Nuestro detective odia los trabajos del corazón, encargados por maridos celosos o esposas con insomnio. Pero estaba arruinado de nuevo. Y siempre le aparece un seguimiento de éstos cada vez que el dueño de la oficina lo llama para decirle que ahora sí va en serio, que puso los papeles en manos de abogados.
Entonces los acepta.
Este caso fue sencillo. Aunque debía reconocerle cierta imaginación a los amantes. Mezclando sus encuentros entre multitudes de personas y cifrando sus mensajes entre las cartas, mails y llamados de trabajo. Cambiando sus nombres y sus lugares de reunión. Entrando cada uno por una puerta distinta. Hubo un punto en que nuestro investigador dudó. Casi llama a su cliente para decirle que su matrimonio no corría ningún peligro.
Pero hoy quedaron los tres solos en el elevador. Los amantes, que vacilaron un segundo ante la distraída presencia del tipo de piloto, no pudieron esperar más y se estrecharon en un abrazo interminable, como los besos que llegaron después en torbellino.
Ya tenía la prueba que buscaba.
Se fue caminando hasta la oficina. La notificación judicial asomaba por debajo de la puerta. Probó el teléfono, y éste milagrosamente tenía tono. Al rato llamó a su cliente, para decirle que podía quedarse tranquilo, que nada sospechoso había encontrado en toda la investigación. Y que no le debía un centavo. Algo tan sencillo no calificaba para ser llamado trabajo.
22 comentarios:
¡Qué majete el detective! Besotes, M.
Marcelo
vaya por Dios, nunca saldra de la ruina este detective!!!!.
Mils de petonicos.
Marcelo
vaya por Dios, nunca saldra de la ruina este detective!!!!.
Mils de petonicos.
Marcelo
vaya por Dios, nunca saldra de la ruina este detective!!!!.
Mils de petonicos.
Con detectives asi de románticos y sensibles ante un beso( como los de Merche, por ejemplo ;-) ) da gusto...
Mille baisers!
PD: Podemos hacer una colecta para compensarlo, me ha enternecido... Pero la administración del dinero entre las manos de las hermanas... (Yo sigo con el tema, me temo...)
tu detective me ha recordado a Ned Beaumont ('La llave de cristal' - Dashiell Hammett)... corazón implacable con la dureza, pero siempre atento a la escasa y escurridiza dulzura de los demás corazones... todo ello regado con la ironía del más puro estilo de novela negra
un abrazo
Tienes personaje Marcelo. Me he leído las entradas anteriores y ya me gusta este hombre. Es como el que con su último billete paga la ronda y sale del bar con la cabeza alta, como debe ser.
Un abrazo
Rafa
Otra cosa, ya he visto que has puesto a Aute en la banda sonora. ¿qué te pareció?
un abrazo
Rafa
Marcelo, mal negocio, pero que muy mal, está sin un duro y no quiere cobrar, ay,ay,ay,este detective romántico,de eso no se come y la pela es la pela ,jajaja
Chico guapo, no escribas tanto que no te puedo seguiiiiirrrrrr !!!!
Marcelo, ¿ aún hay románticos?.... ¡Qué dificil es ésto con los tiempos que corren....!O, ¿es qué tu detective revivió en la escena su vida?.Un abrazo y que tengas una buena semana.Angela
Este detective, en el fondo, es un tierno... y lo único que quiere es que lo quieran. Me parece...
Besos
Te parece Merche? Aunque con su economía es desastroso...
Un beso
Martona: seguramente prefiere no tener deudas con sí mismo!
Un beso
Selma: podés contratarlo, sólo que no le gustan los casos del corazón. Pero para otro tipo de investigaciones, es muy bueno! Y no es mala la idea de que lo administren un poco, que de algo tiene que vivir.
Un beso
Camille: no seas blasfemo con Hammett! Aunque yo, te lo agradezco muchísimo.
Un abrazo
Hola Rafa: me alegro que te haya gustado! Vamos a ver como sigue. Y a don Aute, lo voy conociendo de a poquito...Es que todavía no he salido del todo de Serrano y Fito. Te mantendré informado.
Un abrazo
M. Eugenia: es que el hombre generalmente no es bueno con la administración! Y respecto de lo otro no te preocupes, esta semana se me terminan las vacaciones de invierno, y los dejaré descansar.
Un beso!
Vaya uno a saber en qué pensó Angela. A lo mejor es como vos decís, y recordó algo de su vida.
Buena semana para vos también.
Miriam: todos queremos que nos quieran. Y muchos se esconden debajo de un duro caparazón.
Un beso
¿Qué otro tipo de investigación? :-O
miedo me da... ¡A mí que me registren...no he hecho nada! Creo...
Querido Marcelo, a veces el dinero no es todo... Gracias a dios, o quien sea, de que hay gente así. ¡Me encanta este detective! Besotes, M.
No se puede ser tetective y ser romantico eso no es rentable desde mi pinto de vista.
Saludos y hasta la próxima.
Llego tarde al Ministerio que me asignaste, pero ya sabes...la Alegría necesita repartirse.,..tenía mucho trabajo en otros lares :))
Pero me he reído muchísimo viendo el jaleo que montaste..creo que en algún momento te va a hacer falta una secretaría y dos centralitas para canalizar tus comentarios...
Tu esposa está dispuesta?? jaja
Y volviendo a esta estupenda entrada:
me parezco bastante al detective...en un par de cosas :)
Un abrazo!
Este detective es de lo más literario, y tiene un puesto asegurado en el olimpo de los personajes creíbles.
Alguien que es capaz de conmoverse con la pasión de dos amantes hasta ese punto, sólo puede ser alguien con un pasado tan atormentado que su vida literaria no sólo es posible: es que es imprescindible que continúes con él.
Los amantes seguramente serán prescindibles, mejor que sigan a lo suyo... pero él... es un crack, definitivamente.
Ese detective con ideología no es un parasito cotilla, me cae, me cae. Ahhhh la música... no me dan ganas de cerrar tu blog. Chic
Tenía su corazoncito el tipo de marras. Eso le da carácter y tono libresco. Yo lo contrataría
No te asustes Selma! No es para que te investigue a vos...podés necesitarlo para otra cosa!
Mejor así Merche!
un beso
Gatita: el honbre no tiene vocación para este tipo de investigaciones...
Only: mi esposa vive los brotes místicos de la iglesia con resignación...no tiene otro remedio!
Un beso
Gracias Brujaroja! Cualquiera puede estar en el lugar de alguno de los tres...
Un saludo
Dejalo abierto Antonia, y usalo de radio!
Cecilia: si lo necesitas, puedes contratarlo
Un abrazo
No me extraña que no le gusten los casos "del corazón" a tu detective, si él mismo es todo corazón. Me gustaría invitarle a comer.
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