martes, 12 de agosto de 2008

La Catedral del hombre que desmintió su suicidio

La Argentina está loca. Me refiero al país. Pero en realidad siempre estuvo loca. A comienzos del siglo pasado éramos potencia mundial. No sé si el cuarto o quinto país del mundo, pero que éramos "top ten" no había ninguna duda. Era un destino de oro venir aquí. Aunque luego, bueno, el reparto de la riqueza no fuera muy justo que digamos. Pero Argentina se construyó en esa época. Se compraban los planos hechos de edificios que a las familias ricas les gustaba de Europa, se traía también al arquitecto, a los materiales (que venían en los barcos vacíos, luego de descargar nuestras riquezas naturales) Y así se edificó nuestra ciudad. Las bóvedas de los cementerios también se “importaban”.
Pero Argentina siempre estuvo loca. A la vuelta de mi casa está la Catedral. No, no es una iglesia, pero todo el mundo la llama así. Es una dependencia de la Facultad de Ingeniería. Aunque cuando se la construyó se pensó para la Facultad de Derecho.
Se hizo un concurso y lo ganó un arquitecto uruguayo llamado Arturo Prins. Su proyecto era un edificio estilo Luis XIV, pero las autoridades universitarias decidieron sobre la marcha cambiar ese estilo por uno gótico, y le encargaron al uruguayo llevar adelante el nuevo proyecto, aunque el primero ya estaba en marcha. Año 1.912.
Empieza a reformarlo constantemente: cambia planos, cambia construcciones. Entonces el costo se dispara. La universidad no tiene dinero, y el hombre comienza a trabajar en forma interrumpida, según llegaran los fondos. En 1.925 se lo inaugura parcialmente. El edificio pensado para una manzana entera termina reducido a la mitad.
Se decide trasladar la facultad de Derecho a otro sitio. Sigue el problema de dinero, por eso es que se resuelve habilitarlo con la fachada exterior sin terminar. Pasan veinticinco años. La obra sigue a medio terminar, y empiezan a rumorearse graves errores de cálculo.
En 1.938 se paraliza definitivamente la obra. Se rumorea que el ingeniero –que estuvo siempre al pie del cañón- se suicidó, angustiado por esos errores de cálculo, o por no haber podido terminar su obra. Pero un amigo lo encuentra por la calle y le relata el trascendido. El ingeniero Prins suelta una carcajada y lo tranquiliza. Le dice que no se ha suicidado, y que podría hacerlo por muchos motivos, pero nunca lo haría por no haber podido terminar una obra.
La universidad despide al ingeniero, le rescinde su contrato. Prins muere definitivamente en 1.939.
¿Cómo quedó el edificio? Sin revestimiento exterior, y por sus formas es un megapalomar. Pero tiene lineas delicadas, estilo gótico o neogótico, unas puertas y vitraux fantásticos, y una magnífica escalera central. Damas y caballeros. Con ustedes, la catedral a medio hacer, que está a la vuelta de mi casa.







Homeless viviendo en el lateral de la Catedral. Su perro fiel desconfía de este cronista, y en segundos saldrá a ladrarle y echarlo, lo que por supuesto logró. Adivinan qué es ese techo azul? Sí!! A casi cien años de iniciado, el edificio está en...obras



Esta casa está a dos cuadras y también la construyó Prins, como vivienda para el personal de la universidad. Y sí está terminada.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

well its nice to know that you have great hits here.

Anónimo dijo...

Podría adelantarte la sorpresa, pero no voy a hacerlo. Sólo que hay palabras fantásticas para ti en ese periódico nuestro de cada día...
Palabras que, por otro lado, te mereces: una por una...
Besos.

m.eugènia creus-piqué dijo...

Hola Marcelo, el edificio puede estar a medio hacer pero es precioso, voy a tener que ir a Buenos Aires de una vez !.

CarmenS dijo...

Visita obligada a la catedral el día que caigamos por Buenos Aires. Lo cierto es que antes de hacer un viaje a tu ciudad, habrá que repasar tus escritos de punta a punta.

begoyrafa dijo...

Conocer la historia de los edificios de una ciudad es fascinante y también la de las gentes que los llevaron a cabo. Ese arquitecto uruguayo y su "locura" por la catedral darían para una novela. Es la hora Marcelo, de pasar de cronista a novelista.
Un abrazo
Rafa

marichuy dijo...

Marcelo

Bellos edificios, uno podría pensar que esta en alguna ciudad europea.

Saludos

Anónimo dijo...

Por cierto: el cronista un cobarde, mira que no hacer una foto del homeless, que habría sido un documento impresionante,(porque como todo está relacionado, no me extrañaría que sea el mismo del poema del otro día...) o al menos del perro...

Martine dijo...

Llevo uno o dos Posts de retraso... Pero aquí estoy descubriendo de tu mano y con todos vosotros este "Buenos Aires querido" y me gusta... Con todas estas peculiaridades, que creo tienen todas nuestras ciudades, pero lo describes todo tan bien Marcelo, que es como si lo conociera de toda la vida... Por cierto veo que seguimos ligados a iglesias y catedrales ( aunque ésta no lo sea) varias... Eso de ser H.M. marca definitivamente ¿no?

Un beso catedralicio...

Arcángel Mirón dijo...

El contraste es demoledor. La catedral merecía terminarse, como todos mereceríamos una catedral propia (la mía, con chimenea y patos en el estanque).

Arcángel Mirón dijo...

Ah! Y Joe Cocker es inmenso, y sí, esa canción de The Beatles debería ser de Palito Ortega, totalmente.

m.eugènia creus-piqué dijo...

Marcelo ,me acabo de llevar tu pajarito a mi blog con el enlace y todo.Un amigo me hizo una chuleta de como hacerloooo !!

Merche Pallarés dijo...

Genial el edificio. Cuando vaya a Buenos Aires espero que me hagas de anfitrión y me enseñes todos esos edificios maravillosos construidos por grandes arquitectos cuando la gran Argentina era el paraiso para muchísimos europeos emigrantes. ¡Qué pena de país! bueno, ¡qué pena de dirigentes que ha tenido ese país! No lo puedo creer que un país tan rico, tan poderoso en su riqueza natural como fue, esté en bancarrota... IMPERDONABLE. Os acompaño en el sentimiento, querido y admirado PUEBLO argentino. Besotes, M.

angela dijo...

Marcelo, gracias por acercarnos una parte de la historia de ese gran país que fué Argentina...El edificio ¡precioso!, se nota el gótico en sus fachasas ¡ qué lástima que ese gran obra no se haya podido concluir.!.En cuanto al amigo del hombre, es maravilloso la lealtad que tienen al que saben que se deben...Un abrazo.Angela

Anónimo dijo...

doctor por favor no siga alabando estas antiguedades que me esta espantando el negocio.
derechito a la volteada, todas estas obritas. saludos
MAP

Anónimo dijo...

Muy interesante el relato Marce y las fotos bellísimas!

Beso

Miriam dijo...

Definitivamente sos bueno escribiendo pero también sacando fotos...
Excelente entrada!
Besos

Anónimo dijo...

Qué buena entrada...una vez más, es un lujazo poder leerte.
Y me ha impresionado lo del homeless...es algo que me produce siempre mucha tristeza, pero existe.

Un abrazo, che

fritus dijo...

Yo viví ocho años junto a una catedral en obras ( dentro de un piso, no como el señor del perro) ", la Sagrada familia" , le llaman. y al pas que van, echale otro siglo y medio....

nep dijo...

Flaco, muy bonito el post... Pero alfojá al copy&pase o poné link a las referencias. Sino es muy poco serio.

Antón de Muros dijo...

Marcelo:

Acabo de leer la entrada, unos meses después que la subiste.

Coincidimos jajajaja

Un abrazo.

Antón.

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