domingo, 26 de abril de 2009

Pedro Menárdez y el burdel


Nuestro citador de Borges se adentró en el bajo mundo, tratando de entender por qué al insigne escritor, como a tantos otros jóvenes de su generación, lo llevaron a un lugar como ese para para adiestrarse en el arte amatorio, o mejor dicho para iniciarse, con resultados nefastos.
Ya en el burdel, lo primero que le llamó la atención a Menárdez fue que los clientes, antes de concretar el acto sexual, fingen seducir a la profesional, y ésta a la vez finge ser seducida. Poco trabajo le costó a Menárdez imaginar que esa doble ficción se trasladaría adentro del cuarto. Tal vez lo único real de todo lo que allí ocurría fuera la transacción monetaria. En el baño de hombres del salón, se sorprendió aún más con dos caballeros que se acicalaban y bromeaban entre ellos acerca del éxito de sus próximas empresas sexuales, que obviamente tenían un riesgo reducido a cero en lo que a conquista se refiere. Sin darse cuenta, Menárdez, que también estaba frente al espejo como los clientes, dijo:


“Aquí fracasan todas las religiones. La concepción judaica fracasa, ya que el árbol del Génesis lo han talado a golpes de falo y Adán y Eva se ven aquí reducidos a su actuación más lamentable de mercancía y comprador. La concepción hedónica fracasa, ya que al placer lo han mutilado, robándole las tiaras prestigiosas de la visión romántica y subrayando su tonalidad de fatalismo duro”

Los tipos dejaron de hablar repentinamente, como si hubieran recibido sendos mazazos en sus vientres, casi en la línea del golpe bajo.
Por compromiso, uno de ellos balbuceó

- ¿qué dijiste?

“El día, como un perro cansado, se tiende a nuestros pies y le acariciamos el lomo. Y la estatuaria –esa cosa gesticulante y mayúscula- la comprendemos al deliciarnos con las combas fáciles de una moza, esencial y esculpida como una frase de Quevedo. Y que acepta –sin mayor alarde de asombro- la oxidada moneda falsa de nuestros verbalismos"


El otro tipo se había quedado con la cara empapada, y en las manos, suspendida, una toalla de papel no había llegado a destino. Cerró la boca para abrirla de nuevo


-callate porque te corto

Pero no era Menárdez quien hablaba. Mejor dicho, sí lo hacía, pero las palabras eran puestas en su boca por otro, y entonces no podía detenerse:

“De la madeja sensorial, la memoria sólo almacena los datos auditivos y visuales. Los otros –placer, dolor, estados térmicos- únicamente persisten vertidos al lenguaje de la visualidad y la audición. E íntimamente ¿qué pueden importarnos las interjecciones y la plasticidad cambiante de las etapas del ayuntamiento, si estas cosas tienen sólo un valor de paralelismo con el placer, que es lo único esencial y que nadie logrará jamás encerrar en una urdimbre de arte?"

El tipo sacó un puñal, pero el amigo lo detuvo:
- ¡Dejalo! ¿No ves que está loco? ¡Vamos, que las chicas nos esperan!

- Tenés razón, vamos. Pero nos vamos también de este puterío de mierda, el idiota este me arruinó la noche.

Menárdez volvió a la barra y terminó su ginebra, mientras una mujer entrada en años y con boca rojo lápiz le sonreía con forma de mueca. Pagó su bebida y se retiró, murmurando:

“Salimos. El bloque de aire cuadrangular que oprimía nuestras espaldas se hunde. El andamiaje de guirnaldas de brazos y voces acarameladas también se aleja. El cielo se ha llenado de astronomía. Una estrella jadeante tiembla sobre los techos del mercado. Nuestros ojos pulsan muchas estrellas. Las calles, como rieles expertos, nos empujan no se sabe a qué parte”

Y se aleja Menárdez del burdel, habiendo comprendido que aquel fracaso iniciático del hombre que guía sus pasos, era el fracaso de todos los hombres.





Las palabras dichas por Menárdez y en cursiva fueron extraídas de JORGE LUIS BORGES: "Casa Elena (Hacia una Estética del Lupanar en España)". Ultra año 1, no. 17. Madrid, 30/10/1921.


Dedicado a Susana, que con su amor a Borges impide que Menárdez sea atrapado por las redes del olvido.

Pintura VIII es de Eduardo Labombarda

27 comentarios:

Cecy dijo...

Te pasastes Marcel.
Excelente.

Contenta se pondrá Susana.

Aplausos y Beso.



Ahhh, muy bien por ese Valcesito y tango.

Patty dijo...

Que grande este Menárdez. Cada día me encariño más con esta persona capaz de citar a Borges y a la cual no le importa que lo tomen por loco. ¿No disfrutó de las artes amatorias en esa ocasión?

Orgullosamente digo: ¡nunca vi LOST! ¡No pienso leer a Dan Brown! No lo leas. Somos pocos, pero resistiremos.

Besotes, mi futuro astronauta.

Merche Pallarés dijo...

¡Excelentes diatribas contra los lupanares! Me ha gustado mucho. Referente al Código ¡no lo leas! Yo lo leí y el final me defraudó TANTO que no he vuelto a leer ninguno de esos libros esotéricos/religiosos que ahora están tan de moda... Besotes, M.

Isabel Estercita Lew dijo...

MENARDEZ es un groso, tendrían que rebautizar la plaza Coronel Ramón Falcón con su nombre.

Adorei, beijos

Camille Stein dijo...

el fingimiento de la seducción

la ficción de la soledad
enmascarada con plata y maquillajes

astronomías para cielos de cartón


un abrazo, Marcelo

begoyrafa dijo...

No sé si este Menárdez nuestro durará mucho como siga habitando estos lugares. Al principio pensé que encajaría muy bien. A fin de cuentas todo lo que sucede es tan ficción como sus citas, pero después las dos fcciones se confundieron tanto que ya no supe cuál era la realidad.
Y lo de Lost, te lo perdonaré, pero creo que el detective debería verlo a ver si él es capaz de descubrirnos todo los misterios.
Vi Matrix y no me gustó. Leí el Código ( soy un curioso impenitente) y me descubrí a mí mismo lamentando seguir aquél libro lleno de fáciles trampas al lector, pero ansioso de pasar otra página a ver qué pasaba. Y a Harry lo disfruté con mis sobrinos aunque sólo fuera para envidiar la cuenta corriente de su autora.
Un abrazo
Rafa

Helena dijo...

Que fin de semana sin tiempo, no doy para atender a todos y los blog, pero me gusta Borges, asi que genial. Muak.

Silvia_D dijo...

Compra y venta de soledades. Efímero placer...

Genial, viejito.

Mil besossssssss

Martine dijo...

"placeres" comprados, nunca lo son...más bien frustraciones...
Excelentes reflexiones, Menardez, soberbio! Y Borges, acertadas sus citas en este genial texto.
Un beso.

Susana Peiró dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
gloria dijo...

Creo que es por la lectura de este adorado Menárdez que hoy sólo puedo hablarte con la voz de Borges (aquí y allí, y en todas partes):

"En la honda noche universal
que apensa contradicen los faroles
una racha perdida
ha ofendido las calles taciturnas
como presentimiento tembloroso
del amanecer horrible que ronda
los arrabales desmantelados del mundo.
Curioso de la sombra
y acobardado por la amenaza del alba
reviví la tremenda conjetura
de Schopenhauer y de Berkeley
que declara que el mundo
es una actividad de la mente,
un sueño de las almas,
sin base ni propósito ni volumen.
Y ya que las ideas
no son eternas como el mármol
sino inmortales como un bosque o un río,
la doctrina anterior
asumió otra forma en el alba
y la superstición de esa hora
cuando la luz como una enredadera
va a implicar las paredes de la sombra,
doblegó mi razón
y trazó el capricho siguiente:
si están ajenas de sustancia las cosas
y si esta numerosa Buenos Aires
no es más que un sueño
que erigen en compartida magia las almas,
hay un instante
en que peligra desaforadamente su ser
y es el instante estremecido del alba,
cuando son pocos los que sueñan el mundo
y sólo algunos trasnochadores conservan,
cenicienta y apenas bosquejada,
la imagen de las calles
que definirán después con los otros.
¡Hora en que el sueño pertinaz de la vida
corre peligro de quebranto
hora en que le sería fácil a Dios
matar del todo Su obra!
Pero de nuevo el mundo se ha salvado.
La luz discurre inventando sucios colores
y con algún remordimiento
de mi complicidad en el resurgimiento del día
solicito mi casa,
atónita y glacial en la luz blanca,
mientras un pájaro de tiene mi silencio
y la noche gastada
se ha quedado en los ojos de los ciegos"

Un abrazo, y gracias por este burdel maravilloso que nos muestra a los hombres como son (como somos)

esteban lob dijo...

Supongo que a la hora de la notable reacción para convertir un 0-2 en un 2-4, lupanares, bares y similares estaban vacíos.

(Me imagino, estimado Marcelo, que tus lectores deben pensar que el loco soy yo, pero usando terminología de ustedes "vos me entendés")

ana. dijo...

Tu entrañable Menárdez, Marcelo. Yo también lo adoro. Siempre que entro a tu casa tengo la secreta esperanza de encontrarlo. Vos, Menardez, Borges...entrañable, en serio.

besos y gracias por la buena literatura.

mjromero dijo...

Menos mal, porque según iba leyendo el texto en cursiva cada vez me parecía más barroco y de lectura más lenta,y ya me imaginaba el monólogo interior de uno de los personajes en desvarío,
un trabajo interesante este de marcarle los recreos a Borges, interesante y bueno.
Saludos.

Maga h dijo...

Chapeaux amigo!
Un trabajo impecable. Realmente que gusto haberte encontrado.

Ví que fuiste dejando perlas en las distintas y viejas publicaciones, gracias, me gustó, me sorprendió y me halagó cada comentario.

Besos

Magah

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Siempre tan bueno nuestro viejo Menárdez.

Y Borges en su boca... ¿qué añado?


Un beso.

Soledad.

Miriam dijo...

Menardez "és" su creador... no me cabe dudas...
Besos

M dijo...

Jajajajaja, un gran sabio Don Menárdez, me encantó la música de fondo, ambienta muy bien. Borges es realmente grande, nunca voy a olvidar su poema sobre la "Nocturnidad", lo conocés?
Besos!

Anónimo dijo...

Este Menardez es un lúcido, un visionario en un mundo de ciegos.
Todo el mundo de la prostitución no es más que un teatro con apariencia de realidad. Nada más.
Un beso.

Cecilia dijo...

A este Menárdez un día nos lo rajan, de tanto hablar a quien no sabe escuchar.

Maritoñi dijo...

El fracaso ocurre si no encuentras un prostituta Maritoñal.

Besos con azúcar glasé.

Anabel Botella dijo...

No he leído Borges, pero lo has extraído me ha poarecido genial, intercalado con tu relato, que es estupendo. Menárdez es un tipo genial, de esos que tienen la sabiduría de la calle, de la que se aprende observando a la gente.
Saludos desde La ventana de los sueños.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

... frente al espejo..., sin duda

Anónimo dijo...

Adoro a Menárdez. Ya lo sabes. Cada vez que lo rescatas y me lo muestras es como encontrar a un viejo amigo en cuyo abrazo sabemos que se ahogarán los miedos, sin remedio.

olhodopombo dijo...

e que tal o escritor
Alberto Manguell?

Anónimo dijo...

Lo que me gusta de Menárdez es que, por poder contar algo que vivió, se atreve con la vida.

(¡¡Me encanta esa serie de cosas que no has visto!! Jajajaja.)

maracuyá dijo...

Me he quedado enganchada con lo de la persistencia d los estados térmicos...

Excelente entrada...para releer.

Besos

Bitacoras.com