El Sr. K estaba feliz por haber terminado su trámite, pero se perdió en las escaleras de la inmensa oficina estatal. Los empleados estaban trabajando, cada uno en su escritorio, con las miradas fijas en los ordenados papeles. El Sr. K. no se atrevía a interrumpirlos, y comenzó a deambular por los corredores oscuros buscando la salida. En determinado momento le pareció que estaba andando en círculos, cuadrados por supuesto, como los pasillos de todas las reparticiones. Lo que notó fue que los empleados iban desapareciendo de las estructuras modulares, pero para su sorpresa, se esfumaban sin poder acertar por dónde, porque en ese caso los hubiera seguido. La noche lo tapaba todo. Cuando el miedo comenzó su invasión, se detuvo en la máquina del agua. Las burbujas gigantes se elevaban por el botellón invertido y el sordo borbotón lo tranquilizó. El agua fresca fue un bálsamo para su boca seca. Entonces vio al sujeto que leía en la penumbra de una Sala de Espera.
-Disculpe caballero ¿Me podría indicar la salida?
Y el hombre replicó:
“Zeus no podría desatar las redes
de piedra que me cercan. He olvidado
los hombres que antes fui; sigo el odiado
camino de monótonas paredes
que es mi destino. Rectas galerías
que se curvan en círculos secretos
al cabo de los años. Parapetos
que ha agrietado la usura de los días.
En el pálido polvo he descifrado
rastros que temo. El aire me ha traído
en las cóncavas tardes un bramido
o el eco de un bramido desolado.
Sé que en la sombra hay Otro, cuya suerte
es fatigar las largas soledades
que tejen y destejen este Hades
y ansiar mi sangre y devorar mi muerte.
Nos buscamos los dos. Ojalá fuera
éste el último día de la espera”
La garganta del Sr. K se secó nuevamente. Miró a su alrededor para asegurarse que el sujeto le hubiera hablado a él…
- Perdone si lo interrumpí, sólo quiero saber cómo salgo de aquí…
“No habrá nunca una puerta. Estás adentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
que tercamente se bifurca en otro,
tendrá fin. Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera."
El Sr. K., se sentó, agobiado. El sujeto le hablaba a él, y sintió que con él, le hablaba el universo, y repitió lo que le había dicho: "No esperes que el rigor de tu camino, que tercamente se bifurca en otro, que tercamente se bifurca en otro, tendrá fin. Es de hierro tu destino" Decidió acostarse en las butacas de la Sala de Espera. El hombre seguía leyendo, ajeno a él, a la Oficina, a la noche fría. Pero no al Universo. Pensó que dormir no sería una mala elección. A lo sumo, vendría un guardia y lo echaría a la calle. Mientras tanto, el hombre seguía leyendo, ahora con la ayuda de la luz de la luna y la de un cigarrillo, al lado del cartel que, en vano, prohibía fumar.
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Las poesías "El Laberinto" y "Laberinto" son de Jorge Luis Borges
31 comentarios:
Está muy bueno! y si, lo mejor que podía hacer es dormir,desesperar ,para que?
me gustó mucho,escribes genial! asocias ideas,personajes,situaciones increibles,letras de los grandes,que más puedo pedir? aqui en este post hay de todo,es muy bueno!que tengas un buen fin de semana!
Desgraciadamente no está alejado nada de la realidad, aunque lamentablemente no tengamos que escuchar tus maravillosas palabras.
Es como "El Proceso", la película dirigida por Welles con el Perkins.
Perderse por los pasillo y escaleras o quedarse a dormir y que sea lo que sea.
Subiré por el ascensor a ver que pasa, si no vuelvo ya sabéis por donde ando.
Escuchaba esta música angustiosa .. y me perdí en este laberinto... no conozco a ninguna Ariadna, hija de Minos.. ni sé torear Minotauros... Esperaré a que venga el espíritu de Dédalus.. de Ícaro no me fio.. quiso volar demasiado alto..Helios lo castigó... Me estoy yendo por las infinitas ramas del Proceso.. soy inKoherente.. con K insisto...
Un beso.
Hola Isol! Trato de escribir un poco y de paso, mostrar las poesías que me gustan, en el caso de Menárdez, las de Borges. Así, el que pasa por aquí se lleva algo bueno, seguro.
Muchas gracias por pasar por aquí!
Un beso
Maravilloso. Todo un fantástico homenaje a dos grandes escritores.
Besos.
Marcelo, de excelente factura como siempre,
Te dejo un gran abrazo admirado.
Muchas gracias Susana! Y como siempre, le encontrás elementos nuevos. Simplemente intenté ser un vehículo entre los dos escritorazos. Como vos sabés, a Borges le gustaba mucho Kafka. Y a mí me gustan los dos, por eso los llevé a Menárdez y al K. a perderse por el laberinto.
Un beso
Volvé Juan! que los ascensores tienen lo suyo y van también por laberintos oscuros. Ese dilema con las películas, si le hacen honor al libro o no, siendo dos artes completamente distintas, una a cargo del escritor, la otra a cargo del director. Pero "El Proceso", con Welles, estuvo en buenas manos.
Un abrazo
Hola Selma! Si te pierdes, irá en tu rescate el Hermano Marcelo. Por cierto, el mes que viene La Iglesia Electrónica cumple un año, deberemos preparar algo...Sabés que tengo escrito algo de Icaro y Dédalus? Pero no le encontré la medida al asunto. Ya aparecerán. Un gusto verte por aquí.
Un beso!
Esa fue mi humilde intención Mariela!
Un beso y gracias
Gracias Pilar!
Y pasa cuando quieras.
Un beso
Me identifiqué en el agobio del Sr. K
Le ponés piel a los sentimientos que genera Borges en estas poesias.
Muy bueno Marcelo.
Magah
Es lo que consigues Marce! que uno pase un rato ameno y además lee buena poesía,o piensa en algun tema en especial o simplemente se ríe hasta más no poder,como sea hace bien tu blog!
Es lo que consigues Marce! que uno pase un rato ameno y además lee buena poesía,o piensa en algun tema en especial o simplemente se ríe hasta más no poder,como sea hace bien tu blog!
ES un miedo universal lo que describes. Un miedo que cada uno de nosotros llevamos impreso en nuestro ADN y quizas por esa razón nos resulta tan aterrador.
Un beso Marcelo.
ES un miedo universal lo que describes. Un miedo que cada uno de nosotros llevamos impreso en nuestro ADN y quizas por esa razón nos resulta tan aterrador.
Un beso Marcelo.
Hola Marcelo , Jorge Luís Borges me encanta niño y por supuesto lo que escribes tú .
Besotes
Sé que en la sombra hay Otro, cuya suerte
es fatigar las largas soledades
que tejen y destejen este Hades
y ansiar mi sangre y devorar mi muerte.
Los laberintos de cada uno tienen tantos recovecos que en ellos todo se encuentra, muchos otros habitan y buscan la salida.
Un dulce beso.
Ainsss, creo que me falta el aire...¿Alguien puede abrir una ventana?
Muy bueno, Marcelo, y la imagen lo ilustra muy bien.
Muakk
Gracias Magah! Y fantasear con ser un medio para acercar a alguien a semejantes "mostros" me resulta irresistible.
Un beso
Gracias Isol! Eso es lo que intento, al menos.
Un beso
Gracias Isol! Eso es lo que intento, al menos.
Un beso
Es cierto Helena! Hay miedos que van en nuestro ADN, aunque nos hagamos los distraídos, o los valientes, para disimular.
Un beso!
Es cierto Helena! Hay miedos que van en nuestro ADN, aunque nos hagamos los distraídos, o los valientes, para disimular.
Un beso!
Disculpen cierta reiteración, pero en esta entrada me he propuesto no dejar comentario sin responder...
Gracias Carlota! Y es recíproco, en todas las variantes que esta observación mía permite respecto de tu comentario.
Un beso
(*:
Sabía que podían gustarte esas palabras de Borges. Créemelo, lo sabía.
Un beso
Ay, tu y tu Borges... Estupendo el relato. Muchos besotes, M.
Regio.
Hago reverencia, CH.P.
Otro beso.
Me gusta esa ventana que abres,una delicia asomarse,leer y volver a leer para entrar en un mundo de donde no salimos sin pensar que nos ha querido traer el autor de la entrada.
Bien dices que"Hay miedos que van en nuestro ADN"...Nada como leerte para alejarlos.
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