viernes, 2 de abril de 2010

Un pensamiento posible de Cagliostro

Saint Germain ha convencido a muchos diciendo que tiene el elixir de la vida eterna. Y como ocurre desde que el hombre es hombre, es falso.
¡Mago mentiroso! No sabe que si el milagro fuera cierto estaría perdido para siempre. No hay desgracia mayor para un hombre que no morir jamás. Pero claro, eso lo saben a ciencia cierta únicamente los inmortales y lo sospechamos algunos desengañados.
¡No me desanimo! Aunque El Mago nunca creerá en mi talento, estoy a punto de descubrir la manera de convertir metales innobles en oro. Al menos, eso creen muchos. Y si ellos imaginan eso de mí, ¿por qué no habré de creerlo yo también?

Sólo debo cuidarme de los charlatanes de Roma y sus esbirros. Se mofan de mí porque me hago llamar conde.
¡Ellos, que dicen ser los representantes de Dios y al trabajo de sus torturadores le llaman el Santo Oficio!

15 comentarios:

José Bálsamo dijo...

" Como el viento del Sur, como la brillante luz del Mediodía que caracteriza el pleno conocimiento de las cosas y la comunión activa con Dios, voy hacia el Norte, hacia la bruma y el frío, abandonando, por todas partes a mi paso una parcela de mi mismo, abandonándome, disminuyéndome en cada estación, más dejandoos un poco más de claridad, un poco más de calor, un poco más de fuerza, hasta que sea parado y fijado definitivamente el fin de mi carrera, en la hora en que la Rosa florezca sobre la Cruz. Yo soy Cagliostro".

Abandono , y no acumulación.
Rosas, y no oro brotando de la Cruz.
Feliz Pascua, poeta subversivo: el Rito Egipcio lo ampare de la Non Sancta Inquisición

Los Hechizados dijo...

Crear una buena novela para diez mil o cien mil espíritus superiores, en fin, eso siempre se ha hecho, es banal y aburrido. Pero escribir una buena novela para ese lector menor, inferior, a quien le gusta otra cosa que no es lo que denominamos “buena literatura”… W.G. Recuerdos de Polonia

La Menor Idea, es indudablemente grombowicizeana.

Merche Pallarés dijo...

Pues muy bien podría haber convertido los metales innobles en oro. Parece que todo lo que se proponía Cagliostro, lo conseguía.
Me ha gustado la cita de Grombrowicz... Besotes, M.

miralunas dijo...

chapò, Cronista. usté es un grande.

despues de conocerlo, seguiré siendo inculta y perezosa, pero por su gracia, ya no seré bruta.

a sus pies.

agradezco, ademas, emocionada, el recuerdo que me ha traído de mi padre, compinche de Cagliostro, a su manera.

Juan Duque Oliva dijo...

Ellos si que convierten la sangre en oro

Pedro Menárdez dijo...

Estimado amigo, muy a su pesar (incluso al mío) debo decirle que el título de este trabajo tiene un dejo borgeano. Por ejemplo, en este mismo instante vienen a mi mente aquellas poesías formidables de La rosa profunda: "Habla un busto de Jano" o bien "Browning resuelve ser poeta" o incluso "sueña Alonso Quijano"
Pero no se preocupe. Es sólo el título, y sólo un dejo. El resto de su trabajo está a salvo de las asociaciones blogueras que tanto lo mosquean.Lo que no lo transforma en bueno, naturalmente.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Cagliostro murió sin comprender
que el Gran Arcano no busca prolongar la vida
por la Inmortalidad vana,
sino para extender más el tiempo "en el campo de batalla" con una mente que,
cuanto más pasara el tiempo y más se expusiera al arcano ,
más aguda y perfeta se vovería,
así más tarde o más temprano
(ya no importaba) toda la matería sería purificarda y hallaría su trascendencia.

Cagliostro murió sin comprender
que la transmutación en Oro es sólo un logro colateral,
que llega para cuando el Maestro ya comprende
que el único Oro que vale es el que trasmuta en su propio Yo.

Cagliostro murió sin comprender,
que el Gran Arcano tiene muchos caminos,
también puede conseguirse entre las letras,
no sólo en un matraz.

Felicidades Maestro!!!
Muy puro su Oro.

Saint Germain dijo...

Este blog está lleno de alquimia y magia.
Mis felcitaciones

Viviana dijo...

Los que me parece que encontraron la fórmula de la inmortalidad son los del "santo oficio". De vez en cuando me parece que escucho sus voces entre la multitud.
Un abrazo

Pame Recetas dijo...

Tanta cosa dicha en tan poco espacio, no deja de ser un mérito más de este desafiante personaje. A veces parece que nada ha cambiado, cuando sabemos que todo cambia. Un abrazo y buen descanso

Mariela Torres dijo...

No morir jamás es una desgracia, sobre todo si los demás se mueren.

Saludos.

SIL dijo...

No sé si don Alessandrologró el cometido de transformar el metal innoble en oro, pero definitivamente los inquisidores lograron convertir en oro, todo lo que robaron... (vidas incluyendo)

Y sí que es oro todo lo que reluce...!
Oro y vergüenza.

Maravillosa publicación de Semana Santa, Marce.

Abrazo infinito.


SIL

esteban lob dijo...

Me uno a las expresiones de Mariela un poco más arriba. Lo ideal de las vidas largas-pienso- es compartirlas no solamente con tataranietos.

Un abrazo.

Daniel Os dijo...

Dele su crédito al conde... puede que haya descubierto el elixir de la vida eterna pero, por las mismas razones que aquí se arguyen, aún nadie se lo haya aceptado y por eso lo sigue teniendo.

También es posible que si ese elixir contagia de vida a los que ya la tienen, él mismo tenga vida entre sus componentes, de modo que para mantenerse inmortal durante estos 250 años debió haber estado ingiriéndose a sí mismo y regenerándose tras cada ingesta. Así pues, la existencia del elixir y su efectividad quedarían demostradas.

Lo único que falta es que no creamos que haya existido el conde y que nadie le haya acercado los mapas a Colón... porque, que existe América no va a ser fácil refutar.

D.

Susana Peiró dijo...

Qué bien. a veces su blog luce como una dulcería. Ahora por ejemplo veo a Cagliostro pero también a Grombowicz el "entrañable de nombre imposible". Sobre el palermitano creo recordar algo interesante en el Péndulo de Foucault ¿lo leyó?
Al polaco me lo presentó otro polaco, un colega, hace años atrás. Mientras todos teníamos pertrechos del tipo diccionarios de sinónimos-antónimos-e-ideas-afines y una colección de autores favoritos en nuestras oficinas, este fanático de Witold aseguraba que no necesitaba a nadie más para inspirarse en su trabajo. Un día me intrigué tanto que comencé a tomar "prestados" sus libros de a uno. Já, lo entendí y cómo. Creo que no leí Los Hechizados, lo recordaría. Su lateral: MAGISTRAL! Una radiografía de Grombowicz!
Sobre su otro lateral, el del gaucho...Jajajajajajajajajá!!!! Nunca enterraron el hacha de guerra! (a veces su Bioy luce encantador como cronista social...)
Un beso y mis gracias multiplicadas.

Bitacoras.com