lunes, 14 de julio de 2008

Un deporte internacional



Días atrás contaba aquí de la pasión argentina por mirar mujeres por la calle. Luego de dar algunos consejos, terminaba el relato preguntándome cómo sería en otros países. Pero han llegado varios testimonios que me han hecho dudar que se tratara de un fenómeno local.
Y luego me acordé del “Flatiron Building”, un edificio de Manhattan, construído entre 1.901 y 1.903 por el arquitecto Daniel Burnham. En realidad lo bautizaron “Fuller Building”, pero terminó siendo conocido como flatiron, que literalmente quiere decir plancha, por su forma triangular. ¿Y qué tiene que ver este edificio con mirar mujeres por la calle? Que en la esquina de la Quinta Avenida y la calle 23 se formaba una interminable hilera de tipos que aguardaban impacientes y sin disimulo, ya que por la particular forma del edificio se formaban corrientes de viento que les levantaba las polleras a las mujeres, y dejaban ver sus…¡tobillos! Tal era el revuelo que se formaba que la policía debía sacarlos a bastonazos de la calle 23 .
Si bien no es el estilo elegante de mirar que yo pregono, no deja de resultarme simpática esta historia de hace 100 años, especialmente la excitación que podían provocar tobillos femeninos descubiertos por el viento, al extremo de que la policía debiera intervenir…El año pasado estuve por allí, y me quedé un largo rato en la esquina pero para mi desilusión, no había ninguna hilera de fisgones, ni policías dispuestos a dar bastonazos, ni mucho menos mujeres de largos vestidos donde ocultar sus tobillos.
Entonces ya no veo el asunto como un deporte nacional ni de una época determinada, lo que me obliga a colectar pruebas que delimiten con precisión el alcance geográfico de mi teoría, y no repararé en gastos de viaje ni alojamiento para comprobar “in situ” cualquier testimonio que aquí se agregue (salvo que algún alma amante de la ciencia sea caritativa con el investigador) testimonios que desde ya agradezco profundamente.


Paseando por el Flatiron, a comienzos del siglo pasado. Si hacen click en la foto se agrandará, y podrán ver a la sensual señora que aparece al frente...



La versión criolla del Flatiron, es decir, igual que el de N.Y. pero morocho y petiso.

23 comentarios:

begoyrafa dijo...

Marcelo an Gijón seguro que encuentras almas caritativas que te permitan sufragar tu interesante estudio.
En cuanto Fito y los Fitipaldis, te digo las que más me gustan a mí, pero no te fíes mucho de mi criterio musical, ni de ningún otro: Soldadito marinero, La casa por la ventana y Por la boca vive el pez. Son de álbumes distintos. A ver qué te parecen
Un abrazo
Rafa

Anónimo dijo...

Yo tengo a alguien en casa bastante experto en mirar mujeres, que igual podría servirte para tu estudio, aunque como se declara autodidacta, no sé si su observación tendrá carácter científico.
Eso sí: qué tiempos aquellos en que un tobillo generaba tanta expectación...

TORO SALVAJE dijo...

Yo creo que se mira igual que antes, pero con depuradas técnicas, que impidan ser catalogado como un acosador digno de ejecución.

Saludos.

Arcángel Mirón dijo...

Mi papá me contó que mi abuelo lo llevaba a la estación del tranvía para mirar los tobillos de las mujeres.
Me da ternura.

Martine dijo...

Ante todo te devuelvo gustosa tu visita Marcelo, a partir de ahora asociado en asuntos varios, y para que nos sea más fácil, desde hoy mismo te enlazo (término "Blogocosero") entre mis Blogs Amigos...

Estos hombres que se emocionaban a la vista de un tobillo, no te quepa duda que tenían la imaginación suficiente para "ver" todo lo demás...
Y no sólo es lo propio de hombres, las mujeres también... pero disimulamos más... las gafas de sol para ello son imprescindibles...

Un abrazo Marcelo!

Marcelo dijo...

Gracias por partida doble Rafa! Y voy a seguir confiando en tu criterio.
Un abrazo

Brujaroja: propongo que el experto me lleve a dar una vueltita por Gijón, digamos de una duración aproximada de dos o tres días, así puedo determinar el carácter científico de sus apreciaciones...

Toro: en mi entrada de la semana pasada "un deporte nacional" tengo una serie de consejillos para observar decorosamente...
Un abrazo!

Arcángel: esa historia amerita un post largamente...qué edad tendría tu viejo?


Muy buenas apreciaciones Selma! Hay que tenerlas en cuenta para la historia de Fritus...Lo del enlace escapa a mis conocimientos...veré si consigo hacerlo yo también!
Un saludo!

Martine dijo...

Me refería a ponerte en Blogs Amigos en eso consiste Enlazar, como tú en Blogs que me gustan...
Un abrazo Marcelo!

Marcelo dijo...

Entendido Selma!

Raquel dijo...

Por fa, dime qué sifnifica morocho y petiso.
(Súper la foto y el post)
Besos

Marcelo dijo...

Hola Raquel! Significa moreno y bajito...
Gracias por entrar!

Sofía V. dijo...

Lo de los tobillos me hace acordar a una película vieja de Eric Rohmer que se llama "La rodilla de Clara"; es de un tipo que se obsesiona con la rodilla de una chica que se llama Clara (obviamente la película no se limita a eso, habla del deseo, etc.).
buena semana!!

Euphorbia dijo...

Qué fantástico edificio para ser de principios de siglo, debió ser una gran novedad. Algún día tengo que ir por NY...
Me ha gustado mucho esta entrada, imaginándome las señoras preocupadas porque el viento les levantaba las faldas.
Un saludo

Cigarra dijo...

¿Te conté de mi primo, el que se hizo un chichón contra una farola por mirar a una belleza con la que se cruzó? Nos reímos de él un buen rato, pero él decía que mereció la pena, tan guapa era la moza.
Cuando yo iba al colegio llevábamos faldas de tablas y nuestra gran preocupación, al pasar la esquina de Avenida de América con Francisco Silvela,donde hay una torre bastante alta, era que una ráfaga de viento no nos levantara los vuelos de la falda; recuerdo que pasábamos corriendo y sujetandonos la falda pegada a los muslos, para no repetir la escena de Marilyn en "La tentación vive arriba".

Arcángel Mirón dijo...

Ni idea. Por la inocencia y la nostalgia con las que lo cuenta, calculo que entre 6 y 10.

fritus dijo...

Querido amigo, le insisto en que esto de mirar mujeres es internacional.....
en Barcelona tenemos un edificio muy parecido, a la versión criolla del flatiron, es el edificio triangular de sindicatos en Vía Layetana esquina C/Argenteria, lo buscaré y te envío una foto.

Con respecto a lo de los tobillos, desgraciadamente en muchos países musulmanes con regímenes integristas es lo único que pueden ver de las mujeres, hoy en pleno siglo XXI, juntamente con los ojos.

Un abrazo

m.eugènia creus-piqué dijo...

jajajaja que bonita historia y que curioso, fijate tu, unos tobillos hace cien años !! Como ha cambiado el mundo !

Marcelo dijo...

Hola Sofia! Con lo que contaste del argumento, la peli ya promete...buena semana para vos tambien!

Euphorbia: yo también me imagino eso, y a los hombres también exponiéndose a recibir el embate policial, esperando igualmente el espectáculo...
Un saludo!

Cigarra: sí me lo contaste. Y me gustaría saber si en ese cruce que mencionas se apostaban algunos muchachos a esperar el cruce de uds.

Gilda: inocencia hay a las dos edades, pero a los 10, bastante menos. Cual sería la edad que tu abuelo habrá encontrado suficiente...

Fritus: es verdad, hay paìses que siguen viviendo como hace centurias...Y estaré esperando esa foto!
Un abrazo

M. Eugènia: será que debemos reivindicar a los tobillos!

marichuy dijo...

Marcelo

Ahora que te leo recuerdo al escritor mexicano Carlos Fuentes que vivió de muy joven en tu Buenos Aires. Él cuenta que gustaba mucho de irse a tomar café a esos pequeños lugares, como terrazas imagino, desde donde podía mirar el incesante pasar de mujeres poseedoras de bellas piernas.

En cambio, las mujeres no tenemos esas facilidades, de ir por ahí a mirar pasar hombres apuestos, como enfilados... listos para que los admiremos; jaja

Un abrazo

PS Y no es Nostalgias la canción que te decía aquel día, sigo sin saber su título; necesito volverla a escuchar.

Anónimo dijo...

Otra entrada genial,
y la foto....me encanta!!!!!

Marcelo dijo...

Hubo algo de EEUU que no me gustó nada, y es que en las cafeterías te sacan volando, aunque no haya nadie ni estén por cerrar. Aquí, te puedes pasar la noche entera leyendo un libro y tomando un café, el mozo jamás vendrá a molestarte (aunque también va ocurriendo menos...)

Gracias Only! Y si te gustó la foto a vos, el encanto vale doble...

Anónimo dijo...

Mirar tobillos!!!!eso pasa hoy ya no hay que hacer esfuerzos para mirar,mucha oferta menos demanda,que vá aqui en Aregentina,más oferta,más demanda,yo creo que ese es nuestro deporte nacional,Tucumán peor que Buenos Aires,mira para el estudio,necesitas una joven pulposa que llame la atención llevala contigo para investigar por el mundo y anota las reacciones,eso si mira a los señores ,que si tu vista está en la chica no podrás hacer el estudio cientifico.Estaré atenta a los avances de esta investigación.
Un beso.

Anónimo dijo...

A mi me dan una pereza enorme estos edificios tan altos. Prefiero ver el horizonte y dejar que la vista se pierda en el infinito. Un placer leerte

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Me siento muy honrada de que lo hagas, Marcelo.

Gracias enormes y un beso.


Soledad.

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