viernes, 9 de julio de 2010
Pensamiento premonitorio de Bioy para blogueros que gustan de escribir historias tristes y se fastidian cuando les preguntan si están depresivos
“Los lectores, sobre todo los psicoanalistas o psicoanalizados, ven el final triste de una historia como un claro indicio de una depresión, siquiera pasajera, del autor. No saben que los autores son desprejuiciados buscadores de finales eficaces. Cuántas veces con carcajadas celebramos el descubrimiento de la posibilidad de un final o de un episodio triste, o melodramático o terrorífico. Queremos conmover al lector y poco nos importa que sea con un toque de tristeza: tiene que ser un toque eficaz y adecuado. Aquí el psicoanalista se entusiasma y me replicará: por algo recaen algunos en historias tristes. Sí, hay algo que puede vincularse a la concepción poética y no siempre a los estados de ánimo. Hay histrionismo en la literatura. Además: hay que ser muy hábil para describir la dicha y no parecer bobo. El autor se expone menos si maneja desgracias que si maneja felicidades y triunfos. La tristeza, aun imperfectamente expresada, conmueve”
Adolfo Bioy Casares, Descanso de Caminantes (diarios íntimos)
Transcripto esto, procedo con impune alegría:
La paradoja del hombre que tenía todo para ser feliz
El tipo lo tenía todo para ser feliz. Y al decir todo, me abstengo de formular enumeraciones infinitas. Sin embargo, o a causa de ello, no era feliz.
No era feliz pero sí consecuente, de manera que pensó en terminar el asunto con un democrático suicidio. La idea del próximo final le dio felicidad. Y esa repentina felicidad le hizo sentir que el suicidio dejaba de ser una alternativa posible, que la vida valía la pena. Entonces pensó en las razones que tenía para ser feliz. Y se puso triste. Porque el tipo lo tenía todo para ser feliz. Y al decir todo, me abstengo de formular enumeraciones infinitas. Se puso triste y pensó en suicidarse. La idea del próximo final le dio felicidad. Entonces….
Adolfo Bioy Casares, Descanso de Caminantes (diarios íntimos)
Transcripto esto, procedo con impune alegría:
La paradoja del hombre que tenía todo para ser feliz
El tipo lo tenía todo para ser feliz. Y al decir todo, me abstengo de formular enumeraciones infinitas. Sin embargo, o a causa de ello, no era feliz.
No era feliz pero sí consecuente, de manera que pensó en terminar el asunto con un democrático suicidio. La idea del próximo final le dio felicidad. Y esa repentina felicidad le hizo sentir que el suicidio dejaba de ser una alternativa posible, que la vida valía la pena. Entonces pensó en las razones que tenía para ser feliz. Y se puso triste. Porque el tipo lo tenía todo para ser feliz. Y al decir todo, me abstengo de formular enumeraciones infinitas. Se puso triste y pensó en suicidarse. La idea del próximo final le dio felicidad. Entonces….
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27 comentarios:
Para mí el dueño de este blog está un poco depresivo. Arriba ese ánimo, caballero! que la vida es bella....
Aysss, justo hoy esta publicación.
Lágrimas y más lágrimas.
Bsos Marcelo, como siempre manejás muy bien tu ironía.
Sí! Arriba ese ánimo! Va para todo aquel que lo necesite!
Buenísimo el pensamiento de Bioy, y muy irónico tu relato. Mi amiga Viviana no puede escribir ningún poema triste porque algunos de sus lectores la consuelan, y mucho menos otras cosas, vos viste.
Besos.
Magnífico el relato circular...
Tengo debilidad por ese tipo de textos que giran como de modo mágico ante la vista del lector.
No lo conocía (obbbbbbviamente)
Hay histrionismo en la literatura...
Sí, Mi Señor Marce.
Y sin ese maravilloso condimento, nos deprimiríamos en serio !
Ud lo ha dicho.
Ud lo sabe.
Ud lo pone en práctica.
Y no hay que atribuirle al autor todo lo que escribe (lo dijo Baudelaire y fue USTED quien me lo contó)
Un gran abrazo, que le llegue.
SIL
Y cuando se escribe una triste y una alegre, se esta en esa cuestión de hoy me suicido, no mejor mañana, tengo cosas felices pero me pone triste, mejor me suicido y final feliz, para quien, no mejor un final feliz...
Me maree, mejor me tomo algo espirituoso en su honor.
Un beso.
Pd: cuando escribís "Cecilia", me recordas a mi hermano mayor, será ese cariño fraternal que te tengo?
Marcelo
Qué maravilloso fragmento de Bioy y muy buena tu adaptación, transcripción, deconstrucción (o como quieras llamarle). Me recuerda a una frase atribuida (no he podido dar con la fuente) a Borges, que dice algo así como que ‘la dicha no da para buenas historias’.
Y también, a algo que decía la cineasta catalana Isabel Coixet: ‘la felicidad es muy poco fotogénica’.
Saludos bajo la lluvia
Vaya, ¿qué le sucederá al dueño del blog?, depresivo o no, cada día está escribiendo mejor
jajajaj, acabo de leer la pregunta de Mafalda-hija: qué cosa más linda, es de comérsela esa chiquilina!
No saben que los autores son desprejuiciados buscadores de finales eficaces.
usté es un maestro descubridor.
debí enamorarme de Bioy: pensamos igual de la calle Guise!
ah, usté es tambien un maestro de la sugerencia!
besos
Déjeme decirle amigo que el suyo es un microrrelato perfecto. Aunque no me vea, lo estoy aplaudiendo de pie.
Saludos,
P.D.: Sí, ese Bioy también tiene razón.
Ires y venires de la tristeza a la felicidad, la vida al fin. La cita de Bioy y el relato extraordinario me devuelven la felicidad.
Un abrazo.
P.D. dejé un comentario en Premios 20 blogs, ¿se supone que es un voto o hay que hacer algo más para votar por esta obra maestra de blog?
Hola Marcelo:
Es posible que los finales trágicos vendan más que los de color rosado, como las noticias...
En ocasiones exageramos nuestros objetivos y al no poderlos alcanzar nos mostramos infelices...
Un feliz fin de semana,
Luis
Y así somos de trágicos los humanos! siempre vende más lo depre,porque cuando estamos felices nos dura poco siempre encontramos la amenra de amargarnos por algo,pòr ejemplo estar amargos de ser felices,en el cambio está la dicha,nos quejamos de las penas pero sin penas la vida es desabrida,asi que mejor hay que vivir lo que venga y escribir de lo que se siente.
Y el dueño de este blog hoy está depre,le digo que es una persona muy valiosa,y que merece estar mejor ,seguro que mañana es un mejor día!un abrazo Marce es genial leerte!
como siempre la ironía no está en soñar sino e mantenerse con los ojos bien abiertos.
un touch de distinción su posteo.
abrazo.
Delicioso relato. Así somos los seres humanos, variables como las veletas y siempre buscando ese soplo que nos dirija al norte, aunque no tengamos idea de dónde está (o quizá por eso). Gracias por acordarte de mí, querido amigo.
Hermaqn Hesse decia:
"Decidi que en mi quincuagesimo cumpleaños, dentro de dos años, tendre el derecho de colgarme, si en ese momento aun lo deseo. Ahora todo lo que me parecia dificil ha tomado un aspecto diferente, porque lo peor que puede pasar es que solo dure dos años mas."
Estoy mas despierta que nunca señor, soñadora por siempre!
=)
...
El que no se consuela, es porque no quiere, ¿no?
Esa tendencia nuestra a la tristeza, a la melancolía... y a quedarnos enganchados a ella.
Pero, como existe arriba, existe abajo. Es la dualidad del mundo en el que vivimos.
La felicidad... Sólo hay que tener los ojos bien abiertos, y a veces mala memoria.
¡Qué cosa eso de adjudicar a los autores lo que dicen los personajes o los narradores!
Muy buenos los dos textos.
Voy a pedirte prestada esa frase de Baudelaire para ponerla en mi blog.
Saludos
Uno escribe para exorcizar penas pasadas, penas de otros, tantas veces.
Bioy es un brujo no hay duda de eso.
Sin abstención te abrazo.
M.
Tal vez esa fué la formula de Morel pensando en la inmortalidad, no?
Y tal vez también, la eficacia de los finales no solo la busquemos en una obra escrita, sino también en la vida misma, no?
...que se yo...
Beso
¡¿Qué estás depre mi querido Marce?! Ni hablar del peluquín... NO te lo admito. ¿Sabes un truco que uso cuando estoy depre? es releer cartas antiguas de amigos/as, de amantes. Éstas me transportan a otra dimensión y se me ¡olvida la depre! Casi siempre acabo riéndome recordando viejos tiempos. Es una solución mágica, te la recomiendo, querido. ¡Ánimo que han ganado nuestros chicos! Besotes, M.
Estoy pasando el mejor momento de mi vida! No sólo soy feliz, soy súper feliz, híper felíz y archi feliz! MAS FELICIDAD ES IMPOSIBLE!! (1)
Lo que decía era justamente lo contrario: que no me gusta que piensen que estoy deprimido porque escribo algo triste. Eso dije o eso quise decir. En realidad ya no sé qué quise decir porque cuando estoy alegrísimo y piensan que estoy triste, me pongo triste. Ahora me deprimí Doctor, porque nadie me entiende. Pero no se ponga triste, Ud. es el psiquiatra!! Ah, a Ud. le pasa lo mismo? Bueno, pero al menos cobra por ello y seguramente ahí se alegra...
(1) Hay una extraña convención que indica que las letras en mayúscula presuponen que quien escribe está gritando...
Después de leer en tu lado derecho a Witold Gombrowitz...encuentro un buen argumento para la depresión suicida.
Un abrazo.
Es ciero lo de los convenios... y oiga, a mi tmb me pone de mal humor explicar lo que escribo, PERO NO SE LO DIGA A NADIE!!!!
jhajhajha!
abraZon
...
Ay, Marce, ya sabes que a veces (demasiadas) no te entiendo, soy dura de mollera, lo admito. Me alegro de que estés feliz. Besotes, M.
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