martes, 4 de agosto de 2009

Cómo poder hablar de amor?


Cómo poder hablar de amor
en bares con televisión?
Si en el momento justo
en que mi corazón se parte
/
tus ojos se distraen
por un instante
mirando sin mirar
figuras espectrales?
/
Y cuando vuelves a mi amor
de las noticias terrenales
olvidaste
que aquí estoy yo,
confundido,
sin ganas de volver a ser herido?
/
Prefiero a los bares como antes.
Sabían los cafés que yo he querido
dejar hablar de amor a los amantes.
(del 29/07/08)

33 comentarios:

Antón de Muros dijo...

Si algunas mesas de café hablaran...

Un abrazo (sin televisión prendida) ;-)

Antón.

Tess Harding dijo...

Gracias...

LAO dijo...

Volver a ser amante como en los cafés de antes...Este es un poema hermosísimo, realmente me gustó. Con respecto al anterior, el del Gato Negro (no me dejó entrar para el comentario ¿?) entonces acá te digo que tiene un aire porteñísimo, que a la pastafrola me la imagino acompañada con un café fuerte con poco azúcar. Lo de la claringrilla me trae nostalgias con olor a Tortoni también,
ya que mi viejo,que empezó produciendo crucigramas,fundando el primer diario de mi pueblo; se hizo fana de las Claringrillas desde que nacieron -en el diario El Clarin- hasta el fin de su vida.
Gracias por ésto...un abrazo!!

Cecy dijo...

Tambien las prefiero.
Donde nada te ditraiga ni te rompa el corazón, claro.

Muy lindo Marcel.

Besos.

Cecy dijo...

te dejo la "s", que me lleve...

maracuyá dijo...

Ayyy...me encantóooo, Marcelo!!!

Odio los cafés con televisión, odio a la televisión en cualquier lugar y en cualquier momento...No me distraería, no...mucho menos con el tema de El Padrino ambientando, pero quién sabe él...quién sabe?

Besos

Anónimo dijo...

"Al lánguido compás
de un vals de Chopin,
mi amor te confesé
sin ver que más
llamaba tu interés aquel vals.
....
Borracho de pasión,
y ciego de querer,
se lanza a tu atracción
sin ver que más que un alma
en ti, mujer, hay un vals."

Tu relato me llenó la memoria de ese vals maravilloso de Gonzales Castillo.
Los ojos son buscadores de lo efímero y a veces, atentan contra las miradas.

Bellísima tu poesía.

A la salud de los bares sin televisión, con música discreta o sin ella, con buena acústica, para contar secretos y sentires en público, íntimamente.

Lena yau dijo...

Ay...leer estas cosas me dejan el corazón chapoteando...

Bellísimo, Divi.

Me lo llevo en las orejas.

Muchos pero muchos besos hoy...

gabo dijo...

Divina TV Führer mi amor! Así es el vertigo corremos hasta cuando estamos sentados tomando un café, la tv hiere.

m.eugènia creus-piqué dijo...

Que bonito poema Marcelo !.Besos chico guapo y prepara el horno que voy.

Helena dijo...

Marcelo me gusta tu poema, si le pongo musica parece una cancion de Sabina.
Besos que te acerquen el calor que a mi me sobra.

Martine dijo...

Por suerte, donde vivo.. hay muchos cafés sin televisión...y de los más discretos e íntimos, doy fe.. ;-)

Un beso.

Juan Luis G. dijo...

¿Y el fútbol qué? ¡¡¡ES QUE NADIE PIENSA EN EL FÚTBOL!!!

;-)

Saludos.

Luna dijo...

Yo tengo una mesa en un bar perfecto.

Besos

Beatrice dijo...

¡Qué belleza Marcelo!
He regresado para leerte y disfrutar
tu blog.
Un abrazo
Beatriz

Susana Peiró dijo...

Vaya que me gustó y mucho este Poema, y le cuento las razones.
Estoy desde hace un tiempo –a lo Flaubert- con la persistente idea de la Mot just y en este trabajo “figuras espectrales” “noticias terrenales” y ese remate “sabían los cafés que yo he querido”, encontraron el lugar exacto para contarnos un momento, una preciosa queja, un lamento nostalgioso. Pero no sólo hay estética, también nos dice de sentimientos peleando al entorno su propio espacio, y de esa fatiga, el dolor, la perplejidad…y la capitulación, claro.
Qué bien Marcelo, nos regaló otro momentazo, Muchas Gracias!
Tenga muy buenos días.

Claudia Sánchez dijo...

Hace rato que estoy por acá. Me quedé escuchando música y recordé cuando los bares tenían "Música Funcional" en lugar de televisores. Y entonces una canción podía terminar de unir a dos amores.
Yo también prefiero los bares de antes.

Saludos!

TORO SALVAJE dijo...

Hay que ser muy especial, para decirlo suavemente, para mirar la televisión cuando te hablan de amor.
Aunque tiene una ventaja, en el mismo momento que esos ojos se distraen uno ya ve el futuro en ellos, entonces uno se levanta y sin decir nada se marcha.

Saludos.

Merche Pallarés dijo...

Precioso y tierno poema. Esos cafés de antaño sin televisiones... ¡Qué lujo! Besotes, M.

Isabel Estercita Lew dijo...

Extraño profundamente los bares, los verdaderos. Hasta en viejo bar de la Luna pusieron dos teles.

Marce, el Zurdo se metió en mi blog esta madrugada!

Saravá

Estercita

carlota dijo...

Aqui tenemos la suerte de contar con un bar de los de antes ...pero sólo queda uno .

Un besote .

Mariela Torres dijo...

¡Qué buen poema!
Me estoy dando cuenta de que los poemas que más me gustan son estos modernos, como los tuyos, nada de antigüedades dichas mil veces, que ya no dicen nada.

¡Besos!

Anónimo dijo...

Sólo hablar de amor, es suficiente...lo demás molesta.

Saludos ( sin timbre de telefonos)

América dijo...

Querido un abrazo un beso y afines sin TV,ME HA ENCANTADO!!!!!!!!!

jjulia cofasso dijo...

tampoco me gusta la tv en los bares. enrealidad no me gusta la tv y punto. prefiero hacer que ver a la gente hacer cosas poco interesantes.
ahora, por que subis esto un año despues de escrito??
saludos =)

Anónimo dijo...

Que en las pupilas de los amantes no tienen que tintinear las luces de un televisor. Claro que no.
(Increíble lo lejos que está llegando el Zurdo... ¡me encanta!)
Un beso.

Hada Isol ♥ dijo...

Y si lo que hay en esa tele es un partido de futbol,pues ni me tomo el trabajo de soñar con hablar de amor,la verdad es que en los cafés la tele no vá! Muy bueno,como siempre Marce muy bueno!Oye hoy en Geni recordé un poco los días de post interactivos aqui,algun día debes hacerlos de nuevo,extraño la iglesia electrónica,a lo de Geni Selma llevó el lambrusco imagina!
un abrazo!

Maga h dijo...

Marcelo, solo me llenó el corazón lo que escribiste, con el sabor humeante de la nostalgia por esas charlas de amor que aun televisor mediante, nunca pudieron ser interrumpidas, por que la única existencia eran esos ojos, esa mirada compartida.

Besos

Magah

Viviana dijo...

Me pongo de pie!! ¡Bravo, bravo! Me encantó esta poesía de amor urbano. Una maravilla. Besos

alba dijo...

Genial, Marcelo, te aplaudo!

Mónica dijo...

Que difíciles se hacen los monólogos del amor! Como un desencuentro... en el que todo influye para que nada colabore con el encuentro.
Pero todo tiene su tiempo...
Un beso Marce

Richard dijo...

Aquí , por suerte,existen en el barrio Pichincha,lugares de encuentros y adioses.
Maravilloso tu poema.
Un abrazo

Pame Recetas dijo...

BELLÍSIMO

Bitacoras.com