martes, 30 de noviembre de 2010
Dos locos de Buenos Aires
Ni bien me instalé en mi nueva calle los descubrí. Hay quien detecta rápidamente los supermercados o los deliverys o los cajeros automáticos o las ferreterías. Yo descubro a los locos de cada barrio.
El de la derecha vive reparando el motor de su auto: anciano, barbudo, pelo largo pero limpio. Noté que siempre le habla a alguien que está en el interior de su casa. En seguida me di cuenta de que adentro no había nadie. Sólo lo acompañan media docena de gatos, pero…¡atención! Que el hombre es extremadamente limpio y no permite que se instale el clásico olor a orina de los michifuces. Incluso les fabricó una casa de madera que está frente a la suya y que siempre, pero siempre, está inmaculadamente limpia. Con mi hija lo observamos desde el balcón y ella decidió que había que ponerle una multa por hablar en tono alto. Estuve de acuerdo y le dije que la preparara. La escribió en un pequeño rectángulo de papel y solemnemente descendimos y la colocamos en el limpiaparabrisas de su vehículo, ese que está en eterna en reparación.
El loco de la izquierda es menos loco. Es más, no sé si en verdad está loco. Pero es que instaló un lava autos en el medio de la cuadra. Tiene unos cincuenta baldes llenos de agua y, cuando alguien quiere dejar su vehículo impecable, confía en él. El problema es que cuando paso y no hay nadie me parece que murmura cosas para sí. Y además está allí unas dieciocho horas al día. Si todavía no se chifló lo hará próximamente. Estos son los dos locos de una calle del barrio de Palermo, el de la derecha y el de la izquierda.
En realidad, quizás no sean los únicos locos de esa calle.
Tal vez haya un tercer loco que los observa detenidamente y escribe acerca de ellos. Y les escribe porque le caen muy bien. Le resultan humanos, muy humanos, y más cuerdos que la mayoría.
El de la derecha vive reparando el motor de su auto: anciano, barbudo, pelo largo pero limpio. Noté que siempre le habla a alguien que está en el interior de su casa. En seguida me di cuenta de que adentro no había nadie. Sólo lo acompañan media docena de gatos, pero…¡atención! Que el hombre es extremadamente limpio y no permite que se instale el clásico olor a orina de los michifuces. Incluso les fabricó una casa de madera que está frente a la suya y que siempre, pero siempre, está inmaculadamente limpia. Con mi hija lo observamos desde el balcón y ella decidió que había que ponerle una multa por hablar en tono alto. Estuve de acuerdo y le dije que la preparara. La escribió en un pequeño rectángulo de papel y solemnemente descendimos y la colocamos en el limpiaparabrisas de su vehículo, ese que está en eterna en reparación.
El loco de la izquierda es menos loco. Es más, no sé si en verdad está loco. Pero es que instaló un lava autos en el medio de la cuadra. Tiene unos cincuenta baldes llenos de agua y, cuando alguien quiere dejar su vehículo impecable, confía en él. El problema es que cuando paso y no hay nadie me parece que murmura cosas para sí. Y además está allí unas dieciocho horas al día. Si todavía no se chifló lo hará próximamente. Estos son los dos locos de una calle del barrio de Palermo, el de la derecha y el de la izquierda.
En realidad, quizás no sean los únicos locos de esa calle.
Tal vez haya un tercer loco que los observa detenidamente y escribe acerca de ellos. Y les escribe porque le caen muy bien. Le resultan humanos, muy humanos, y más cuerdos que la mayoría.
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23 comentarios:
Tal vez haya una cuarta loca, ojito al piojito !!, que le escriba al tercer loco a estas horas de la madrugada, sólo para ratificar que la cordura es un sustantivo muyyyyyyyyyyyy abstracto.
Besos mil Marce
SIL
Quisiera saber qué dijo ese hombre al ver la multa por hablar alto… qué bonito un sitio con vida, donde la gente habla aunque no tenga con quién…
Un abrazo,
D.
Tu nuevo barrio suena muy divertido con tanto loco tendrás inspiración para tropecientos posts... Besotes, M.
Uff... si yo contara de los locos de mi barrio lleno un libro... del cual sería principal protagonista... jaja
Hace unos años, cuando compramos cámara digital, a mis hijos se les había dado por filmar a los vecinos a través de la ventana, luego inventaban los diálogos que ellos se imaginaban... de locos....!!!! jaja
Me gustó lo de la multa... jaja
Muy buena entrada... me voy a dormir antes de que me multe algún vecino por estar tecleando a estas horas... ;)
Un beso
Los locos me gustan, no sé, pero me gustan más que la gente normal. Saber de ellos,conversar, establecer una relación, que rayará la obsesión, porque siempre van a hacer o decir exactamente lo mismo. Si un día cambian el modo en el que se dirigen a nosotros es que algo ha ocurrido o que, definitivamente, nosotros hemos enloquecido, cosa probable...
Me falta la parte de la multa, un ¿Qué ocurrió? Ahí estoy con Daniel en cuanto ha dicho.
Tu balcón no tiene precio.
En buena provocación te metiste, poeta.
Lo que vamos a disfrutar, señor Suárez, leyéndole a usted.
En cuanto a la entrada de la izquierda, sí me pasa que me mandan mensajes y hasta me mosqueo...Tengo una buena colección.
El otro día recibí uno de un chico que estudia periodismo y que decía querer ser amigo del círculo nuestro "círculo vuestro" ¿Cuál círculo sería?
Un saludo a Frans, de Bélgica, porque tiene una amiga que sabe elegir autor, tal vez, un poco mejor que libro.
He disfrutado mucho con los apuntes que dejas a un lado del blog. Gracias por esas pinceladas, que dicen mucho.
De Quincey es un genio! jajaja.
Yo encontré genial al loco ese de "la advertencia" el que va gritando
"¡todos moriremos
todos moriremos!
y la gente disgutada se desvía
porque tiene razón."
Ummmm, veo que hay una niña que va siguiendo tus pasos.
Feliz día Marcelo.
me encantó!
hace un rato que estoy trabajando soltar toda mi locura...soy de palermo tb...pero debe ser que no vivimos en la misma calle por eso no nos conocemos.
muy pero muy lindo.
beso grande
A mí no parecen tan locos, tal vez les merece la categoría de emergentes. De seguro yo lo soy para ellos.
Me encanta la gente q habla sola. A algo se está animando.
abrazo,
Durante mis soliloquios mentales yo no emito palabra, pero gesticulo mucho. Cada vez que paro en un semáforo y noto que el del auto del costado me mira mal, me doy cuenta que venía poniendo caras.
Y no estoy loca.
Reitero: NO ESTOY LOCA.
¿No?
PD: Yo sé que estás piantao.
Hoy esperaba a unos clientes con los que me había citado en la plaza de un pueblo de cuyo nombre no quiero acordarme (No de la Mancha, pero sí de las Vegas, bueno, las "Vegas Altas", las de acá) y vi a una señora cincuentona hablando sola... decía algo así como: "fútbol, fútbol la gente está tonta con el futbol..." la miré distraidamente y advertí que efectivamente estaba hablando sola y no por un móvil, y mirandome a los ojos me dijo que no me extañase que en la boca de los niños y de las locas está la verdad. Muy serio le dije: sí, es verdad Señora... mi sinceridad abrió su corazón y pretendía explicarme su razonamiento, o su delirio quién sabe, pero me disculpé amablemente diciendo que tenía un compromiso.
Sosteniendo mi excusa llegaron los clientes, que eran otros locos con bombos, silbatos y pancartas que iban a manifestarse frente al Ayuntamiento.
Mi vida es surrealista Marcelo.
¿Locos o excéntricos? Me pinta más el segundo término y no tanto por raro o extravagante, más bien por “fuera de centro” o con un “centro diferente”..eso! En cualquier caso, bien, muy bien. Un beso.
yo detecto ràpidamente a los que hablan solos. y como cada vez son màs, ando bastante entretenida ultimamente.
en general, los locos me caen bien tambièn.
y pertenezco a la comunidad de locos que los miran.
nononoonon, todavìa no hablo sola. es decir, con excepciòn de mis gatas.
abrazo
Qué linda calle has elegido, con locos y todo, no falta nada. Abrazos desde mi cerrito
Che, "ese" Frans me suena a joda, pero me muero por mandarle un libro de Cortezar:)
Mejor hablar solo que mal acompañado... mejor hablar con un gato que con un cretino. ¡Carajo! ¿Alguien no está un poco loco?
Un beso
Serán locos o personas realmente comunes?
Me gusta el loco de la derecha, el que habla con los gatos, tiene buena compañía.
Buena historia ;)
Saludos
Jeve.
Hola Marcelo:
¿Y por qué el loco número uno no podría hablar con sus gatos?
¿Locos? Los hay por montones.
Aquí en Chile hay uno, rosarino, que renunció a dirigir a nuestros futbolistas y tiene ahora a millones de hinchas despotricando contra otros, como si tuvieran ellos la culpa de la pataleta de aquel DT.
Te mando un abrazo...sólo semi-cuerdo.
Los locos del barrio también merecen un cronista, y ya lo tienen.
Saludos.
Hola Marcelo:
Has descrito a "dos" locos... si usásemos tu acertada percepción notaríamos que, a nuestro alrededor, pululan muchos de esos personajes... Mejor no les preguntemos! no fuese que razonasen con más cordura que nosotros!
Cordfiales saludos,
Luis
Es mejor ser loco... porque si uno intenta ser normal a toda hora, se termina volviendo loco!!
Todo cuanto nos rodea tiene su historia,así nos de la impresión de que están revestidas de cotidianidad,cada ser es un universo,los locos siempre son los demás ,nunca nosotros.
Un abrazo Marcelo.
todos tenemos un poco de locura encima, en este caso, tus vecinos x....., vos por observarlos y yo x leer este blog q me encanta... besos
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