viernes, 21 de marzo de 2008

Noche de franco


Renato Sosa volvía de la funeraria. Lo que más detestaba de su trabajo era el olor a flores que, impregnado en el traje negro, lo seguía hasta su casa. El resto se podía aguantar: llantos, pésames y murmullos eran digeridos por él con su rictus cotidiano.
Pero esa mañana, al contemplar el cadáver de su esposa sobre la cama, titubeó. Prendió un cigarrillo, y se apoyó sobre la cómoda a meditar.
Al rato buscó el teléfono. Primero reservó la sala de la cochería de la esquina. Después le avisó a su jefe que esa noche no iría a trabajar
.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Vamos... pura rutina :) Muy bueno, Marcelo.

Gracias por tus comentarios. Te invito a que pases también por mis otros dos blogs, Nómadas y Vida y Sendero. Los textos son algo más largos y de temática diferente.

Un abrazo,

Anónimo dijo...

muy buenos tus cuentos.
Maria Laura

Camilo dijo...

Un tipo medido hasta el extremo.
Muy bueno, Marcelo.

Gracias por tu visita en "Sigo esperando...", me alegro que te hayan gustado los microcuentos de seis plabras.
Si tienes tiempo, puedes darte una vuelta por "2 Centenas", allí pueder leer algunos experimentos de 200 palabras.
Saludos

Patty dijo...

Me encantó. Tiene las palabras justas. Nada sobra, nada falta. Dice todo y más.

Anónimo dijo...

¡¡Oye, yo me llamo Renato Sosa, vivo en México, y si hablamos de derechos de autor yo nací antes de que se te ocurriera hacer tu cuento!! pero gracias por hacer que pudiera encontrar mi nombre en un cuento, felicidades.

Bitacoras.com