Restos de un Diccionario del Diablo Apócrifo (III)

...................................................Ambrose Bierce...............................

A nuestro pesar y obligados por la presión de nuestros lectores, ponemos en el aire el capítulo III de este pesimista y apócrifo Diccionario del Diablo, que nada tiene que ver con la brillante obra del gran Ambrose Bierce. Una vez más nos vemos urgidos a aclarar que La Menor Idea tampoco tiene nada que ver con estas pseudodefiniciones, y que pensamos que la vida es bella, visión optimista que este “diccionario” claramente rechaza en su ataque al mundo en 360°. Pero alguien nos obliga a publicar este pasquín y no podemos hacer nada al respecto (a menos que queramos ver publicadas esas horribles fotos con la cual nos están extorsionando…¿quien nos creería que nos pusieron algo en la bebida aquella noche de fiesta, y que todo fue contra nuestra voluntad?)

Señoras y Señores, ¡las “definiciones” del día!

CREYENTE: Fanático. Sujeto que sin ninguna evidencia a su favor rechaza toda prueba en contrario acerca de la existencia de Dios. Niño.

ATEO: Fanático. Sujeto que sin ninguna evidencia a su favor rechaza toda prueba en contrario acerca de la inexistencia de Dios. Niño malo.

AGNOSTICO: Pilatos. Jugador que apuesta a todos los números al mismo tiempo.


EMPRESARIO: Sujeto inescrupuloso que ama algo que jura que no existe: la plusvalía. Mentiroso que se ampara de cualquier crítica gritando que de él dependen numerosas familias.

OBRERO: Autómata que aún está convencido de que su clase tiene un destino épico. Especie en extinción o mejor dicho en proceso de mutación a desempleado crónico, cuentapropista de días contados o empleado de servicios tercerizados. Invocación de todo dictador que se precie antes de tomar una medida que perjudicará a un pueblo por décadas: “lo hago en beneficio de la clase obrera”

SINDICALISTA: Empresario. Entrepreneur. Bon vivant. Lobo disfrazado de trabajador. Sujeto que en la mayoría de los casos por un salario defiende apasionadamente los intereses de la patronal.

Hasta la próxima entrega. ¡Y nunca lo olviden! La vida es bella...