que sorprenden
La naif que encubre una perra
El cantante de las teen
que se asume gay
El obrero culto y silencioso
El muchacho millonario de izquierda
El ogro que llora en el cine
Los abducidos que no advertimos por la calle
Los escondedores en general
que no son traidores, tramposos
o delincuentes
Me encanta mi tía (la monja retirada)
yendo al bingo
Le pregunto falsamente preocupado
-Le gustará a Dios que vayas al bingo, tía?
-No sobrino, no debe gustarle
Me gusta que me digas semejante barbaridad
con tu cara de Princesa
Quienes ven hipocresía en estos actos
Son hipócritas
Yo veo simplemente
ases escondidos en la manga
O para decirlo más simple
Pura humanidad.
21 comentarios:
¡Alabada sean los seres humanos!
Un beso para vos y otro para tu tía ^^
escuche: me ha encantado su tía!
le regalo un as de mi manga: mi sombra esconde una flaca re glam!
y me quedo con un as de su manga, que bien me sé.
besos, bonito Poeta
¡Qué lindo!
A mí también me gusta.
Besos
:)....
un as en la manga
Lo de tu tia y el bingo me ha hecho mucha gracia... Creo que todos llevamos ases en la manga. Precioso poema. Besotes, M.
me gusta lo que a pocos y no me gusta lo que a muchos
Un abrazo
Estoy muy de acuerdo.
A mí también me gustan, y creo que todos tenemos ases escondidos en la manga.
Beso.
Me mató imaginar a la monja, ex monja... genial!
Eso mismo: simplemente humanidad.
Porque, en un mundo donde se tiende a encasillar y ver lo que queremos ver, en realidad, cada uno de nosotros tenemos y somos un poco de todo.
Eso mismo: simplemente humanidad.
Porque, en un mundo donde se tiende a encasillar y ver lo que queremos ver, en realidad, cada uno de nosotros tenemos y somos un poco de todo.
Estoy de acuerdo con todo lo leído por acá pero ya se presenta la necesidad de discernir entre la capacidad de mantener el contenido sorprendente y mantenerse vigente en sociedad por sólo desenvolver una virtud que se tenía reservada para cuando las anteriores ya no causaran efecto (o para cuando a pesar de no haber sido descubiertas ya habíamos sido aceptados); y propiciar desencantos cuando se esperaba otra cosa de uno... ojo con los ases en la manga, a veces del diablo asustan los cuernos pero peor es lo que guarda bajo el poncho.
D.
El obrero culto y silencioso...
Todos tenemos un as bajo la manga y a veces ni siquiera nos damos cuenta.
Aquí está lo que andabas buscando:
anarosarioparente@yahoo.com
Me gusta el rocío en mi cara, papito :)
Besos y felices días!
¡Qué bonito! Cada día escribís mejor.
Saludos.
A veces parecemos seres humanos ;-)
¡Felices Pascuas! la casa... ¿está en orden? ;-)
Un abrazo, Marcelo.
Me gustan los ases en la manga, los de la buena gente, uno ya es grande y tremendo hijo de puta no va a cosechar, salvo que uno también lo sea.
Me gustan ir descosiendo y viendo como asoma la punta y en el momento exacto, le pasa la lengua se la pega en la frente y wow! No me lo imaginaba...! Me gusta lo sorpresivo, las miradas pícaras!
Me gusta su tía, sabe lo que le gusta y lo blanquea, estoy segura que dios la prefiere a ella por honesta. Con Dios se puede hablar, entiende más allá de las palabras.
Salute cronista!
Pura humanidad lo suyo, amigo.
Y digamé, Dios ¿la ayuda a la tía con el bolillero?. Bueno, pero no se guíe por eso, la hipocresía alcanza a todos los niveles. Tal vez le gusta y no se lo va a reconocer.
Celebro esos ases en la manga que todos tenemos, y nos vuelve puramente humanos.
(su tía afanó cámara a lo loco, poeta imperfecto, quéselevahacerle)
Un gran abrazo.
SIL
Perdón, no había comentado por que se me enredó la manga en el teclado, debo usarla ancha para guardar todos mis ases.
Estimado Marcelo.
La naturaleza humana,afortunadamente con sus luces y sus sombras,asumiendo sus debilidades,la perfección es un camino muy largo.Muy bien.
Un abrazo.
Qué maravilla encontrar a esa gente que sorprende con sus ases en la manga, ¡Picardías!inocentes, esa pura humanidad bonita.Tá Güeno.
Atenti con los hipócritas fachada de punta en blanco que, si llueve, salen techados con un diario para agarrar el taxi. Ah Ah Ah, el detalle es la consecuencia; antes de subir, hacen un bollo y tapan la alcantarilla del barrio con su deshecho.
Bien por la tía que ve por sus propios ojos, a esos lugares es necesario llevar el alivio de Dios, y salir indemne. También es un trabajo social para un misionero.
http://enfugayremolino.blogspot.com.ar/
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