jueves, 4 de septiembre de 2014
Llega un día en
que uno encuentra lo que buscaba y lo toma. En momentos de
oscuridad parece imposible, y visto desde afuera suena posesivo, pero cuando ocurre
uno se olvida de cualquier observación ajena, simplemente da un paso al frente
y toma lo que estaba buscando.
Puede ser un
amor, puede ser un lugar, puede ser una vocación, puede ser todo eso a la vez.
Uno va y toma lo que estaba buscando como si fuera un arma, o se aferra como a un
salvavidas pretendido por muchos pero que sólo puede ser para uno, con una convicción que cinco minutos antes no se
tenía. Ese es el momento, no se puede fallar, ni siquiera titubear, aunque haya
que pelear con otros o por otros, aunque todo pueda estallar en mil pedazos. Es
nuestro destino el que está en el aire como una moneda que anhela ser cara, no
cruz. Pero al destino hay que ayudarlo a caer cara.
Lo que querés
está frente a tus ojos, la moneda está volando ¿Qué esperás?
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11 comentarios:
Qué esperas? Lo mismo pregunto.
Esos momentos son de una vitalidad increíble; casi estoy seguro que tomarlos, ni siquiera depende de uno: simplemente la vida te lanza al encuentro. Concuerdo contigo !Vamos¡
Me has puesto nerviosa pensando en esa moneda que tengo que hacer caer del lado correcto. Pero sí, tienes razón, cuando está tan claro hay que pelearlo.
Nada Cami!!!La moneda está en el aire
Y yo concuerdo contigo Ferragus! Por completo
Ya cayó, Paloma? de qué lado?
No me ha pasado. O peor, no he visto a esa moneda.
Mientras no sea una moneda falsa...
Si no la vieron o era falsa, hay que esperar.
Hay veces en que no nos damos cuenta que esa es la moneda y la dejamos pasar. Tal vez buscando "la moneda perfecta" que nunca vendrá
No hay que dejar pasar ninguna moneda que nos parezca que es esa, ¿no María?
“Licores fuertes/como metal fundido”, que decía Rimbaud, seguramente su escritor preferido." (Dublinesca)
Un gusto verte por aquí!
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