sábado, 10 de abril de 2010

Un Cuento de Navidad


¿Pero qué ocurre en La Menor Idea? ¡Estamos en abril! Lo que tengo para contarles es un Cuento de Navidad. Sólo le falta la nieve y Dickens. Uno de los tantos defectos que tiene este blog es que, pese a los esfuerzos de su administrador, nunca se sabe cuando habla en serio y cuando está bromeando. Cuándo una cosa ocurrió y cuándo es inventada. Lo que voy a contarles no sólo que ocurrió, sino que sucedió hace unas horas.

Venía caminando por la avenida Santa Fe rumbo a mi casa, y en la entrada cerrada de un banco ví a un hombre con una niña grande dormida en sus brazos. La situación no parecía la de un mendigo "profesional"
El señor era humilde pero estaba prolijamente vestido y la nena (de unos 7 u 8 años) también. Todo el mundo notaba que el cuadro no era común, pero es viernes y casita nos espera.
Yo me detuve. Me jacto de pocas cosas en la vida, una es la de conocer bastante bien a los personajes que viven de la calle. Y había algo fuera de lo común en esta escena: el hombre estaba casi de espaldas a los transeúntes, de manera que si lo que buscaba era dinero, no había forma de dárselo. La niña era muy grande para inspirar lástima, tenía mínimo ocho años. Un bolso completaba el cuadro.
Como justo ahí había una parada de colectivos, me tomé todo el tiempo del mundo para observarlos disimuladamente. Como buen porteño, soy desconfiado. La escena era inmutable. El hombre estaba preocupado mientras velaba el sueño de su hija. Un buen rato después me acerqué -despacito para no asustarlo- y le pregunté qué le pasaba. Me dijo que era tucumano, que todos los meses vienen con la señora al Hospital de Niños porque tienen un chiquito enfermo y deben tratarlo, y esta vez la internación superó la duración habitual. Por eso se les terminó el dinero para la pensión y estaban en la calle. La esposa permanecía en el hospital junto al niño y ellos no tenían adonde ir. Les pedí nombres y apellidos y me los dio. La ubicación del chiquito también. El hombre quería trabajar de cualquier cosa pero, ¿quién podría tomarlo a miles de kilómetros de su hogar?
Desesperado ya había ido a la Casa de la Provincia de Tucumán y lo único que le ofrecieron es acelerar ciertos trámites. De ahí se fue al Congreso a tratar de hablar con legisladores tucumanos y los “Representantes del Pueblo de Tucumán” ni siquiera lo dejaron entrar. Yo ya creía la historia pero seguí chequeando por desconfiado. Llamé al Hospital y verificaron que un niño con el nombre que les dí estaba internado.
Mientras arreglaba momentáneamente el asunto, pensé en una amiga que trabajó en Minoridad. En menos que canta un gallo consiguió –con la colaboración de otra buena amiga de esta casa- un hotel para la familia y tal vez alguna cosa más.
Ya me había ido del lugar cuando llamé al Hospital y hablé con la madre del chico. El esposo le había contado de mí y con una mezcla de timidez y sorpresa tomó nota del hotel, de las novedades, del alivio.
Tal vez no debería contar mis méritos si no cuento mis pecados. Pero no son tales (los méritos) En todo caso, me gustó haber dejado de ser Cronista para ser Protagonista. Sólo ví algo e hice la llamada justa.
¡No le echemos la culpa al gobierno de todo! Y nosotros, ¿qué hacemos? Sólo miré con atención, ese fue el “mérito”. Del resto se ocuparon algunos ángeles de la guarda que no quisiera mencionar porque trabajan con reserva de nombre. Encima de aguantarme un viernes a las 9 de la noche, en silencio consiguen que una familia duerma bajo techo y tenga un baño.
Si esto no es un cuento de Navidad, se le parece bastante ¿no?
Aprovecho la oportunidad para desearles feliz navidad a Cristina y a Miralunas. Es que el tiempo vuela y fin de año está a la vuelta de la esquina.

Si le hago un bien a alguien que lo necesita, no lo salvo. Es él quien me salva a mí, porque me hace mejor. Me justifica. Me salva una y mil veces de la desidia, del no se puede, del individualismo. ¡La miseria impera en los hogares repletos de comida y cerrados con llave!

34 comentarios:

Marcelo dijo...

En el lateral de la izquierda tengo una historia de Mafalda. Tal vez ya encontré una respuesta para darle.

Merche Pallarés dijo...

Excelente experiencia querido Marce, es verdad que nos hemos vuelto tan individualistas que no miramos más allá de nuestras narices. Seguro que te debes de sentir muy bien despues de haber ayudado a esa familia. Bella historia navideña aunque estemos en abril... Enhorabuena a ti y a tus amigas. Besotes, M.

Lena yau dijo...

Sí.

Esa es una buena respuesta para Mafi.

Pero estoy segura de que si miras hacias atrás, has hecho cosas parecidas muchas veces.

El mérito es mirar sin duda...estos tiempos son de sordos, ciegos y mudos que vuelan y no caminan.

Me uno a tus navidades y al saludo pascual a Miralunas y a Cristina.

Corazón chapoteante que me has dejado, Marcelo.

No tengo palabras.

Un abrazo...

Lena yau dijo...
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The Wolf dijo...

"That's thirty minutes away. I'll be there in ten".

Maga h dijo...

Y que quiere que le diga... luego del correspondiente abrazo telefónico... por algo ustedes ocupan un lugar en mi corazón.

Me han dado la tarea para el día!

Los porteños, son para nosotros los del "interior" bichos un poco raros, pero insisto, si se sacan la armadura, tienen un gran corazón.

Un beso y ESTO se festeja!

Imagino a Cris y a la Reina Miralunas arremangándose y poniendo manos a la obra! Besos MUJERES!

Maga h dijo...

Su Mafalda será tan preciosa de corazón como el padre!

Helena dijo...

Si Marcelo, ya has encontrado algo para contarle! y no solo eso, a mi tambien me has dado una razón para indultar a este mes de Abril, seguira llamandose Abril un año mas porque a miles de kilomentros de mi hogar alguien a quien quiero mucho vivio un cuento de navidad...

Pd- No te lo vas a creer pero esa noche fue magica, a mi tambien me sucedio algo especial. Muak

Marcela dijo...

Saber ver, como vos viste, no es tan sencillo, porque no tiene que ver con los ojos, sino con algo mucho más profundo.
Me alegro por la familia que ayudaste, pero mucho más me alegra que haya gente como vos dando vueltas por ahí.
Un beso grande y feliz navidad.

miralunas dijo...

pero...pero... qué cosa con usté!

felicitación y beso a su mafalda,
que más tarde va a entender lo importante de no naturalizar la mirada al dolor y la tristeza ajenos.

felicitación y beso al padre de esa mafalda que me ha enfelizado el día.

Anónimo dijo...

No hiciste otra cosa (GRAN COSA!!!) que pensar en el otro.
Si cada uno de los individuos pensáramos un poquito en los demás, el mundo sería distinto. Es una frase utópica y común, pero es así. Tu historia lo comprueba. A veces, ayudar no es tan complicado. Hasta con las acciones más chiquitas se puede lograrlo. Y hace sentir tan bien a todos...
Un beso.

BLUEKITTY dijo...

Es lo más lindo que he leído.

TORO SALVAJE dijo...

Suerte que te cruzaste con ellos.
Era viernes y la gente quiere divertirse.
Como iban a ayudar a nadie. Lo primero es divertirse. Salir, beber, bailar, reír, etc.

Eso somos. Eso.

Saludos.

Una fulana en Buenos Aires dijo...

A veces vamos tan rapido por la vida que no vemos lo esencial y vos lo viste y pusiste manos a la obra en vez de protestar.
Grande, una persona con sensibilidad es sencillamente GRANDE!
Besos de esta fulana.

Poli dijo...

Mirar cuando se debe tiene un GRAN MÉRITO!!! Me acuerdo ahora del video una vez posteado del Sr X salvando a una camioneta de ser arrollada x un tren.
Bravo! dijimos todos... bueno, este es un caso más de Bravo, Bravissimo los tres, por ocuparse de alguien q de verdad lo necesitaba, con la desconfianza q obviamente genera en estos tiempos, y como siempre ocurre, el que más lo necesita menos lo pide.
Pienso igual, que Uno es quién se salva, y Mafalda debe tener brillo en los ojos de ver a su Papá.
Un abrazo.

Ana Lopez Acosta dijo...

Maravillosa la historia Marcelo y también quienes te ayudaron en ella. Un beso grande y un cariño a tod@s.

Cecy dijo...

Hace un ratito nomas esta historia de navidad me la contó una de ellas sentada frente a frente, que le digo, usted sabe. la emoción en los ojos.

Acabo de llegar y no puedo mas que venir a darle un Inmenso abrazo.
Besos a los ángeles.

Y Mafalda tiene un gran Papá.

SIL dijo...

Sos infinitamente querible.

Tu Mafalda tendrá un ejemplo que arrastra.

SIL

María Eugenia Mendoza dijo...

Hermosa historia de quien observa y descifra en el paisaje algo que no cuadra, de quien está dispuesto, a pesar de lo desconfiados que nos haya hecho la vida, a echar mano del enorme tesoro que es contar con amigos que también pueden hacer algo por quien lo necesite de veras. Un abrazo navideño en abril.

maracuyá dijo...

Por eso es que me cuesta tanto decir felicidades, pensar en el no tiene, y no hablo sólo de cosas materiales, el 25 de diciembre. Es cuando menos se necesitan.
Por eso, porque todos los días hay alguien cerca que nos puede salvar haciéndonos mejor. Sólo hay que estar atentos, como vos lo estuviste. Sigo pensando que nada es porque sí...por algo ese hombre se sentó ahí y no en otro lugar, por algo pasaste a esa hora...y ahora, el dulce clon de Mafalda, no sólo tiene una respuesta, ahora está aprendiendo a ser el clon solidario y generoso de quien ama.

Gracias Marce...muchos besos.

Cin dijo...

Ese tipo de días, como bien dices, nos salvan, me cuento...

El hecho de servir, en el buen sentido, nos trasciende,... lejos de hilvanar el ego.. nos nutre

Toni dijo...

Muy interesante blog.
Con tu permiso nos iremos viendo por aquí...
Salu2

http://respuesta-equivocada.blogspot.com/

mariajesusparadela dijo...

Cuantas veces , por miedo, por desconfianza o por despiste no ayudamos como podríamos y deberíamos.
Supongo que no hay nada que añadir a lo bien que te sientes...

Daniel Os dijo...

Entre todas las historias no contadas en tu anécdota me puedo imaginar una que me agrada mucho; la de la niña que viaja cada mes a Buenos Aires y esa rutina es la normal de su vida, no es traumático porque no conoce una vida mejor ni una peor. Y en esa normalidad, su papá fue asistido por un señor que puso en marcha la maquinaria que la hizo descansar en una cama decente con un baño donde cepillarse los dientes como en su casa.

Esa nena ha vivido como normal un mundo que es más lindo que el normal y me gustaría que algún día sepa que vivió un evento atípico, sólo para que aprenda a soñarlo y a trabajar para que su generación (la de mi hijita de 9 años) viva en un mundo más justo.

Muchas gracias, Marcelo.
D.

Gemma dijo...

La verdad Marcelo que me salvaste el día. Gracias. Un abrazo.

Refugiada dijo...

Me encanta sobre todo, eso que pones al final.
Qué bueno que escapaste al miedo y pudiste hacer algo...vivimos con tanto miedo de perderlo todo que no nos atrevemos a hacer nada por quien nada tiene que perder.
Besos libaneses,
Xili

Pame Recetas dijo...

No sólo por esto Mafalda tiene el mejor de los padres. Un beso enorme

h.j.s. dijo...

Eso dice de vos y dice de los otros

Miriam dijo...

Esas son las cosas que tu hija recordará de vos... no te quepa duda.
Besos

Mónica dijo...

Genial Marce!

Gracias...

Muy Feliz Navidad!!!

Y tus costaditos buenísimos como siempre... hoy me quedo con el de Mafalda y su nuevo final...

Un beso grandote

Ana dijo...

Sé que los ángeles existen...es sólo que nos contaron el cuento de las alitas para despistarnos. Un día mírate la espalda. Es que soy como santo Tomás.
Gracias a ti y a los demás.

esteban lob dijo...

Es una tremenda historia que pudo haber ocurrido en cualquiera de nuestros países.
Y, tal vez, no con tan buen final.

Un abrazo.

Camino del sur Pilar Obreque B dijo...

Marcelo, hermosa experiencia, ¡que importante es saber observar! y no quedarse con la impresión saltar de ahía a la acción, te felicito!! es algo que llevarás por siempre en tu corazón y en el corazón de esa familia y ahora en el nuestro por haberlo compartido, de alguna manera eso contribuíra a hacernos mejores personas y no quedarnos solo como espectadores ante situaciones semejantes.

Un gran abrazo

Pilar

Anónimo dijo...

"Tú eres el árbol de Navidad. El árbol de Navidad apunta hacia arriba y sus ramas crecen hacia los lados. Es ordenado. En el momento del año que ningún árbol tiene nada, el árbol de Navidad tiene tantos regalos que ofrecer y además se mantiene verde todo el año. Un árbol de Navidad lleva regalos y luces pero no para sí mismo. Todos los regalos o dones que tienes en la vida son para los demás. Cualquiera que venga a ti, ofrécele tus regalos." -Guruji-
Marce, bien hecho. Leí lo que hiciste y me emocioné con mi mujer(soy un flojo! je)
Que se siente? Paz o mejor todavia? vamos por más?
Abrazo. Facundo del Arte... (conservando mi anónimato, obvio!)

Bitacoras.com