martes, 3 de marzo de 2009

Los otros

Menárdez cree en el azar, mas no en la suerte. En este momento exacto en que escribo sobre él, decide buscar el libro de todos los libros. Va hasta la biblioteca desordenada como una Babel del siglo XXI, para abrir el libro al azar:

“Pienso en un tigre. La penumbra exalta
La vasta Biblioteca laboriosa
Y parece alejar los anaqueles;
Fuerte, inocente, ensangrentado y nuevo,
El irá por su selva y su mañana
Y marcará su rastro en la limosa
Margen de un río cuyo nombre ignora
(en su mundo no hay nombres ni pasado
Ni porvenir, sólo un instante cierto.)
Y salvará las bárbaras distancias
Y husmeará en el trenzado laberinto
De los olores el olor del alba
Y el olor deleitable del venado;
Entre las rayas del bambú descifro
Sus rayas y presiento la osatura
Bajo la piel espléndida que vibra.
En vano se interponen los convexos
Mares y los desiertos del planeta;
Desde esta casa de un remoto puerto
De América del Sur, te sigo y sueño,
Oh tigre de las márgenes del Ganges.

Cunde la tarde y en mi alma reflexiono
Que el tigre vocativo de mi verso
Es un tigre de símbolos y sombras,
Una serie de tropos literarios
Y de memorias de la enciclopedia
Y no el tigre fatal, la aciaga joya
Que, bajo el sol o la diversa luna,
Va cumpliendo en Sumatra o en Bengala
Su rutina de amor, de ocio y de muerte.
Al tigre de los símbolos he opuesto
El verdadero, el de caliente sangre,
El que diezma la tribu de los búfalos
Y hoy, 3 de agosto del 59,
Alarga en la pradera una pausada
Sombra, pero ya el hecho de nombrarlo
Y de conjeturar su circunstancia
Lo hace ficción del arte y no criatura
Viviente de las que andan por la tierra.

Un tercer tigre buscaremos. Éste
Será como los otros una forma
De mi sueño, un sistema de palabras
Humanas y no el tigre vertebrado
Que, más allá de las mitologías,
Pisa la tierra. Bien lo sé, pero algo
Me impone esta aventura indefinida,
Insensata y antigua, y persevero
En buscar por el tiempo de la tarde
El otro tigre, el que no está en el verso.”

Menárdez cierra El Libro y lo devuelve al anaquel de la biblioteca del caos. Piensa en el tigre borgeano y busca al otro tigre, al que no está en el verso; pero no lo encuentra. En la biblioteca sólo se ve a sí mismo. Aunque cree ver a alguien más en la penumbra, como una imagen reflejada por un espejo. Es un extraño caballero, que parece estar escribiendo algo.

Hoy, 3 de marzo del 9

(cincuenta años después)

26 comentarios:

Marcelo dijo...

Me llamó mucho la atención que, escrito el primer párrafo de Menárdez en la biblioteca, abriera las Obras Completas de Borges al azar, y apareciera la poesía "El otro tigre", que transcurre en una biblioteca. Se me dirá que Borges y las bibliotecas (también los tigres) son inseparables. Claro, debe haber sido eso...

Merche Pallarés dijo...

No conozco ese escrito de Borges sobre los tigres... Me gusta la foto que has puesto, esa mirada... felina (como no podía ser de otra forma...). Besotes, M.

Camille Stein dijo...

pendiente queda el tercer tigre

quizá nunca aparezca y se deslizará majestuoso, sin dejarse atrapar por palabras, en el filo de los sueños

un día, en un espejo, se reflejará en un breve instante de rugido

un abrazo

gloria dijo...

No creo en el azar, Marcelo, creo que Mernández te llevó a este tigre de Borges, que Borges te llevó 50 años atrás, justo hoy, y que en la penumbra, el espejo muestra quiénes somos en realidad...

Una entrada perfecta.

Un beso.

Cigarra dijo...

Afortunadamente el otro tigre nunca se dejará atrapar, nunca quedará fijo en palabras, por eso es tigre y siempre lo será.

Magnífico Borges poeta.

marichuy dijo...

Marcelo

Gran texto el de Borges, como siempre; pero debo reconocer que me sorprende, obvio que no lo conocía.

Un beso

gloria dijo...

Menardez... (perdona, hoy es martes de sueño)

Anónimo dijo...

La verdad es que me quedé boquiabierto con esta maravilla. Permíteme aplaudir… Te felicito.

Susana Peiró dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
angela dijo...

Marcelo, no crees que todos llevamos dentro un tigre?...El que llevamos lo encaminamos, lo encauzamos, le vamos dando alas para volar....En cambio el que corre por las sábanas es libre sin más... Adoro a este animal por su belleza y su fuerza incluida su libertad pero, me quedo con el que llevo dentro aunque sé que es más débil.Un abrazo.Angela

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Además de Borges, y su Hacedor, de este relato tuyo me quedo con tu "esclarecedor" primer comentario.

Debe haber sido eso, claro.

Un beso.

Soledad.

Anónimo dijo...

¿Sabes cuántas veces he jugado a abrir un libro al azar para que me contara algo? ¿Sabes cque casi siempre ha acertado?

Y luego me he preguntado: ¿el azar?

Un beso Marcelo, otro beso Menárdez. (A Borges, ya no me atrevo...)

Marcelo dijo...

Merche: me alegro que te haya gustado...
Un beso!

Camille: me encantan tus poesías escondidas en forma de comentarios
Un abrazo!

Gloria: lo que vos creés es lo que a mi me gustaría creer.
Un beso!
Gracias Salvador! y es un gusto que hayas pasado por aquí.
Un abrazo

Marcelo dijo...

Susana! Qué puedo agregar a tus palabras más que agradecimiento? Sólo la ratificación de que el libro se abrió precisamente en esa poesía...Y entonces, nada dependió de mi. Yo sé que Menárdez está a salvo con tu lectura.
Un beso


Yo también lo creo Angela! Algunos lo llevan domesticado, y en otros casos permanece salvaje...
Un abrazo

Sí Soledad. Debe haber sido eso...
Muchas gracias!

jajajajaja! Atrevete con Borges Reina. No creo que lo puedas besar, pero sí encontrar páginas tangueras que parecen besos. O puñales.
Un beso tanguero

Ana dijo...

Me gusta ver el tiempo como dimensión infinita. Todo está sucediendo... Estar allí ese día y verle.

Mariela Torres dijo...

Nada es casualidad, entonces, el destino está marcado.

Anónimo dijo...

Los libros también sirvieron como oráculos que iluminaron caminos en noches oscuras e intentaron señalar el norte con poderosas agujas imantadas. Dicen que si tienes alguna inquietud, formules tu pregunta en alto, cojas un libro al azar y poses el dedo de forma casual...allí encontrarás la respuesta o señal a la pregunta que te inquietaba...
¿Qué pregunta hay detrás del texto del tigre de Menardez?

Pedro Ojeda Escudero dijo...

y, acechando, el otro tigre, el de Cortázar...

BEATRIZ dijo...

El tigre es una imagen fantástica de la literatura de Borges y de la naturaleza, hay una belleza extraña en la referencia de un tigre del verso, es una estilización apasionante.

Muy buen texto, lo disfrute mucho.

Saludos

TORO SALVAJE dijo...

Quizás no fue azar.
Hay conexiones que ni intuímos.

Saludos.

Anónimo dijo...

qué fantástico el azar, agradecido, el tigre escondido apareció...
buen texto
un abrazo,
Rachel

Patty dijo...

Practicamente no conozco la obra de Borges ni conocía este escrito en particular. Si me recordó a un poema escrito en inglés, sobre un tipo de la india que se hace tigre, o sueña que se hace tigre. No tengo idea de como es, sé que lo leí en algún momento. ¿Dèja vu?

Silvia_D dijo...

Azar, destino? no sé, pero genial del todo, niño.

Precioso ese elegante tigre.

Besoss

Viviana F. dijo...

Ante EL OTRO TIGRE ¿acaso es posible comentar algo?
Para mí, no.
Las palabras huelgan.
Gracias por el homenaje.
Viviana
P.S. te envío un PM.

Martine dijo...

Llego tarde, suerte que no se nota.. Menardez superándose a sí mismo, con sus tigres, los de Borges y Cortazar..
Un beso.

ana. dijo...

"Un tercer tigre buscaremos. Éste
Será como los otros una forma
De mi sueño, un sistema de palabras"... a mí me parece que ese tigre está acá en tu blog Marcelo!!!! Seguro que sí!!!

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