jueves, 8 de abril de 2010
El 6
Me pasa todos los jueves. Llego a casa bien tarde y rendido de jugar al fútbol (el cuerpo ya no es el mismo después de los treinta, mucho menos después de los cuarenta); también un poco bebido por la cerveza del final. No sé por qué invariablemente marco el piso 6º en el ascensor en lugar del 7º, que es donde está mi departamento.
Nunca me pasa otro día ni a otra hora, y siempre me doy cuenta luego de girar a la izquierda y buscar la puerta del fondo. Dudo un segundo antes de colocar la llave, y al advertir el error me asusto de pensar en la reacción de quien pudiera estar del otro lado. A esa puerta se le cayó el número, como a la mía. Creo que en ese instante postrero dudo por la lobreguez del pasillo, pero es el mismo edificio y todos los pisos naturalmente son iguales.
Hoy, por suerte, no me pasó. En realidad no recuerdo bien cómo fue, porque ganamos y llegué borracho. Ahora que me acosté y todo me da vueltas, tengo la impresión de que alguien me está observando; más de una persona en realidad. Me quiero levantar y no puedo. Trato de ordenarme un poco, ya no estoy seguro del piso en que bajé. Como en sueños pregunto si estoy en el séptimo piso y alguien me dice que no.
-Está en el piso 6, caballero…
La duda me sube del estómago. Antes de preguntarle adivino la respuesta.
- El número de departamento? El 66, claro…
Nunca me pasa otro día ni a otra hora, y siempre me doy cuenta luego de girar a la izquierda y buscar la puerta del fondo. Dudo un segundo antes de colocar la llave, y al advertir el error me asusto de pensar en la reacción de quien pudiera estar del otro lado. A esa puerta se le cayó el número, como a la mía. Creo que en ese instante postrero dudo por la lobreguez del pasillo, pero es el mismo edificio y todos los pisos naturalmente son iguales.
Hoy, por suerte, no me pasó. En realidad no recuerdo bien cómo fue, porque ganamos y llegué borracho. Ahora que me acosté y todo me da vueltas, tengo la impresión de que alguien me está observando; más de una persona en realidad. Me quiero levantar y no puedo. Trato de ordenarme un poco, ya no estoy seguro del piso en que bajé. Como en sueños pregunto si estoy en el séptimo piso y alguien me dice que no.
-Está en el piso 6, caballero…
La duda me sube del estómago. Antes de preguntarle adivino la respuesta.
- El número de departamento? El 66, claro…
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14 comentarios:
Como pudiste acostarte en la cama de otro sin haberte dado cuenta?? y si no era el 66, si era el 666? ibas a terminar como Rosemary!
Quizás el 66 era mejor que el 77...!!!!
Un beso, Ch.P!
Esto por un par de cervezas?
A mi me parece que a veces eso de equivocarse sirve para una nueva historia.
Yo decía nada más...
Beso.
No deberías beber tanto... Besotes, M.
¡Ja,ja,ja1 Deja el futbol, pide que te acompañen y da gracias de no ser el tipo de tu vecino del 6º.
Besos
Sentí la incertidumbre y la desorientación leyendo "al protagonista".
La dipsomanía tras victoria en encuentro futbolero arrastra a esta mala combinación de seises...jaja
Yo vivo en un trece...¡No vamos por buen camino!
Eso sí..estoy tan cerca del Otro Lado.
Ten cuidado mi Marcelo querido, un poco mas...y terminas en 666.
Besos de viernes.
lo bueno es que no volverá a equivocarse. se ve que allí no vive una cálida mina recibidora de triunfadores en situaciones etílicas.
Me mete miedo....
Hola Marcelo:
Errare humanum est...
¿Subiste en ascensor? o a pié...
A pesar de todo, que tengas un buen fin de semana,
Luis
Todo bien, Marcelo...mientras tu señora no se equivoque y se baje en el ocho.
(Es una broooooooooooma)
Se ve que todas las llaves son iguales.
Saludos.
Tu historia me hizo acordar a una anécdota mía, de hace unos años.
Me quedé a dormir en un departamento ajeno. El edificio era nuevo, de pocos pisos, casi a estrenar y si bien había departamentos ya ocupados, no se veía mucho movimiento. Ya me había quedado varias veces, pero esa mañana, cuando bajé a abrirle al dueño del depto. que se iba a trabajar y luego volví a dormir un poquito más, no tuve la mejor idea que subir por la escalera.
No sé qué fue lo que me confundió pero... al poner la llave en la cerradura... no abría!!!! No entendía qué pasaba, pensaba que estaba rota!!!
Hasta que después se me ocurrió mirar y descubrir que estaba en el departamento del piso de abajo!!!
Yo también pensé en la reacción de quien estaría ahí adentro, escuchando cómo alguien intentaba entrar!! Me dio verguuenza y miedo.
Por suerte, no había nadie. Pero por mala suerte, no pude quitar la llave de la cerradura!!!!! Se había trabado y era todo un problema!!! Quedaría la evidencia y además, yo no podía volver a "mi departamento".
No tuve más remedio que, semi-vestida y cara de quinto sueño, ir a golpearle al portero del edificio para que me ayudara.
Creo que ninguno de los dueños de los 2 departamentos, nunca se enteró de esta historia!!!
En el estado en que llegó el protagonista de la historia, se podía haber metido en cosas peores.
Si recalaba en el 69, capaz la pasaba bien,
si en serio existía el 666, no jugaba el próximo partido.
Me gustaría que alguien me explicara quÉ significa ese ¨claro¨ del final, después de la coma.
Los puntos suspensivos no me dejan el relato del todo ¨claro¨...
:D
Besos, Poeta Imperfecto.
SIL
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