Fueron historia absurda
y distinta de tu mano
lúcida, implacable, generosa
Le escapaste a la muerte
en los setenta
y perdiste a tu mujer
en otro absurdo
cruzando una calle en Nueva Jersey
Cuantas muertes te rodearon ¡Tomás!
Viniste a morir a nuestra tierra
Tranquilo y perfumado (por las dudas)
tus hijos cerca, y tu literatura
Pediste que el sepelio fuera
con música y gin tonics
¡Cuánto enseñaste, Eloy,
hasta el final!
Para mí seguís en la Argentina
que tanto amaste.
Vivo, en aquellos libros tuyos
que aún no leí.
"No hay narración, por admirable que sea, que se sostenga sin las vértebras de una investigación cuidadosa y certera. Así como tampoco hay investigación válida, por más asombrosa que parezca, si se pierde en los laberintos de un lenguaje insuficiente o si no sabe cómo retener a quienes la leen, la oyen o la ven. Solas, una y otra son sustancias de hielo. Para que haya combustión, necesitan ir aferradas de la mano"
25 comentarios:
He sentido mucho su muerte. Me encantaba leerle--colaboraba asiduamente en nuestro "El País"-- y leí su "Santa Evita" que me gustó muchísimo. Descanse en paz. Besotes, M.
¡Ah! precioso el poema que le dedicas. Besotes de nuevo, M.
Estremece leer lo que escribió de la muerte de su chica.
Era venezolana.
Hermosa Susana...
Estremece leerte, Marcelo...
Hermoso homenaje en dolor.
Un beso, Ch. P.
Gracias Marcelo por dejar tu poesía en mi Blog!!!!
Paradógicamente Susana (Rotker) y Tomás se fueron de Buenos Aires por la inseguridad y ella viene a encontrar la muerte en un accidente en la calle...
Tomás era un ser especial, más allá del escritor y el periodista, porque era generoso con su arte, accesible y siempre haciendo docencia sin siquiera notarlo... imposible no aprender algo estando cerca de éL.
Bello homenaje el tuyo...
Caballero,
su poema debiera tallarse con buril experto, en el mármol de la última morada de su homenajeado.
Sublime.
Un gran abrazo.
SIL
En tu poesía está el homenaje y el resúmen justo y merecido,de un escritor generoso que nos contó la verdadera historia argentina con sus hechos y personajes...Gracias amigo por tu labor de palabras y pensamientos.
Un abrazo
Hermoso tu homenaje, Marcelo.
Para él, que fue un esteta en las letras y en la vida. Hasta para preparar su muerte, en los detalles.
Para él, que imaginó el momento en que los Dioses inmortales quisieron morir, y no sabían como.
Leerte siempre enriquece
un beso
Sus sentidas y bellas letras son un “tirón de orejas” para quiénes como yo, leímos tan poco y nos perdimos tanto Eloy Martínez. Sucede que a veces Argentina duele y duele mucho. Y duele hasta el punto de esquivar (como a un oncólogo) al escritor contemporáneo que nos advierte lúcidamente de nuestros males y heridas abiertas.
El hombre que tuvo la valentía de descender al sótano de la memoria local –aventura siempre peligrosa- se marchó dejándonos, como buen periodista, difíciles preguntas como “¿Por qué teniendo todo, la Argentina acaba teniendo nada?” y nos retó a conocer nuestra historia para entender, entendernos…pavada de propuesta!
Sí, el hombre se fue. Pero la “entrevista” que planteó al ser nacional no podemos obviarla, sigue abierta. Y si acaso somos –como asegura este autor- lo que hemos leído, dejaremos de posponer el encuentro con sus letras.
Una vez más, mi Agradecimiento. Y mi beso.
PD: La cita final fue derecho al corazón, como no podía ser de otra manera.
Bello homenaje.
Bello post!
voy a decir lo que hubiera dicho en su velatorio -con música y gintonics-, mirandolo ausente de su alma, sobrevolando su espíritu: y arriba, tenia nombre de caballero, pinta de galán y mirada de novio, mecachendié!
caramba! la emoción me hizo olvidarme de dejarle un beso al poeta, delicioso.
dejo el beso, pues.
Hermoso homenaje el tuyo. Muy argentino y muy poco leído, una lástima. Espero que su obra y su nombre no pasen al olvido de estantes polvorientos. No creo.
Un abrazo
Silencio en la noche, ya todo está en calma. Dice el tango... y así es ahora, y qué gustito da.
¿sabes que mi padre prestó servicios de seguridad para el General Perón en su exilio español a mediados de los 60(no puedo precisarte el año ahora, sería el 64 o el 65)? Aparte de eso, hizo otras cosas más divertidas.
Y esto también me gusta, con la solemnidad que se merece.
El párrafo final, es una lección, delicadamente escrita!
Salute!
Gracias Marce, vos ahí, donde muchos nos quedamos inmóviles, sin palabras...
Sabés, las tuyas llegarán a alguien que lo quiso y a quien él quería mucho. Sé que me das permiso para llevarle tus versos.
Un beso.
Qué lindo homenaje! Y la última frase, para pensar... También alguna vez dijo "Somos lo que hemos leido".
No sabia que escribió sobre la masacre de Trelew, ahora me picó el bichito. Un beso.
Hola Marcelo:
Leí en su momento Santa Evita y me encantó.
En aquel entonces yo no sabía mucho de su autor. Hoy cuando él está ya lejos de este mundo, me conmueve el conocimiento de su drama personal al perder a la mujer amada mientras caminaba con ella de la mano y, poco después, su desesperación y confesión de que habría preferido ser él el accidentado mayor, y no haberle sobrevivido.
Un abrazo.
Fernando, me gusta tu poema muy sentido y casi llorado... Y me quedo con varias estrofas que me encantan....Viniste a morir a nuestra tierra tranquilo y perfumado de dudas....¡Qué bello Fernando es tener dudas perfumadas!....Y luego esa hermosa despedida de recuerdos muy añorados....Para mí seguís en la Argentina que tanto amaste.Vivo aún en aquellos libros tuyos que aún no leí. Fernando, los libros son eternos y sus prosa permanece con nosotros aunque su autor ya este en un mundo mejor.... Me encanta esta entrada y te felicito por ella.
Y de paso te doy las gracias por tus palabras siempre tan atentas... La fotosíntesis me aisla un poco del mundo y me hace ver las cosas un tanto gris.... Espero la primavera para renacer de nuevo...Un fuerte abrazo y que tengas una semana estupenda.
Marcelo, sin querer me he confundido de blog pero me sigue gustando igual. Omite lo de la fotosíntesis y perdona.
Yo no conocía al escritor, pero ya me has creado intriga, ahora tendré que buscar a Santa Evita a diestro y siniestro.
El poema-elegía, te ha quedado redondo, cálido pero sin sentimentalismos.
Besos
La pasión según Trelew (1974), cuya tercera edición fue quemada en la plaza del III Cuerpo de Ejército, en Córdoba, por la dictadura militar y, por supuesto, Santa Evita (1995), la novela argentina más traducida de todos los tiempos. Me gusta xq es del interior y tiene otra forma de contar las cosas.
¿Qué pasó con la encuesta? ¿Eh?
Digno homenaje para un argentino lúcido que deja un legado valioso.
Un abrazo.
Antón.
Un agradecimiento tardío, por el poema y por los comentarios, de parte de sus hijos.
Un hombre comprometido con los hombres y su historia, letras humanamente diseñadas para sus protagonistas.
Tengo La novela de Perón.
http://enfugayremolino.blogspot.com
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