Cuando como solo
sin leer
(algo extraño)
no me cuido
No tomo la copa del tallo
ni me limpio las comisuras
de los labios
urbanamente
No evito apoyar los codos
en la mesa
ni cierro la boca al masticar
Cuando como solo
puedo agarrar la comida
beber sin limpiarme la boca
brutalmente
y eructar
Y eso me gusta
porque me recuerda
de donde vengo
de otro lugar
No es ni mi ciudad
ni mi país
ni mi continente
Vengo de donde venimos todos
de las cavernas
y del fuego milagroso
en eso pienso
Cuando me engullo la comida
brutalmente
porque como solo.
1939 - Liv Ullman (FOTO), actriz.
23 de noviembre de 2924
Hace 10 horas
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15 comentarios:
O sea que cuando comes solo te convertís en un reverendo chanchote, sucio y ordinario!!
Ohh que horror!!!
(Pero que lindo es chorrearse y masticar con la boca abierta...jajaja)
Ojo con lo que tocas eh!! vaya a ser cosa que borres todo el blog...
Mejor dejá como está, ya les tengo cariño a las letritas estas...
=|
A veces nos creemos que somos otra cosa, algo parecido a personas civilizadas que saben comportarse, pero a lo mejor no es más que una pose. Imaginemos una cena agradable en un buen restarurante. Imaginemos que las puertas se cierran, la luz se va, la comida empieza a escasear y de los grifos no sale agua. Imaginemos que la situación se prolonga en el tiempo. ¿en qué nos convertiríamos? Menudo peñazo me ha salido, aunque a Saramago la idea le valió para su Ensayo sobre la Ceguera.
Un abrazo
Rafa
Será que te rebelas contra la falta de lectura.
:)
PARA MI TE SIENTES TAN LIBRE Y NO OBSERVADO QUE SACAS LO MAS BAJO DE TI JAJAJ PERO ESTA BIEN COME COMO QUIERAS SI TE HACE FELIZ.
SALUDOS.
en la caverna las formas no se tenían muy en cuenta, estábamos mucho más cerca y más brutalmente, del origen de los instintos
a veces la sensación animal es irresistible, sobre todo cuando se satisfacen necesidades primarias
un abrazo
Yo nunca como solo, quizás para evitar esa atracción animal de los instintos, es por eso que invito siempre a mi soledad a comer conmigo, habla poco, pero hace mucha compañia
Marcelo, lo importante es el buen hábito, si siempre lo haces bién tu subconsciente creo que no te traiciona nunca...Un saludo de Angela
Marcelo, es que en nuestro interior todavía vive el Neanderthal, que sale cuando menos lo piensas, el tío de la historia es un poquito guarrillo, pero bueno, si así disfruta pues no hace mal a nadie, ¡ Que eructe a gusto !
Jajajaja!! Me gustaron mucho los comentarios, aunque ese señor tan guarro no sea yo. O casi...
Hace bien tocar las raíces cada tanto.
No hay nada como los placeres primarios, el disfrute de los sentidos. El placer que reporta el comer bien tiene mucho que ver con eso, con la voluptuosidad de los sentidos. Que bien sienta comer como una mala bestia y disfrutar de ello, aunque sea cuando no nos ve nadie. Besos
www.proyectoscpc.net/murron.php
Pd. Lo siento, nunca consigo dejar bien el link en blogspot.
Marcelo, no puedo evitarlo, cada día te aprecio más y más...
recuerdo una peli de lo ochenta, que se llamaba "the scorchers", era sobre tipos que vivían en los pantanos de cerca de Nueva Orleans. En una escena, una hija le pregunta a su padre "¿ Papá, si me enamoro...cómo sabré si es el homnbre de mi vida?" a lo que el padre contesta..." Si le ves comer,... comer como un cerdo (por lo visto, los paisanos de allí eran todos del estilo) y aún así te gusta...ese es el hombre de tu vida".
Pues eso, .....
PD. Saliéndome del tema, pero solo tangencialmente, nadie asa la carne como los argentinos, puedo asegurarlo. Nuestras barbacoas europeas palidecen birriosamente ante un buen asado argentino. Un abrazo.
es el instinto, el instinto.
Muchos lo hacen pero no lo confiesan.
A mi me encanta comer leyendo ¿que será?
Si sabes de donde vienes, menudo lujo!
Muchas gracias por tu visita.
Saludos!!!
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