jueves, 30 de octubre de 2008
Lunes, cuarenta y cuatro
Sueño que ya es lunes.
Estoy jugando al truco con otros tres, en la oscuridad de la noche, la mesa apenas alumbrada por una luz de mala muerte. A mi derecha hay un tipo raro, de túnica, al que los otros le dicen Hermano. De frente a él, un tipo con pinta de detective privado disimula las señas de sus cartas. Y a su lado, mi compañero de juego, Menárdez, que mientras me engaña que tiene el as de bastos, recita:
“Sólo una cosa no hay. Es el olvido
Dios que salva el metal salva la escoria
y cifra en Su profética memoria
las lunas que serán y las que han sido...”
Una mujer nos sirve lambrusco en silencio, hay cigarrillos y humo por doquier.
Nadie habla. Sólo Menárdez vuelve a la carga para decir que:
“Zeus no podría desatar las redes de piedra que me cercan.
He olvidado los hombres que antes fui;
sigo el odiado camino de monótonas paredes que es mi destino.
Rectas galerías que se curvan en círculos secretos
al cabo de los años…”
Alguien grita ¡envido! y hay que cantar los puntos.
El Hermano tiene veinticuatro.
Menárdez tiene treinta.
El detective treinta y dos.
Yo termino el juego. Sólo puedo ganar con treinta y tres. Sin embargo las barajas se me tornan difusas, no puedo ver cuanto tengo.
Menárdez me ilumina con la luz amarillenta y me dice:
“Cuarenta naipes han desplazado a la vida.
Pintados talismanes de cartón
nos hacen olvidar nuestros destinos
y una creación risueña
va poblando el tiempo robado
con floridas travesuras
de una mitología casera….”
Ayudado por Ménárdez recupero la visión y grito
-¡cuarenta y cuatro!
Pienso que no es posible, que el máximo puntaje es treinta y tres…
Una vez más habla Menárdez para recordar que:
“Spinoza entendió que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra eternamente quiere ser piedra y el tigre un tigre”
Todavía no entiendo lo que ocurre. Los tres jugadores se levantan al unísono, como obedeciendo una orden silenciosa, y me alcanzan un espejo.
Está muy oscuro y sé que soy yo, pero distinto. Menárdez me dice:
- No se apure Suárez, que no es lunes todavía.
Ahora lo entiendo. Ellos comienzan a reírse.
Y yo también.
Párrafos borgeanos:
Everness
El laberinto
El Truco
Borges y yo
Etiquetas:
detective,
Iglesia Electrónica,
PEDRO MENARDEZ,
relatos
Tiempo
Música de esta entrada: money
Señor Inversor:
En estos días de pánico financiero, y de bolsas que parecen electrocardiogramas enloquecidos, despida sin más contemplaciones al corrupto de su broker, que sólo pensó en enriquecerse a costillas suyas.
Nada de Wall Street, ni mercado de derivados, ni oro, ni hipotecas prime, ni commodities.
Venga con Nosotros e invierta en su mejor activo: Usted.
Compre acciones de Tiempo.
No es otro fondo de inversión con una cáscara bonita.
En Tiempo, compramos y vendemos justamente eso. Tiempo. Tiempo Real.
Hay personas que están desesperadas por las deudas y no les queda más nada por vender. Entonces nos venden tiempo de su vida. No su vida misma, sino tiempo. Algunos venden apenas un año, pero hay otros que venden más.
Y por el otro lado está Ud., que como pocos privilegiados, se encuentra milagrosamente líquido. Y viejo.
Desconfíe de cualquier otra inversión, apueste al futuro y haga negocios con Nosotros.
Tenemos todo el tiempo del mundo para usted.
martes, 28 de octubre de 2008
No vayas
Música de esta entrada: Pearl Jam
Le dije mil veces que no fuera. Y no me hizo caso.
Le advertí de mil formas que era peligroso.
Mil ejemplos le di de lo que podía ocurrirle si cruzaba esa puerta.
Pero fue en vano.
Jamás vi morir a un gato por curioso.
La curiosidad nunca mata al gato, él es precavido.
Pero sí mata a los hombres
de mil maneras diferentes.
Le advertí de mil formas que era peligroso.
Mil ejemplos le di de lo que podía ocurrirle si cruzaba esa puerta.
Pero fue en vano.
Jamás vi morir a un gato por curioso.
La curiosidad nunca mata al gato, él es precavido.
Pero sí mata a los hombres
de mil maneras diferentes.
domingo, 26 de octubre de 2008
25
Música de esta entrada: Inconsciente colectivo
Cuántas veces pensé en este momento? 25 años! Cuantos sueños, cuantos recuerdos...Estuve toda la semana inquieto. Vendrán todos? Mucho de lo que soy lo aprendí ahí. Y no hablo de instrucción. Hablo de valores como la amistad, el compañerismo, la lealtad.De sentimientos, de una canción inolvidable, o de una carta de amor. Nuestra escuela, nos haya gustado o no, nos da una referencia, un sentido de pertenencia. Nos da algo que nos hace distintos a todos. El sábado tuve una cita, era imposible faltar...
Cuántas veces pensé en este momento? 25 años! Cuantos sueños, cuantos recuerdos...Estuve toda la semana inquieto. Vendrán todos? Mucho de lo que soy lo aprendí ahí. Y no hablo de instrucción. Hablo de valores como la amistad, el compañerismo, la lealtad.De sentimientos, de una canción inolvidable, o de una carta de amor. Nuestra escuela, nos haya gustado o no, nos da una referencia, un sentido de pertenencia. Nos da algo que nos hace distintos a todos. El sábado tuve una cita, era imposible faltar...
sábado, 25 de octubre de 2008
Ocular
Música de esta entrada: Father figure
Ojos que brillan de rencor
O de pasión
Ojos tristes
Ojos cansados que todo lo han visto
Ojos ansiosos de amor
Ojos negros
Ojos en sangre
Ojos rasgados
Ojos santos
Ojos suicidas
Ojos que nada esperan ya
Ojos bien cerrados
Ojos que lo dicen todo
Ojos que callan
Ojos incrédulos
Ojos de gato
Ojos de miedo
Ojos que se esconden en cuevas
Ojos grandes
Ojos que ríen
Ojos con pupilas apagadas de ceguera
Ojos que contienen inconcebibles universos
como Alephs
O de pasión
Ojos tristes
Ojos cansados que todo lo han visto
Ojos ansiosos de amor
Ojos negros
Ojos en sangre
Ojos rasgados
Ojos santos
Ojos suicidas
Ojos que nada esperan ya
Ojos bien cerrados
Ojos que lo dicen todo
Ojos que callan
Ojos incrédulos
Ojos de gato
Ojos de miedo
Ojos que se esconden en cuevas
Ojos grandes
Ojos que ríen
Ojos con pupilas apagadas de ceguera
Ojos que contienen inconcebibles universos
como Alephs
viernes, 24 de octubre de 2008
Profecía autocumplida
Música de esta entrada: Everlast
Casi todas las madrugadas me despierto sobresaltado.
Sin recordar quien soy ni donde estoy, empiezo a tantear a oscuras la importante medicina que olvidé tomar.
Unos instantes después se aclara mi mente y, y al cabo de unos minutos, me doy cuenta que no existe tal remedio.
Estoy muy preocupado. Creo que iré a ver a un psiquiatra. Tal vez me recete algo para evitar tan horrible y recurrente pesadilla.
Casi todas las madrugadas me despierto sobresaltado.
Sin recordar quien soy ni donde estoy, empiezo a tantear a oscuras la importante medicina que olvidé tomar.
Unos instantes después se aclara mi mente y, y al cabo de unos minutos, me doy cuenta que no existe tal remedio.
Estoy muy preocupado. Creo que iré a ver a un psiquiatra. Tal vez me recete algo para evitar tan horrible y recurrente pesadilla.
miércoles, 22 de octubre de 2008
Un viejo indecente
Música de esta entrada: Rolling Stones
El viejo escribía bien
Era un borracho
que escribía bien
Trabajaba de cartero
de cartero-escritor
y lo hacía bien
De joven tenía la cara llena de granos
nunca tenía un centavo
Pero escribía bien
Luego se hizo famoso y tuvo plata
Siguió escribiendo bien
Hacía escándalos por TV
jugaba todo en el hipódromo
(era bueno en eso)
Pero seguía escribiendo bien
A los críticos expertos no les gusta
Con Miller es lo mismo:
lo acusan de misógino sexista
sin talento
Pero escribía bien
Las mujeres generalmente lo odian
porque su poesía es sucia
como lo era él
Nadie quiere a un tipo que putea, escupe
y tiene úlceras tan sangrantes como descuidadas
No duraba en ningún trabajo
no está en el Olimpo de Las Letras
pero ese viejo escribía endemoniadamente bien.
A mí me gusta.
"...Bukowski ya no puede escribir, está terminado,se acabó, mira cómo toma. Antes nunca venía a las fiestas. Ahora viene a las fiestas y se lo toma todo y luego insulta a los que de verdad tienen talento.Yo antes lo admiraba, cuando se cortaba las muñecas y cuando trató de matarse con gas. Obsérvalo, está mirando de reojo a esa chica de 19 años..."
El viejo escribía bien
Era un borracho
que escribía bien
Trabajaba de cartero
de cartero-escritor
y lo hacía bien
De joven tenía la cara llena de granos
nunca tenía un centavo
Pero escribía bien
Luego se hizo famoso y tuvo plata
Siguió escribiendo bien
Hacía escándalos por TV
jugaba todo en el hipódromo
(era bueno en eso)
Pero seguía escribiendo bien
A los críticos expertos no les gusta
Con Miller es lo mismo:
lo acusan de misógino sexista
sin talento
Pero escribía bien
Las mujeres generalmente lo odian
porque su poesía es sucia
como lo era él
Nadie quiere a un tipo que putea, escupe
y tiene úlceras tan sangrantes como descuidadas
No duraba en ningún trabajo
no está en el Olimpo de Las Letras
pero ese viejo escribía endemoniadamente bien.
A mí me gusta.
"...Bukowski ya no puede escribir, está terminado,se acabó, mira cómo toma. Antes nunca venía a las fiestas. Ahora viene a las fiestas y se lo toma todo y luego insulta a los que de verdad tienen talento.Yo antes lo admiraba, cuando se cortaba las muñecas y cuando trató de matarse con gas. Obsérvalo, está mirando de reojo a esa chica de 19 años..."
lunes, 20 de octubre de 2008
Ración
Música de esta entrada: Portishead
Como el preso de una comida diaria
estoy esperando mi ración
Ansioso, con agua en la boca
con la memoria llena
de manjares compartidos
que ahora parecen tan lejanos
pero con la ilusión intacta
te decía que estoy esperando
mi ración
de ti.
Como el preso de una comida diaria
estoy esperando mi ración
Ansioso, con agua en la boca
con la memoria llena
de manjares compartidos
que ahora parecen tan lejanos
pero con la ilusión intacta
te decía que estoy esperando
mi ración
de ti.
domingo, 19 de octubre de 2008
Bonavena y Borges, juntos
Música de esta entrada: Filiberto y Di Sarli
Comíamos anoche en La Viña del Abasto, lugar que tiene la decoración típica de las cantinas porteñas, donde se pone de todo un poco, y en un rinconcito advertí dos fotos insólitamente juntas: una de don Jorge Luis Borges, y la otra de Ringo Bonavena. Todos conocerán a Borges, pero muchos seguro que no a Ringo. Reseña de Wikipedia: “Oscar Natalio Ringo Bonavena nació en Buenos Aires, el 25 de septiembre de 1942, en el barrio de Boedo. Es asesinado en Reno (Nevada), Estados Unidos, el 22 de mayo de 1976. Fue un boxeador argentino de peso pesado.
Se inició como boxeador en el el Club Atlético Huracán, y en 1959 fue campeón amateur. Su éxito como profesional lo llevó a pelear con frecuencia en Estados Unidos, la meca de este deporte. Venció al campeón canadiense George Chuvalo, combatió dos veces con el gran golpeador Joe Frazier —la segunda de ellas por la corona de los pesos pesados de la W.B.A. en diciembre de 1968— y el 7 de diciembre de 1970 enfrentó al mítico Cassius Clay (después conocido como Muhammad Ali) en el imponente Madison Square Garden, logrando derribar al gran campeón, para luego perder en el round 15 después de su tercera caída.
En febrero de 1976, Bonavena realizó el que sería su último combate, contra Billy Joiner. El 22 de mayo de ese año fue asesinado por Ross Brymer, un guardaespaldas del famoso burdel Mustang Ranch. Brymer estuvo 15 meses en prisión por asesinar a Bonavena, pena que luego le fue conmutada por la de homicidio involuntario.
Bonavena fue sepultado en el Cementerio de la Chacarita en Buenos Aires, Argentina. Su registro como boxeador fue de 56 peleas ganadas, 9 perdidas y 1 empate. Actualmente, la tribuna local del Club Atlético Huracán lleva su nombre en su homenaje”
Lo que no dice esta reseña, es que muchos creen ver en la primera “Rocky” una biografía de su vida, especialmente por esa pelea con Alí, donde no sólo que lo tuvo a tiro de nocaut, sino que llegó hasta el último round, pese a la evidente desventaja frente al gran campeón. Tampoco dice que era muy inteligente, aunque se mostrara tosco en el ring, dejando algunas frases antológicas. Por ejemplo dijo:
"Uno tiene un representante o mánager, un masajista que le ablanda a uno el cuerpo, recibe consejos hasta del promotor, alguno se lleva más dinero que el propio boxeador; pero lo cierto es que cuando suena la campana, te sacan el banquito y uno se queda solo".
Se inició como boxeador en el el Club Atlético Huracán, y en 1959 fue campeón amateur. Su éxito como profesional lo llevó a pelear con frecuencia en Estados Unidos, la meca de este deporte. Venció al campeón canadiense George Chuvalo, combatió dos veces con el gran golpeador Joe Frazier —la segunda de ellas por la corona de los pesos pesados de la W.B.A. en diciembre de 1968— y el 7 de diciembre de 1970 enfrentó al mítico Cassius Clay (después conocido como Muhammad Ali) en el imponente Madison Square Garden, logrando derribar al gran campeón, para luego perder en el round 15 después de su tercera caída.
En febrero de 1976, Bonavena realizó el que sería su último combate, contra Billy Joiner. El 22 de mayo de ese año fue asesinado por Ross Brymer, un guardaespaldas del famoso burdel Mustang Ranch. Brymer estuvo 15 meses en prisión por asesinar a Bonavena, pena que luego le fue conmutada por la de homicidio involuntario.
Bonavena fue sepultado en el Cementerio de la Chacarita en Buenos Aires, Argentina. Su registro como boxeador fue de 56 peleas ganadas, 9 perdidas y 1 empate. Actualmente, la tribuna local del Club Atlético Huracán lleva su nombre en su homenaje”
Lo que no dice esta reseña, es que muchos creen ver en la primera “Rocky” una biografía de su vida, especialmente por esa pelea con Alí, donde no sólo que lo tuvo a tiro de nocaut, sino que llegó hasta el último round, pese a la evidente desventaja frente al gran campeón. Tampoco dice que era muy inteligente, aunque se mostrara tosco en el ring, dejando algunas frases antológicas. Por ejemplo dijo:
"Uno tiene un representante o mánager, un masajista que le ablanda a uno el cuerpo, recibe consejos hasta del promotor, alguno se lleva más dinero que el propio boxeador; pero lo cierto es que cuando suena la campana, te sacan el banquito y uno se queda solo".
"Hay tipos que me dicen: "Hola, Bonavena, siéntese, coma algo". ¡Si cuando yo no tenía un mango no me daban de comer! ¿Por qué me quieren dar de comer ahora?"
"Tanto tenés, tanto valés. Cuando perdí con Jimmy Ellis se abrieron todos y me quedé solo. Cuando gané a Mildelberger el presidente me mandó un telegrama; cuando perdí no se acordó. Hasta gente que yo creí que era amiga mía desapareció. Todo el periodismo, todos. Cuando alguien se acercaba era para buscar pretextos: "No hiciste lo que te dijimos..." ¿Y qué me pueden enseñar a mí? ¿Se creen que es como el fútbol que uno se cansa y le pasa la pelota a otro? ¿A quién le paso la pelota yo arriba del ring?"
Mientras esperaba la comida, pensaba donde estaba el vínculo entre ambos, al margen de su argentinidad, y recordé dos frases, que me llegaron juntas:
Bonavena dijo que “la experiencia es un peine que te dan cuando te quedás pelado..."
Y Borges definió la Guerra de Malvinas entre el Reino Unido y Argentina como "la pelea de dos calvos por un peine"
Bonavena dijo que “la experiencia es un peine que te dan cuando te quedás pelado..."
Y Borges definió la Guerra de Malvinas entre el Reino Unido y Argentina como "la pelea de dos calvos por un peine"
El “decorador” de la Viña del Abasto probablemente no tenga la menor idea, pero la ubicación tan próxima de los dos personajes responde a una lógica. Luego llegaron mis fuccile pesto y tuco, y a otra cosa mariposa.
viernes, 17 de octubre de 2008
Un Armagedón en la Comunidad
Música de esta entrada: Wagner
Señor Administrador del Edificio de la calle Carhué 1.300:
Me dirijo a Ud. para ponerlo en conocimiento de los graves sucesos que nos aquejan últimamente en el Consorcio de Propietarios a su cargo, protagonizados todos ellos por el Sr. Abelardo Celentano, portero de nuestra insigne casa desde hace más de veinte años. Todos sabemos lo que ha sufrido dicho encargado desde el deceso de su esposa, y es por eso mismo que he tolerado más de lo que un hombre puede soportar, pero todo tiene un límite y el mío se acabó hoy.
Le informo que Celentano, desde el desgraciado suceso, se ha dado a la bebida. Pero eso no es todo. A toda hora tocan a su puerta señoras y señoritas que uno, sin ser experto en la materia, adivina de alquiler. Copas, risas y excesos (no sé donde escuché eso) tenemos a toda hora y en cualquier lugar de nuestro predio. ¿Le parece terrible? Recién estoy empezando. Desde siempre, cuando salimos con mi mujer a la mañana, o regresamos por la tarde, le mira sin disimulo alguno su trasero. En general se lo he tolerado, y para evitar problemas, me he hecho el desentendido mirando hacia otro lado. Pero ahora también murmura cuando pasamos, acerca de lo que haría con ella si le diera la oportunidad o cosas por el estilo. Es que en mayor parte son ininteligibles, por eso no se las puedo reproducir fielmente. Y luego me tengo que aguantar a mi esposa diciéndome:
– ¡Reaccioná Vicente! ¡Hacé algo!
Espere que esto sigue. Mi hija de veinticuatro me ha dicho que Celentano la invitó a salir; que debería dejar a su novio y probar con un hombre de verdad, o sea un hombre como él. Le recuerdo que Celentano tiene no menos de cincuenta años. Corolario: me tengo que aguantar a mi hija diciéndome:
– ¡Reaccioná papá! ¡Hacé algo!
El summun fue hoy. Mi santa madre, de 84 años de edad y católica practicante, ha venido a visitarnos. El impúdico de Celentano le dijo a boca de jarro que le gustaría probar toda la experiencia de un cuerpo que a gritos pide sexo. Acto seguido la invitó a pasar a su habitación (ya estaba semidesnudo cuando le hizo semejante propuesta) Por si no lo sabe, mamá es viuda hace cuarenta años de mi padre, el Coronel Cañones, valiente militar que si bien no pudo demostrar su temple en el campo de batalla por falta de guerras, ha dejado una huella indeleble en el ámbito castrense, además de una reputación impoluta.
Ya se imagina lo que viene ahora. Mi madre deshonrada diciéndome:
- Hijo mío, ¡reacciona! ¡Haz algo!
Uno no tiene agua en las venas sino un corazón bombeando sangre. En momentos como estos se ve la entereza de un hombre, por no decir un macho, que es un término de la zoología más que de la sociología. Y no le quepa ninguna duda que quien esto escribe es un HOMBRE, dispuesto a defender hasta las últimas consecuencias su honor, que es decir su familia. ¿Y cómo he de defenderlo? Escribiéndole al Administrador de la comunidad para ponerlo al tanto de tantos y tan desgraciados sucesos. Y le digo más. Si usted no le pone coto al energúmeno, me veré obligado a hacer lo que debí hacer desde un principio: cortar virilmente por lo sano sin medir las consecuencias, sin hacer cálculos mezquinos de costo-beneficio. Si en treinta días no cesa el acoso continuo del que son objeto las mujeres de mi familia, aténgase a las consecuencias porque arderá Troya. Será tarde para que Ud. se lamente, y se transformará en cómplice o encubridor del Armagedón que esté llegando.
Sin más miramientos, le escribiré una carta a la Asociación de Consorcistas de la República Argentina, y esa prestigiosa institución se anoticiará de los desbarres de Celentano y de la conducta negligente que Ud. ha desplegado. Como se dará cuenta, haría Ud. bien en temerme.
Porque no soy yo cuando la que está en juego es mi sangre, y puedo ser peor que una bestia salvaje a la que le atacan su madriguera.
Aprovecho para saludarlo con mi consideración más distinguida.
Vicente Cañones (Piso 4 Unidad “B” del Consorcio Carhué 1.300)
Señor Administrador del Edificio de la calle Carhué 1.300:
Me dirijo a Ud. para ponerlo en conocimiento de los graves sucesos que nos aquejan últimamente en el Consorcio de Propietarios a su cargo, protagonizados todos ellos por el Sr. Abelardo Celentano, portero de nuestra insigne casa desde hace más de veinte años. Todos sabemos lo que ha sufrido dicho encargado desde el deceso de su esposa, y es por eso mismo que he tolerado más de lo que un hombre puede soportar, pero todo tiene un límite y el mío se acabó hoy.
Le informo que Celentano, desde el desgraciado suceso, se ha dado a la bebida. Pero eso no es todo. A toda hora tocan a su puerta señoras y señoritas que uno, sin ser experto en la materia, adivina de alquiler. Copas, risas y excesos (no sé donde escuché eso) tenemos a toda hora y en cualquier lugar de nuestro predio. ¿Le parece terrible? Recién estoy empezando. Desde siempre, cuando salimos con mi mujer a la mañana, o regresamos por la tarde, le mira sin disimulo alguno su trasero. En general se lo he tolerado, y para evitar problemas, me he hecho el desentendido mirando hacia otro lado. Pero ahora también murmura cuando pasamos, acerca de lo que haría con ella si le diera la oportunidad o cosas por el estilo. Es que en mayor parte son ininteligibles, por eso no se las puedo reproducir fielmente. Y luego me tengo que aguantar a mi esposa diciéndome:
– ¡Reaccioná Vicente! ¡Hacé algo!
Espere que esto sigue. Mi hija de veinticuatro me ha dicho que Celentano la invitó a salir; que debería dejar a su novio y probar con un hombre de verdad, o sea un hombre como él. Le recuerdo que Celentano tiene no menos de cincuenta años. Corolario: me tengo que aguantar a mi hija diciéndome:
– ¡Reaccioná papá! ¡Hacé algo!
El summun fue hoy. Mi santa madre, de 84 años de edad y católica practicante, ha venido a visitarnos. El impúdico de Celentano le dijo a boca de jarro que le gustaría probar toda la experiencia de un cuerpo que a gritos pide sexo. Acto seguido la invitó a pasar a su habitación (ya estaba semidesnudo cuando le hizo semejante propuesta) Por si no lo sabe, mamá es viuda hace cuarenta años de mi padre, el Coronel Cañones, valiente militar que si bien no pudo demostrar su temple en el campo de batalla por falta de guerras, ha dejado una huella indeleble en el ámbito castrense, además de una reputación impoluta.
Ya se imagina lo que viene ahora. Mi madre deshonrada diciéndome:
- Hijo mío, ¡reacciona! ¡Haz algo!
Uno no tiene agua en las venas sino un corazón bombeando sangre. En momentos como estos se ve la entereza de un hombre, por no decir un macho, que es un término de la zoología más que de la sociología. Y no le quepa ninguna duda que quien esto escribe es un HOMBRE, dispuesto a defender hasta las últimas consecuencias su honor, que es decir su familia. ¿Y cómo he de defenderlo? Escribiéndole al Administrador de la comunidad para ponerlo al tanto de tantos y tan desgraciados sucesos. Y le digo más. Si usted no le pone coto al energúmeno, me veré obligado a hacer lo que debí hacer desde un principio: cortar virilmente por lo sano sin medir las consecuencias, sin hacer cálculos mezquinos de costo-beneficio. Si en treinta días no cesa el acoso continuo del que son objeto las mujeres de mi familia, aténgase a las consecuencias porque arderá Troya. Será tarde para que Ud. se lamente, y se transformará en cómplice o encubridor del Armagedón que esté llegando.
Sin más miramientos, le escribiré una carta a la Asociación de Consorcistas de la República Argentina, y esa prestigiosa institución se anoticiará de los desbarres de Celentano y de la conducta negligente que Ud. ha desplegado. Como se dará cuenta, haría Ud. bien en temerme.
Porque no soy yo cuando la que está en juego es mi sangre, y puedo ser peor que una bestia salvaje a la que le atacan su madriguera.
Aprovecho para saludarlo con mi consideración más distinguida.
Vicente Cañones (Piso 4 Unidad “B” del Consorcio Carhué 1.300)
jueves, 16 de octubre de 2008
Bailás?
Música de esta entrada: Glenn Miller y Benny Goodman
Cómo te llamás?
Sí, claro, Glenn Miller es mi favorito. Aunque Benny Goodman no está nada mal.
Tomás una Coca?
Los bailes aquí son estupendos. Vamos a escuchar a la orquesta allá adelante?
Te tomo de la mano sólo para no perdernos, es que hay mucha gente.
Nos vemos la semana que viene? Te invito al cine.
Hace más de medio siglo, en cualquier lugar del mundo, cada paso era dado lentamente, disfrutándolo.
El deseo debía esperar. Y no me parece que estuviera tan mal.
miércoles, 15 de octubre de 2008
Recuerdo de provincia
Música de esta entrada: Yupanqui
Cuarenta años después de la muerte de su padre, el primer recuerdo que guardaba de él seguía siendo el mismo. No de cuando le enseñó a andar a caballo, ni cuando le metió un rebencazo por haber echado a perder el fuego que le encargó que cuidara. Tampoco cuando le dio los primeros pesos para que fuera al baile del pueblo.
Lo primero que recordaba del viejo era el ruido que hacía al orinar en el baño de su casa. Ese chorro largo y sonoro, de vejiga hinchada y urgida, que salía primero como un bombazo, y que luego de un tiempo que a él le resultaba interminable al otro lado de la puerta, comenzaba a ceder hasta que las gotas anunciaban el final.
Quizás fuera porque hablaban muy poco, pero nunca entendió por qué él, que se pasaba el día entero trabajando en el campo, no meaba en la soledad de la llanura pampeana, en vez de aguantarse hasta llegar a la casa.
Sí sabía de lo orgulloso que estaba cuando cambió el agujero que no era más que una letrina por el baño de "ciudad", pero nunca pensó que un paisano pudiera tener urbanidad, y encima a medias. A medias, porque apenas terminaba la faena salía de inmediato, sin lavarse las manos siquiera.
Y ahora que volvió a la vieja casa paterna para entregársela al nuevo dueño, lo asaltó una vez más el recuerdo de esa manera de orinar que, hiciera calor o frío, golpeaba escandalosa en el fondo de la taza del inodoro y que sería, para siempre y por sobre cualquier otra cosa, la sonora presencia de su padre.
domingo, 12 de octubre de 2008
Impaciencia
jueves, 9 de octubre de 2008
Pedro Menárdez y la canción porteña
Nuestro autor predilecto ha incursionado en el ritmo emblemático de la Reina del Plata con éxito parejo, que en este caso es eufemismo de nulo, porque no ha conseguido quien le de voz ni música a sus versos. Pese a ello ha dejado ya en el acervo del tango-canción páginas de calidad superior como “Dressoir” o “Porque me quisiste tanto” que nada tendrán que envidiarle a la primigenia “Mi noche triste” ni a las continuadoras del género, en cuanto aparezca el artista que justamente le selle el carácter de canción a sus letras de dos por cuatro.
Sin embargo, será una milonga compadrita la que le abrirá paso inminente en el altar de los Capos del Tango. En efecto, la internacionalmente famosa RCA Víctor, quien grabara al inolvidable Charles Romuald Gardés, ha merituado como se merece la invicta pluma de nuestro poeta, seleccionando su trabajo más reciente, intitulado “Dulzura”, que sin más ambages ponemos a disposición de nuestros queridos oyentes:
"Me dijiste amargo, seco y sin venas
Te llevé merengues y bombas de crema
Quiero convencerte que no todo es triste
mas ya otro señor de dulces te viste
Me llevo el paquete con rictus amargo
salgo cabizbajo y seco pal Almagro
¿Tiro los merengues? ¿revoleo la crema?
¡Mejor se las llevo a quien siempre espera!
Mi humilde viejita que lava la ropa
en la tabla fría de noche y de día
Y yo en el garito, el club, la milonga
sé bien que ella anhela una flor mistonga
Pero hoy lo corrijo esto se termina
la crema y las bombas serán bienvenidas
sus manos callosas tan agradecidas
me darán mil besos feliz de la vida
Un rato hablaremos de los tiempos viejos
y hasta en una de esas me suelte unos pesos"
Cuestiones burocráticas de la multinacional están demorando el lanzamiento de este trabajo formidable que revolucionará el mundo de la música ciudadana. En efecto, nuestro querido autor no entra en razones con quienes se están ocupando de musicalizar sus versos, que le manifiestan algunas disconformidades respecto de la métrica de éstos y el ritmo que les quiso asignar, como así también el encontrar algunos pasajes francamente anacrónicos. Pero Menárdez, que tiene oído beethoviano (no por la calidad musical sino por la dureza de sus tímpanos) no entiende razones de ninguna clase. En efecto, hace oídos sordos a cualquier modificación o reacomodamiento de su letra, y en un giro que luce algo exagerado y por eso mismo tanguero dramatiza que
“a mis letras y a mis mujeres el único que las toca soy yo” (este locutor puede dar fe de la primera de las sentencias, no así de la segunda, porque no le conoció al poeta fémina alguna)
La orquesta de Dino Salvatierra mostró marcado interés en grabar en cuanto esté terminado el opus en cuestión. Asimismo, el eximio cantor Ariel Ardit ha comprometido su gola para llevar a la fama al hombre que promete revolucionar las letras del tango y que, como Piazzolla, soporta estoico la brutalidad e indiferencia de la cátedra.
En tanto esto sucede, nuestro vate se muestra el día entero ataviado de saco, lengue y sombrero y como el ciego de “El último organito” solamente “fuma, fuma y fuma, sentado en el umbral”
.
A mi viejo, que me descubrió dos pasiones: el tango y Vélez Sársfield
lunes, 6 de octubre de 2008
Viejas palabras
Música de esta entrada: Charly Garcia y Serú Girán
Buscando otra cosa, me encontré con una vieja caja, con cosas escritas hace más de quince años. Todas desechables sin duda alguna. Pero bueno, debo reconocer que algunas me dieron cierta ternura, y me animé a compartirlas aquí. Me sorprendió mucho el tono oscuro, aunque no de todas, pero sí de las que salvé del fuego. La primera la escribí en una de las múltiples internaciones de Charly García, un músico argentino autodestructivo y talentoso.
“Y el cielo se abrirá para todos.
Y los domingos serán interesantes.
Tal vez, el verano queme el hielo de las almas”
Mientras escribe esto, Daniel escucha The Cure. No sabe lo que dicen. Pero al fin y al cabo, él tampoco sabe lo que dice. Nadie sabe lo que dice. Nadie cree lo que dice. Nadie oye lo que dice. Un yeso imaginario recorre mi columna. Esa rigidez, presagio de la muerte, nace en nuestros corazones de hielo. Qué tenés para vender? Arte? Libertad? Droga? Tu cuerpo?
Módicos precios y de los otros, todo está en venta en este mundo: tu corazón o los trenes. El Candidato y el obispo. El hippie. Y vos. Y yo. Aunque no queramos. Aunque no podamos. Aunque no lo creamos. Todos estamos en El Catálogo, esperando la llegada de una oferta. Pero che, noviembre es un mes de esperanza, me decís. Daniel ya no escucha The Cure. Charly sigue encerrado. Todos estamos encerrados, él lo está en un lugar más chico. Plaza Once está desierta. Hace calor. En la T.V. no hay nada…
Y yo, mi querido amigo, sigo aquí, centro de mi universo, rey y súbdito, esperando que el sueño ocurra, otras veces buscándolo, como vos, como todos.
La segunda, recuerdo que me enojó un político que amagó con renunciar y luego no lo hizo. Pero igual, creo que se me fue la mano...
RENUNCIA INDECLINABLE
Sr. Jefe de Personal:
Cuando le llegue la presente renuncia, estaré muerto.
Renuncio a mi trabajo; a su chatura insoportable; a las envidias; a la insana competencia. Además renuncio a su cara, que de tan impenetrable a cualquier diálogo resulta triste.
No sé si va a importarle, pero además le comunico que renuncio a mi familia. En particular, al desinterés de mi esposa y al mío. A la rutina. A la quietud.
Renuncio también (lamentablemente y por añadidura) a los pájaros y a la tibieza de las mañanas de otoño. A los amigos que no tuve. A conocer Europa. A tener un hijo. Al asado y al vino. A Cobián y Cadícamo. Y a la mujer que no conocí.
Tal vez ud. disponga de unos minutos y se pregunte por las causas. Renuncio porque ya no tengo edad para torcer ciertos rumbos, propios y ajenos. O a lo mejor ya no tengo ganas. O sueños, que es lo mismo.
Así las cosas Sr. Jefe, le solicito que haga llegar mi dimisión a los Titulares De La Firma.
Como ellos ya saben de qué se trata, vaya entonces mi consejo para Ud. y mis compañeros (espero que no lo tomen a mal viniendo de un muerto) Sonrían. Sueñen. Recojan sus corazones. No vieron dónde fue a parar? Allá al fondo, bajo el talón. Charlen con sus hijos. No prendan la tele. Hagan el amor. Lean. Viajen. Sean artistas. O al menos inténtenlo. Y no le echen la culpa a la plata, que casi nada de esto la requiere.
Porque, sabe qué ocurre Sr. Jefe? Un día Ud. se levanta y por primera vez la sospecha se transforma en certeza: ya es demasiado tarde, sólo queda transcurrir por la vida como todos o renunciar.
Yo renuncio. Por supuesto que también renuncio a vivir en este mundo miserable y hostil que supimos construir, porque la renuncia de un hombre de bien es siempre total e indeclinable.
Buscando otra cosa, me encontré con una vieja caja, con cosas escritas hace más de quince años. Todas desechables sin duda alguna. Pero bueno, debo reconocer que algunas me dieron cierta ternura, y me animé a compartirlas aquí. Me sorprendió mucho el tono oscuro, aunque no de todas, pero sí de las que salvé del fuego. La primera la escribí en una de las múltiples internaciones de Charly García, un músico argentino autodestructivo y talentoso.
“Y el cielo se abrirá para todos.
Y los domingos serán interesantes.
Tal vez, el verano queme el hielo de las almas”
Mientras escribe esto, Daniel escucha The Cure. No sabe lo que dicen. Pero al fin y al cabo, él tampoco sabe lo que dice. Nadie sabe lo que dice. Nadie cree lo que dice. Nadie oye lo que dice. Un yeso imaginario recorre mi columna. Esa rigidez, presagio de la muerte, nace en nuestros corazones de hielo. Qué tenés para vender? Arte? Libertad? Droga? Tu cuerpo?
Módicos precios y de los otros, todo está en venta en este mundo: tu corazón o los trenes. El Candidato y el obispo. El hippie. Y vos. Y yo. Aunque no queramos. Aunque no podamos. Aunque no lo creamos. Todos estamos en El Catálogo, esperando la llegada de una oferta. Pero che, noviembre es un mes de esperanza, me decís. Daniel ya no escucha The Cure. Charly sigue encerrado. Todos estamos encerrados, él lo está en un lugar más chico. Plaza Once está desierta. Hace calor. En la T.V. no hay nada…
Y yo, mi querido amigo, sigo aquí, centro de mi universo, rey y súbdito, esperando que el sueño ocurra, otras veces buscándolo, como vos, como todos.
La segunda, recuerdo que me enojó un político que amagó con renunciar y luego no lo hizo. Pero igual, creo que se me fue la mano...
RENUNCIA INDECLINABLE
Sr. Jefe de Personal:
Cuando le llegue la presente renuncia, estaré muerto.
Renuncio a mi trabajo; a su chatura insoportable; a las envidias; a la insana competencia. Además renuncio a su cara, que de tan impenetrable a cualquier diálogo resulta triste.
No sé si va a importarle, pero además le comunico que renuncio a mi familia. En particular, al desinterés de mi esposa y al mío. A la rutina. A la quietud.
Renuncio también (lamentablemente y por añadidura) a los pájaros y a la tibieza de las mañanas de otoño. A los amigos que no tuve. A conocer Europa. A tener un hijo. Al asado y al vino. A Cobián y Cadícamo. Y a la mujer que no conocí.
Tal vez ud. disponga de unos minutos y se pregunte por las causas. Renuncio porque ya no tengo edad para torcer ciertos rumbos, propios y ajenos. O a lo mejor ya no tengo ganas. O sueños, que es lo mismo.
Así las cosas Sr. Jefe, le solicito que haga llegar mi dimisión a los Titulares De La Firma.
Como ellos ya saben de qué se trata, vaya entonces mi consejo para Ud. y mis compañeros (espero que no lo tomen a mal viniendo de un muerto) Sonrían. Sueñen. Recojan sus corazones. No vieron dónde fue a parar? Allá al fondo, bajo el talón. Charlen con sus hijos. No prendan la tele. Hagan el amor. Lean. Viajen. Sean artistas. O al menos inténtenlo. Y no le echen la culpa a la plata, que casi nada de esto la requiere.
Porque, sabe qué ocurre Sr. Jefe? Un día Ud. se levanta y por primera vez la sospecha se transforma en certeza: ya es demasiado tarde, sólo queda transcurrir por la vida como todos o renunciar.
Yo renuncio. Por supuesto que también renuncio a vivir en este mundo miserable y hostil que supimos construir, porque la renuncia de un hombre de bien es siempre total e indeclinable.
Y aquí estoy yo, en la época de aquellas lejanas y oscuras palabras de principio de los noventas.
domingo, 5 de octubre de 2008
Todas las letras
Música de esta entrada: Beethoven
.
.
Todos los libros ya están escritos. Los que ya conocemos y los que aún no. El Aleph fue escrito en la noche de los tiempos. Antes del nacimiento de Borges. Antes de descubrirse la imprenta. Antes de la invención de los signos. El simplemente lo descubrió. Hay un número limitado de letras y palabras. Sólo debemos descubrir todas las combinaciones posibles y que no conocemos. Cualquiera puede hacerlo, hay otro Quijote, mejor que el de Cervantes, esperando que alguien lo descifre. Vos podrías hacerlo ¿Te animás?
sábado, 4 de octubre de 2008
Pecadores!
Música de esta entrada: John Lennon
.
El Conde me ha llamado para un servicio sacerdotal de urgencia! Cómo es posible que haya sucedido todo esto sin mi?????? Quiero decir, cómo es posible que haya sucedido todo esto???
No me queda más remedio que confesarlos a todos los que aún permanezcan en el castillo. Ha llegado el momento de develar vuestros secretos, y en particular, vuestras identidades. Quien será el primer pecador que me muestre su...corazón? Primero, la confesión. Y al final, el nombre verdadero...
El Hermano Marcelo ha regresado para salvar sus almas!!!
La habitación oscura
Música para esta entrada: toccata et fugue
Insisten en entrar a las habitaciones prohibidas? Entonces entren todos a la habitación oscura. Como harán para reconocer a quien tienen al lado? Eso deberán resolverlo ustedes. Entretanto me llevo a una de vosotras, que uno es vampiro pero tampoco es de madera. Ese es Pinocho y en este blog no va.
La puerta equivocada: mazmorra!!
Bienvenidos al banquete
Música para esta entrada: Psycho
Pasen y disfruten de la hospitalidad del Conde...
Vengan por aquí...
El castillo es de ustedes.
El Moderno Prometeo...
y Lucrecia confirmaron su presencia, entre otros distinguidos invitados.
El será vuestro anfitrión. Pueden conversar en los comentarios. Pero cuidado! hay algunas habitaciones un poquito peligrosas...
viernes, 3 de octubre de 2008
Fiesta de reapertura
Música para esta entrada: Psycho
Los invito a la reapertura oficial del blog "La Menor Idea"
Mañana a las 14 hs. (ARG) 19 hs. (ESP) daré una fiesta en mi castillo. Están todos invitados a la recepción con una sola condición: para comentar no pueden usar el nick con que habitualmente se dan a conocer.
Es muy sencillo: usando al final de comentarios la opción "NOMBRE/URL" pueden escoger el que quieran, preferentemente terrorífico, y veremos qué sucede allí.
Los espero...
C.D.
miércoles, 1 de octubre de 2008
Una victoria sobre el capitalismo
Música para esta entrada: Ennio Morricone: the good, the bad, the ugly
.
Lo pensé bien. Medí los riesgos que implicaba, pero bueno, ya estoy en una edad que mejor apurar los sueños, o si no se quedan atrás definitivamente. No era una decisión fácil, claro que no. Los riesgos y las pérdidas podían ser fatales. Pero como siempre digo, hay momentos en la vida de un hombre que te permiten saber si lo eres de verdad, o eres apenas un ratón con ropa masculina. Esos momentos te permiten saber de qué madera estás hecho.
Claro que el pulso tiembla a la hora de ejecutar la decisión, tu cerebro te dice... no lo hagas! piensa en tu familia! en tu futuro! incluso el orden universal de las cosas puede alterarse, sin pasar por alto Wall Street ni Medio Oriente!
Pero lo hice. Calmadamente. Miércoles al mediodía en pleno centro universal de la locura mundial (no es una iglesia del Hermano Marcelo, es Buenos Aires)
Elegí un restaurante tranquilo. Escogí algo rico del menú. Para retemplar el ánimo, pedí una copa de vino aunque tuviera que seguir trabajando después.
Y ahí sí. Saqué fuerzas vaya a saber de donde, llené de aire mis pulmones, mi corazón comenzó a palpitar locamente y...
¡Apagué el teléfono celular por el increíble espacio de cincuenta y seis minutos!
Y saben qué? Me siento un hombre. Un verdadero hombre.
Casi casi, les diría que me siento Clint Eastwood.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)