentarios:
jajaja yo también lo he pensado y cuando dejo colgando una mano, ràpidamente la guardo dentro de las sábanas, no vaya a ser que algún fantasma me la tome...y así muchas cosas más, sombras, ruídos, pasos...uyuyui
Eres un genio, Marcelo.
Ahora que lo pienso, quizás en mi casa los fantasmas navideños se junten antes, y conspiren siniestros planes para jodernos la fiesta.
Quizá se repartan los rubros, y a algunos les toque soplarles el menú a las tías, de modo que todas las nochebuenas de los últimos veinte años preparen la misma receta de torre de panqueques, huevos rellenos de inmutable sabor, y el inefable vitel toné.
Quizás a otros les toque sabotear la heladera, y hasta lleguen a cortar la energía eléctrica dos horas antes de la cena, de modo tal que a los postres y al champagne siempre les falte algo un toque de frío.
Pero los peores son los que manejan los títulos de los diarios y de los noticieros del día después, difundiendo el porcentaje de damnificados por el pelotudo tic festivo de tirar cuetes y rompeportones, o de apuntar ojos con corchos de sidra.
Algo hay que hacer para combatirlos. Crear una Comisión no parece una buena idea, ¿cierto?
Feliz Navidad para usted y sus fantasmas.
Quizás...
En el caso de mi casa, vienen mis viejos fantasmas, y se ponen tremendamente más sensibles en estas noches, ocupando los lugares privilegiados de la mesa.
Un beso, Marcelo.
SIL
Y yo que pensaba que sólo me visitaban a mi. Quizás los fantasmas no habiten nuestras casas sino a nosotros!
Me diste miedo....
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